Optimizar el manejo fiscal y la estrategia de comunicación del Gobierno Petro serán claves para estabilidad económica en 2023

El 2023 debería ser un año de ajuste por el lado macroeconómico y esto se debería dar por el compromiso con la regla fiscal, afirmó el analista senior de Moody’s Investors Service, Renzo Merino

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Colombia enfrentaría una dura desaceleración
Colombia enfrentaría una dura desaceleración económica en 2023. REUTERS/Luisa González

Una comunicación clara del Gobierno nacional con mensajes concretos y fundamentados frente a la dirección de las políticas macroeconómicas, así como un mejor manejo fiscal y una mayor confianza inversionista serán fundamentales para mantener la estabilidad económica de Colombia en 2023, si se tiene en cuenta que será un año de desaceleración y con una eventual recesión económica.

Así lo dieron a conocer analistas de Moody’s y el Banco Davivienda en la participación que tuvieron en la reciente sesión del Comité de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) en el que analizaron las perspectivas económicas en Colombia para 2023.

“En temas económicos, institucionales y de susceptibilidad a eventos de riesgo, Colombia tiene, en una escala global donde más de 140 países, una fortaleza moderada. El punto débil del país, actualmente, y esto se da a partir de la pandemia, es la fortaleza fiscal”, explicó el analista senior de Moody’s Investors Service, Renzo Merino.

En este sentido, el director de Estudios Económicos de Davivienda, Andrés Langebaek, coincidió en que el caso colombiano es bastante complejo porque del 2019 al 2022 se tuvo, por el fracaso en las políticas de ajuste fiscal, un incremento muy fuerte en el déficit fiscal que, también debido al desbalance en las cuentas del sector privado, se sintió en un déficit muy fuerte en términos de cuenta corriente, uno de los más grandes en conjunto con Chile.

En cuanto al contexto financiero, Merino aseguró que, ante mayor incertidumbre hay mayor ruido y esto puede causar más volatilidad en los mercados financieros. Además, se vive un periodo donde hay mayor polarización política, lo cual aumenta el volumen de ese ruido y conlleva a que los inversionistas se vuelvan más sensibles a ciertos factores que les permiten diferenciar entre riesgos de diferentes activos, países, gobiernos, etcétera y esto puede llevar a que algunos países se vean más impactados, tanto positiva como negativamente.

“En el caso específico de Colombia, hemos visto que, si bien dichas condiciones afectan tanto a los países avanzados como emergentes, hay ciertos problemas de comunicación dentro del Gobierno nacional que aumentan en este momento ese ruido y llevan a que haya más volatilidad para el país. Asimismo, anuncios cortos, como tuits o ciertos discursos donde no hay un contexto más amplio que sustente desde una perspectiva técnica estos anuncios, pueden conllevar también a esa volatilidad”, advirtió Merino.

Para el analista de Moody’s, una comunicación clara del Gobierno nacional también será critica frente a la tasa de cambio en el corto y mediano plazo, ya que más allá de las normas del mercado, un tema clave para el tipo de cambio y las dinámicas que se verán hacia adelante es la comunicación y la claridad del mensaje.

“El asunto de la transición energética, por ejemplo, es algo que se conversa en el mundo, pero hay que hacerlo de una manera en que se entienda cómo se hará y qué es lo que se trata de hacer, entonces, en la medida en que el Gobierno pueda optimizar su estrategia de comunicación y sustentar desde una perspectiva técnica lo que va a tratar de hacer en cuanto a las políticas hacia adelante, eso también podría ayudar al tipo de cambio”, enfatizó Merino.

Al respecto, Langebaek concordó, en cuanto a la tasa de cambio, en que Colombia, entre los países que tienen bancos centrales independientes, es el que presenta mayor devaluación, fruto de una situación fiscal deteriorada desde 2020, el fuerte déficit en cuenta corriente y, más recientemente, tanto por las declaraciones inoportunas de algunos funcionarios del nuevo Gobierno, como por la elevada carga de impuestos al sector petrolero.

Crecimiento económico se desacelerará y la inflación seguirá alta en 2023

En cuanto a las perspectivas para 2023, Moody´s prevé que será un año complejo en la medida en que el crecimiento económico se desacelerará entre el 1 % o 2 % el próximo año y la inflación seguirá alta, cerca al 6 %, por lo que Colombia deberá llevar a cabo ajustes tanto en el ámbito fiscal como en las cuentas externas.

“El 2023 debería ser un año de ajuste por el lado macroeconómico y esto se debería dar dado el compromiso con la regla fiscal o la desaceleración económica misma, pero lo que sí hay que resaltar es que si las condiciones financieras que hemos visto anteriormente con temas donde los anuncios del Gobierno pueden amplificar las tendencias que se ven en los mercados financieros, esto puede conllevar a que los ajustes necesarios sean mayores para Colombia y esto podría complicar la gestión del Gobierno”, advirtió Merino.

Al respecto, el director de Estudios Económicos de Davivienda aseguró que, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un crecimiento de 2,2 % para Colombia en 2023, desde la entidad se cree que será del 1 %, pero con algún riesgo a la baja y una probabilidad de tener alguna recesión el próximo año.

“Si bien, el crecimiento de Colombia en 2022 es bueno en el contexto regional, no es sostenible porque existe algo de prosperidad al deber. El 2023 será un año de fuerte desaceleración de la economía fruto de la situación económica internacional menos favorable y del ajuste interno que se debe emprender. Si bien el escenario base es de crecimiento, no se descarta que podamos llegar a tener una recesión”, advirtió Langebaek.

A su vez, resaltó que también preocupa el desempeño de la inversión en 2023, fruto del aumento en el costo de uso del capital, mayores tasas de interés, devaluación y aumento en la tasa efectiva de renta para el sector privado, así como por la incertidumbre por el alcance de las políticas que aplicaría el nuevo Gobierno.

Frente a este punto, el analista de Moody’s señaló que, entendiendo que hay sectores de la economía que no están conformes con propuestas como la reforma tributaria, si esto conlleva a que haya una afectación negativa a la confianza de la inversión más allá del 2023, eso podría pesar no solo sobre el crecimiento en adelante, sino también en cuanto a las perspectivas de la calificación para Colombia.

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