Tres días completa el bloqueo de la única vía que comunica al puerto de Buenaventura con el resto del país, a la altura de los sectores de Cisneros y La Delfina, motivado por comunidades indígenas que han resultado afectadas por la ola invernal. Debido a esta situación ya se registran al menos 50 mil millones de pesos en pérdidas, según dio a conocer Edwin Maldonado, director del Comité Cívico Intergremial del Valle.
“La situación es muy preocupante, pues Buenaventura viene sufriendo una problemática social bien grande y ahora el municipio se encuentra prácticamente incomunicado y el único acceso y salida que tienen los vehículos es por Mediacanoa, que como es bien sabido es una vía apta solo para carros pequeños y no transporte de carga como el que está transitando ahora”, explicó Maldonado.
“Buenaventura es centro de abastecimiento de todo el Litoral Pacífico y con esta situación se afecta la economía del municipio y de la región”, añadió.
El gerente regional de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) ― regional Suroccidente ―, Juan David Castaño, dio a conocer por su parte que la Dian, ya empezó a suspender de las mercancías los cinco días que tienen para llegar a sus destinos.
“Entre 80.000 y 90.000 toneladas de mercancía están represadas, generando unos sobrecostos inmensos. Por esos represamientos un contenedor se tarda en sacar entre 3 y 4 días”, explicó el gerente.
¿Por qué protestan las comunidades?
Más de 15 mil familias han resultado afectadas en zona rural de Buenaventura por cuenta del invierno, que perdieron sus viviendas por el desbordamiento del río Dagua. Hoy están viviendo en casas de vecinos, y otras viviendas se encuentran en riesgo.
Por si fuera poco, el desbordamiento destruyó cuatro puentes y parte de la calzada de la vía Cali- Buenaventura, a la altura de Loboguerrero, lo que no solo incomunicó a la zona con la capital del departamento, sino que dejó aislados a varios corregimientos.
“No se sabe que va pasar con las familias que perdieron sus casas y que van hacer para la canalización del río que afectó seriamente a la comunidad durante la temporada de lluvias. La decisión es continuar con las protestas hasta que no haya presencia del Gobierno Nacional”, dijo Lucila Martínez, concejal de Buenaventura.
Reinaldo, de la comunidad indígena nasa, le dijo al periódico El Espectador que luego de la creciente del río Dagua no ha parado la emergencia. “Ya llevamos un mes y nadie se pronuncia. El río sigue llevándose caminos y viviendas y nada, entonces se decidió tomarse las vías de hecho. Hay familias que a duras penas pudieron salir de sus viviendas con o que tenías puesto, por lo que se pide la intervención de los gobiernos locales y nacional, así como el apoyo con maquinaria amarilla, para alejar el río de los barrancos”.
Parte del inconformismo se debe a la atención humanitaria a las familias y campesinos, pues ha sido mínima e insuficientes para cubrir las necesidades de los afectados, que podrían ser más si las condiciones climatológicas se mantienen.
Además, los habitantes están solicitando la intervención del río Mariquita para evitar nuevas emergencias. “Necesitamos escuchar respuestas, son más de 3.000 familias que perdieron sus cultivos y este era su sustento. Pero lo más urgente de todo es la descolmatación del río debido a que se han perdido viviendas y parte de la vía férrea, pero lo peor es que la carretera está en peligro”, dijo el representante Legal del Consejo Comunitario Alto y Medio Río Dagua, Manuel Eduardo Riascos.
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