El anuncio de la reinstalación de la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno nacional y el ELN, hecho este lunes 21 de noviembre, dejó varios mensajes tanto en el discurso como en el desarrollo del acto protocolario que no pasaron por alto.
La delegación de esa guerrilla, en cabeza de Pablo Beltrán, fue la primera en hablar no solo después de la lectura de la declaración conjunta de los países garantes, sino en la rueda de prensa posterior al anuncio. Después de sus intervenciones, hablabaron los delegados del Gobierno nacional, Danilo Rueda y Otty Patiño.
Pero más allá del orden, el discurso de ambas partes se centró en los hechos de cambio que, de acuerdo con ambas partes, (sobre todo el de Beltrán) iniciaron con los estallidos sociales y siguieron en las urnas. En esa medida, mencionaron varias frases relacionadas con la reconciliación, el perdón y las transformaciones que necesita el país.
“Esperamos no fallar a esa expectativa de cambio”, dijo Pablo Beltrán en su intervención. De paso, dijo que las manifestaciones de cambio que exige la sociedad colombiana deben seguir, y el proceso de paz reanudado en Caracas es una de ellas.
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“La labor que tenemos es de reconciliación, de volver a encontrar unos puntos comunes, de construir una nación en paz y equidad” añadió también el jefe negociador del Ejército de Liberación Nacional. Danilo Rueda fue el siguiente en hablar, y en sintonía con lo que dijo su contraparte, también afirmó que los acercamientos entre ambas partes han dado buenos indicios de lo que será esta primera fase de los diálogos.
“Estamos aquí honrando la vida de tantos seres que ya no están porque las violencias han arrebatado”, mencionó el alto comisionado. En ese sentido, señaló que el motivo por el cual el Estado y la guerrilla están sentadas en la mesa es para superar “una conflictividad con inclinaciones políticas”.
“El primer encuentro que hemos sostenido en la mañana de hoy con la delegación de paz del ELN nos está dando certezas y la convicción profunda de que vamos a lograr el propósito que nos suma: ser hijas e hijos de una misma patria con cambios y transformaciones”, dijo también el funcionario del gobierno Petro en medio de la instalación de la mesa de conversaciones. También resaltó la necesidad de llegar a consensos para eliminar toda forma de violencia.
Otty Patiño, que se encontraba al lado izquierdo del comisionado Rueda, fue el siguiente en hablar y lo primero que evocó fue la firma del acuerdo de paz entre el Estado, en ese entonces en cabeza del presidente Virgilio Barco, hace más de tres décadas, y destacó que, pese a las condiciones “precarias” para alcanzar la paz en Colombia (la guerra de los carteles de la droga y el Estado, el accionar de las guerrillas y la conformación de grupos paramilitares para hacerle frente a la insurgencia) se logró construir la Constitución de 1991, que convirtió al país en un Estado social de derecho.
“Hace casi 34 años, Carlos Pizarro firmó con el gobierno de ese entonces una convocatoria a la paz con todos los colombianos; por las circunstancias del país en ese momento era muy difícil que esa paz iniciara, en la cual se arriesgó el M-19” ,dijo el constituyente, que también integró ese grupo insurgente.
“Hoy, como en un ciclo que se cumple, llegamos a un gobierno que promete y yo creo en esa promesa”, manifestó Patiño en su declaración previa al anuncio del reinicio de la primera fase de diálogos que irá hasta mediados de diciembre. Y al igual que Rueda y Beltrán, afianzó su compromiso en concretar un acuerdo de paz en beneficio de todos los actores sociales y con el fin de dar cumplimiento a la apuesta de pacificación planteada por la Alianza Democrática M-19 (A D-M19).
En rueda de prensa, Beltrán fue consultado por el papel de Estados Unidos dentro del proceso de paz, dada la injerencia que ha tenido ese país en el conflicto colombiano, de acuerdo con lo manifestado por el jefe del ELN en su intervención.
“El papel de Estados Unidos en América Latina ha sido muy nefasto para los procesos de paz”, sostuvo Beltrán. De paso, dijo que los diálogos de La Habana tuvieron la oposición de varias agencias norteamericanas para que lo pactado entre el Estado y las antiguas Farc se implementara después de la firma.
“La fracasada guerra contra las drogas lleva 50 años y está cada vez más peor el problema (sic)”, puntualizó el comandante del ELN. Propuso buscar alternativas al narcotráfico argumentando que Estados Unidos es el principal consumidor de cocaína que se produce en Colombia. Danilo Rueda, por su parte, habló de la liberación de Violeta como gesto para fortalecer los canales de diálogo con esa guerrilla.
“Es una convicción del presidente Gustavo Petro de brindar confianza, y esos signos de confianza nunca son negación del Estado de derecho”, dijo el alto comisionado sobre esta medida. También sostuvo que ese tipo de gestos están basados en el principio de buena fe y darán tranquilidad en aras de lograr transformaciones territoriales y otros cambios a medida que avancen las conversaciones.
“El ELN no pide nada, eso es muy importante, porque algunos nos han dicho ¿cuántas curules quieren en el Congreso? Pero no las necesitamos; el problema es Colombia”, dijo finalmente Pablo Beltrán sobre la agenda que tiene contemplada para trabajar en los diálogos y la cual se compone de seis puntos, tres de ellos enfocados en la ciudadanía.
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