Este martes 22 de noviembre se conoció que los gobiernos de Colombia —desde el Ministerio de Justicia— y Estados Unidos —mediante la la Agencia para el desarrollo internacional (USAID)— suscribieron una estrategia contra las drogas enfocada en el desarrollo rural y ambiental de territorios sometidos por las economías ilícitas. No hay antecedentes de políticas antidrogas en Colombia con esta perspectiva.
La Estrategia Holística contra las Drogas empezó su implementación en tres municipios: Tumaco (Nariño), Cáceres (Antioquia) y Sardinata (Norte de Santander). Sus enfoques principales son la reducción integral de la oferta de narcóticos, el fortalecimiento de la seguridad, el desarrollo rural de los territorios y la protección del medio ambiente.
El acuerdo aborda ocho temas importantes: cantidad de hectáreas de coca erradicadas, incautación de clorhidrato de cocaína y pasta de coca, policías capacitados con apoyo de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL), que ejerce funciones de seguridad rural, hectáreas tituladas o con contratos de derechos de uso, hectáreas en mejora de su estado de conservación, tasa de imputaciones por lavado de activos en delitos asociados al narcotráfico, número y valor de los bienes con medida cautelares de extinción de dominio, y personas con capturadas legalizadas relacionadas con delitos ambientales.
Este documento fue suscrito por el ministro de Justicia, Néstor Osuna y la directora de Misión USAID Colombia, Anu Rajaraman, así como la directora de Política de Drogas y Actividades Relacionadas, Gloria Miranda, y la directora del Programa ‘Nuestra Tierra Próspera’, Adriana Vélez.
Este anuncio se conoce días después de que el ministro Osuna se refiriera a la reagrupación de la política de drogas en una consejería que permita tener un enfoque de comercio, agricultura y salud pública. Lo hizo en un evento sobre la legalización del consumo de cannabis en Manizales.
En la misma intervención, reafirmó su apoyo al uso recreativo del cannabis expresando que “mientras eso ocurre, con los ministerios de Salud y de Agricultura tenemos la voluntad política de revisar los costos para impulsar una expedición de licencias más rápida, menos difícil y con menos trabas”. También advirtió que la regulación que hoy existe no permite los beneficios en salud. Por eso dijo que es importante que el Congreso apruebe el uso adulto de cannabis.
“Que la Constitución abra la puerta para que se le mire como una actividad económica lícita y productiva, un gran negocio para productores, laboratorios farmacéuticos y el país en general, con una carga impositiva razonable. Puede ser un rubro interesante en nuestra economía, al que ojalá no lleguemos demasiado tarde”, aseguró Osuna.
El ministro, en sintonía con el discurso del presidente Petro, señaló que la guerra vivida en Colombia se debe a un prohibicionismo absurdo, y que en lo que concierne al cannabis, el problema es cultural y de ignorancia, por lo que es importante apostarle a la libertad individual.
“Hemos sido víctimas de una guerra fallida que se diseñó hace 50 años y que debido a un prohibicionismo absurdo nos ha traído mucha sangre, conflicto armado, mafias y delincuencia (...) Vivimos en un Estado que confía en la autonomía individual y que sabe que cada persona tiene la autonomía moral y el conocimiento para saber qué le conviene y qué no”, expresó el ministro.
Finalmente, el ministro de Justicia confirmó que la regulación debe estar acompañada por políticas sólidas y eficientes para la salud pública. Adicionalmente, Osuna reiteró el compromiso del Gobierno con la aprobación del cannabis, advirtiendo que si el proyecto no pasa, lo presentarán varias veces hasta lograrlo.
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