En el más reciente informe presentado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, se tiene un balance de casi 3.800 eventos de emergencia, en todos los departamentos del país, superando así los números registrados en el año 2021, que cuantificó 2.665, y que fue aún más sobrepasada que la presentada en el 2020, que registró unos 1.560 eventos, esto permite cuantificar el impacto que ha generado la actual temporada invernal, que además de costar vidas y muchas viviendas, entre otros espacios de infraestructura pública, es en este momento cuando se empiezan a valorar los costos totales que han significado estos meses pasados por agua.
Ha sido una situación atípica, a tal punto que el gobierno declaró situación de desastre nacional, permitiendo recoger más dinero para atender las diferentes emergencias que se presentan, o de otra forma, ejecutarlos de un modo más sencillo. En teoría es un punto muy necesario, pero que haciendo las cuentas, y con los datos presentados desde la UNGRD, se han recopilado 2,1 billones de pesos, en lo que va del año.
La estrategia, que ha permitido esa declaratoria, se ejecuta bajo un Plan de Acción Específico y en teoría, se implementaría hasta el próximo 31 de diciembre, y permite mantener algunos programas como giros para las madres cabeza de familia, que se dirigirá a 1,2 millones de personas, aproximadamente.
“Hasta el momento la primera fase del Plan de Acción Específico es para la única que se ha definido recursos con vigencia 2022, que corresponde exactamente a $2.063 millones. Ya se realizó la primera junta directiva del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para hacer la conformación de la subcuenta ‘Colombia Vital’ que es un patrimonio autónomo donde se van a manejar estos recursos que tendrán una destinación exclusiva a la atención de esta situación de desastre y en la que se definieron cuatro líneas de intervención”, manifestó el director de la UNGRD, Javier Pava.
Esta es la distribución de los recursos
El mayor gasto se ha visto en la rehabilitación de la infraestructura, pero, hay un considerable monto en el tema de alimentación, que según la cifras oficiales, se han ejecutado unos 8 mil millones de pesos, no obstante, la dirección de estos recursos se ha repartido por fases, la primera se dirige a la inversión de servicios generales, al que se le destina más o menos el 25,9 %; otros como el programa de hambre cero o atenciones de emergencia, al que se le ha invertido el 45,58 %; atenciones viales el 26,55 %, entre otros.
“En el marco de la declaratoria de desastre nacional hemos ejecutado hasta el momento cerca de $8.000 millones en lo relacionado a la comida para las comunidades afectadas, que es para lo que se han destinado estos recursos de manera inmediata. Estamos también girando otro dinero para atender a las madres cabezas de hogar y temas asociados a los trabajos con maquinaria, en articulación con las fuerzas militares, para apoyar lo que tiene que ver con la remoción de escombros”, explicó Pava.
Las siguientes etapas se dirigirán a la recuperación de algunos espacios, además de rehabilitación de ecosistemas, que permitirán mitigar y controlar emergencias futuras; además de rescatar cadenas de producción como los de alimentos, que por esta temporada se ve tan afectada.
La última, llamada Adaptación y Recuperación para el Buen Vivir, que lógicamente va enfocado a esas etapas más definitivas y que permitirían recuperar inclusas condiciones económicas, por lo que se espera, que el plan de acción se extienda, más o menos, hasta el año 2024.
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