A partir del próximo año los colombianos tendrán que trabajar una hora menos a la semana: le explicamos por qué

Una ley aprobada en el año 2021 hará que a partir del 2023 la jornada se reduzca, y así se haría por varios años más, la iniciativa garantizaría que a pesar de la reducción, se mantengan las condiciones y prestaciones de los empleados

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Imagen de archivo: Colombia reducirá
Imagen de archivo: Colombia reducirá su jornada laboral a partir del próximo año.

El 2023 será un año de cambios en materia laboral en Colombia, además de lo que será el intenso debate por la fijación del salario mínimo, hay que tener en cuenta que la jornada pasaría de 48 horas a 47, y así se haría gradualmente hasta el año 2026, dónde finalmente se elaborarían 42 horas a la semana. El proyecto que se aprobó en el 2021, por la anterior legislatura, pondría al país en estándares internacionales pues la nación es donde más se trabaja según comparativos ya presentados.

Para tomar como referencia, la organización para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, señaló que Colombia es el país donde más horas se trabaja la semana dentro de sus naciones miembro. Mientras el promedio la organización es de 40 horas, actualmente se laboran 48, misma cantidad que México.

Claro está que no es una condición expresada netamente del país, además de México, naciones como: Chile, Turquía, e Israel, también están por encima del promedio fijado por la organización.

La Ley 2101 del 15 de julio del 2021, promulga una reducción de la jornada laboral en Colombia, manera gradual, manteniendo las condiciones de empleabilidad de los trabajadores:

“La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo es de cuarenta y dos (42) horas a la semana, que podrán ser distribuidas, de común acuerdo, entre empleador y trabajador, en 5 o 6 días a la semana, garantizando siempre el día de descanso”.

Es claro que esto aplicar abajo algunas condiciones específicas, por ejemplo, no se reducirá la jornada para labores insalubres o peligrosas, además que tanto el empleador con el trabajador podrá acordar de manera temporal, o indefinida, turnos de trabajo sucesivo para mantener la operación de las compañías, no obstante, estás no podrán exceder las 6 horas diarias.

Así sería la implementación gradual
Así sería la implementación gradual de la normativa. REUTERS/José Miguel Gómez

La implementación se haría de forma gradual

Cómo lo señala el artículo 3 de la ley, la disminución se hará de forma paulatina, con el fin que las compañías puedan implementar estos cambios de forma tal que no tengan una afectación severa, tanto en su parte económica como su parte productiva, y aunque la idea sería fijarlo a las 42 horas semanales, la reducción se haría de a una hora por año.

Lo que sí es claro, independiente de esta reducción, no se podrá cambiar ningún tipo de remuneración salarial, ni prestacional; y lógicamente tampoco exonerar a de obligaciones a los empleadores.

Así lo decreta la ley:

“La disminución de la jornada laboral ordinaria de que trata esta ley, podrá ser implementada de manera gradual por el empleador, de la siguiente manera: Transcurridos dos (2) años a partir de la entrada en vigencia de la ley, se reducirá una (1) hora de la jornada laboral semanal, quedando en 47 horas semanales. Pasados tres (3) años de la entrada en vigencia de la ley, se reducirá otra hora de la jornada laboral semanal, quedando en 46 horas semanales. A partir del cuarto año de la entrada en vigencia de la ley, se reducirán dos (2) horas cada ano hasta llegar a las cuarenta y dos (42) horas semanales, conforme a lo establecido en el Artículo 2 de la presente ley”.

A pesar de todos estos cambios, para el año 2026 Colombia seguiría siendo uno de los países con más horas laborales, de hecho, seguiría quedando por encima del promedio que hoy fijado la OCDE. Esto es lo que precisamente se está empezando a debatir, pues uno de los proyectos del gobierno nacional será la reforma laboral, labor encomendada la ministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez.

A grandes rasgos, y lógicamente a falta de confirmaciones, lo que se ha dejado ver la administración, es que se eliminarían ciertas figuras como los contratos por prestación de servicios, además que se garantizaría en ciertas condiciones qué son consideradas como precarias, caso de la tercerización; pero de la cual solo se tendrá una noción más exacta a partir del 2023.

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