La violencia del conflicto armado acumula varias víctimas de homicidio en el sur del país, varios a causa de masacres, que han despertado indignación nacional. Entre ellas por parte de Margarita Rosa de Francisco, quien fue activista de la campaña de Gustavo Petro, y lamentó que pese a las esperanzas en el cambio político, la reducción de la violencia no se consolide a un ritmo más rápido.
“Qué sensación de derrota tan profunda es ver que en Colombia siguen las masacres. No esperaba, sin embargo, que esa situación fuera a cambiar de un día para otro por un cambio de gobierno. Llevamos tantas décadas viviendo así, muriendo así”, reflexionó la actriz y presentadora a través de redes sociales.
La reacción de de Francisco se da tras un violento fin de semana, principalmente en el sur del país. El domingo se registró una masacre en el departamento del Cauca, en el municipio de Cajibío, en el que fue asesinado el presidente de la JAC de La Diana, Alberto Quina, junto a otros dos hombres.
Además, en el departamento de Putumayo se han registrado enfrentamientos entre las estructuras armadas Carolina Ramírez y Comandos de Frontera. El feroz enfrentamiento de estos grupos ha dejado, según información difundida por uno de estos, en 23 muertos.
Yuri Quintero, vocera de la red departamental de derechos humanos citada por Radio Nacional de Colombia, señaló que hay familias que han tenido que salir de sus viviendas para no quedar en el fuego cruzado. Así como algunos se han visto obligados a recoger los cuerpos que deja el combate alrededor de sus poblaciones.
Un influenciador de la campaña del presidente Petro le comentó a Margarita Rosa que a raíz de esa violencia el gobierno busca la “paz grande”, con su política de negociación y sometimiento. Ante esto, la actriz respondió: “Yo creo en el camino que el gobierno ha escogido para lograrlo”.
El alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, también rechazó lo que denominó una guerra fratricida en el departamento de Putumayo. Señaló que las imágenes muestra un conflicto de dimensiones demenciales, repudiables y atroces que no permiten aportar a la construcción de la paz.
“A estas familias que están presas del terror, nuestra solidaridad. Es el tiempo de parar esta violencia inútil, que no tiene ninguna justificación, es una guerra fratricida. Paren ya. Paren el tormento al pueblo de Putumayo. Escuchen la voz de la ciudadanía, no quieren más guerra, no quieren más atrocidad, quieren libertad, quieren vivir en sus territorios sin el temor de ser asesinados, torturados o desaparecidos”, señaló Rueda.
El alto comisionado, quien debe dirigir la política de paz del gobierno, señaló que el diálogo es la apuesta por proteger la vida, pero que este también tiene un límite. “Por favor, escuchen al pueblo colombiano”, fue el llamado de Rueda a los grupos armados que sostienen este enfrentamiento.
Desde la oposición, a raíz de los hechos registrados, las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia cuestionaron la política de paz total. Atribuyeron a la posibilidad de un cambio en la política de lucha contra las drogas la respuesta violenta de los grupos armados.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, en el país se han registrado más de 90 masacres en lo corrido del año. De este número, 62 ocurrieron hasta la primera semana de agosto y alrededor de 27 en los meses del nuevo gobierno de Gustavo Petro.
“El presidente Gustavo Petro afirmó que la paz total requiere de hechos y no sólo de palabras y promesas. Eso le decimos hoy a grupos armados en Putumayo. Enfrentamientos entre grupos ilegales en Putumayo dejan 18 muertos y más de 15 familias desplazadas”, señaló el senador Iván Cepeda en su cuenta oficial de Twitter.
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