La historia de Violeta: de negar su vinculación con la guerrilla a participar en los diálogos de paz con el Gobierno en Caracas

Unas semanas después del atentado en el centro comercial Andino que dejó tres personas muertas y una decena de heridos, Violeta Arango Ramírez huyó de las autoridades. Fue hallada casi cinco años después en el campamento de alias Pirry, cabecilla del ELN en el sur de Bolívar, en un operativo en el que resultó abatido y ella capturada por el Ejército. Aún insiste en su inocencia.

Las autoridades no sabían quien era, aunque aceptó pertenecer a la organización. Según conoció Noticias Caracol, los uniformados enviaron fotografías de la mujer para que agentes de inteligencia confirmaran su identidad. Resultó ser Violeta Arango Ramírez, quien para entonces su nombre ya aparecía precedido por “alias”. Se había rapado el cabello y ya no se parecía a las imágenes que reposaban en su circular de Interpol emitida en su contra.

Ya no tenía los 24 años de cuando saltó a los medios de comunicación acusada de ser la pieza clave del atentado en el Centro Andino el 17 de junio de 2017. Una semana después las autoridades allanaron su casa con una orden de captura en su contra, pero según dijo en una carta difundida por Contagio Radio, había salido y no supo sino hasta el día siguiente de las acusaciones.

Aseguró que se trataba de un montaje en su contra, una persecución judicial de la que era víctima por pensar distinto, con la intención de desviar la atención de los casos de corrupción. “La investigación del brutal atentado en el C.C. Andino, que se basa en inferencias amañadas, en datos inexactos y extraídos de contexto, en información de google (sic.) e inventada por los " investigadores””, escribió en la carta.

En la misiva dijo que se había visto abocada al exilio, se comparó con Gabriel García Márquez y dijo que decidió abandonar su tierra guardando la convicción de que “este país merece algo mejor”. Finalizó su escrito, en el que se declaró inocente, con la frase: “Sin miedo, resistiendo a esta injusta persecución, con toda la esperanza y el amor del mundo. Desde ningún lugar, Violeta Arango, 13 de julio de 2017″.

Su mamá también salió en su defensa con una emotiva carta que le dedicó y difundió el diario El Espectador el 31 de julio de ese año. “Mi hija, eres una amante de la vida, una persona así, que creció en medio del amor, no podría ser lo que quieren mostrar falsamente a todo el país”, decía el documento y agregaba: “Eres una mujer valiente, firme, eres una guerrera, pero no de las que empuñan armas, sino uno de esos espíritus valerosos, que pese a la desigualdad, aún es capaz de creer en la vida”.

El académico Miguel Ángel Villegas, perseguido por autoridades judiciales y que resultó absuelto de los delitos en su contra, señaló en un texto titulado La vorágine del conflicto colombiano que la circular contra Violeta era absurda, como todas las acusaciones contra ex estudiantes de la Universidad Nacional que fueron señalados de participar en el atentado del Centro Andino.

La Fiscalía sostiene que el llamado “destierro” fue la búsqueda de protección por parte de la guerrilla del ELN. Por mensajes y documentos de dispositivos electrónicos incautados a esa guerrilla en el sur de Bolívar, determinaron que alias El Viejo, ex cabecilla de la organización, solicitó que el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro la protegieran. Así habría adquirido el alias de Tatiana.

Tras la muerte de Samuelito en julio de 2018 en un operativo del Ejército en el municipio de San Pablo, Arango Ramírez habría pasado a la protección de Wilfredo Vásquez Castrillón, alias Pirry. El 3 de junio, en un operativo en su contra en Morales, fue dado de bajo y ella cayó capturada.

Violeta es socióloga de la Universidad Nacional de Colombia y, de acuerdo con la Fiscalía, pertenecía al Movimiento Revolucionario del Pueblo desde al menos el 2015, debido a que es señalada de participar en al menos 10 acciones calificadas como terroristas en la capital y en Pereira.

El 13 de junio de 2017, de acuerdo con el ente acusador, Arango fue a un café internet del barrio Country Sur, en Bogotá; “solicitó un computador, descargó de internet los planos del Andino y los imprimió”. Con esos documentos se habría establecido el sitio en el que iban a instalar la bomba, el baño de mujeres, que detonó en horas de la noche dejando tres muertas y 10 heridos.

La Fiscalía señaló que tiene pruebas de los vínculos de Violeta con otros de los capturados. Pero el proceso ha tenido un avance lento y varios tropiezos. Parte de los capturados quedaron en libertad un año después del atentado porque el ente acusador no logró llevarlos a juicio. Los recapturó, pero en 2020 otro grupo salió libre. Aseguraban que no había pruebas en su contra.

La única que quedaba prófuga es alias Violeta, quien tras su captura fue imputada por homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa, terrorismo, concierto para delinquir agravado y rebelión, pero no aceptó ninguno. Inicialmente el ELN, que ya adelantaba diálogos con el gobierno de Juan Manuel Santos, señaló que repudiaba el hecho y no tenía ningún vínculo. Para las autoridades, los antecedentes de Violeta establecen esa relación de la guerrilla, el atentado y el MRP.

Ahora Arango Ramírez recibió la libertad y suspensión de órdenes en su contra, tras ser acreditada como gestora de paz, por solicitud del grupo guerrillero, para participar en las conversaciones entre el gobierno y el ELN. Se le vio en la instalación de la mesa en Caracas, Venezuela. Sin embargo, debe permanecer vinculada a la investigación por su supuesta autoría en el atentado.

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