Moda sostenible, el gran reto de la industria textil en Colombia para el 2023

El 70 % del total de las emisiones de dióxido de carbono de la industria de la moda proviene de la producción de textiles

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La sostenibilidad empieza a consolidarse como el nuevo paradigma del consumo de moda en Colombia. FOTO: El Bien Social
La sostenibilidad empieza a consolidarse como el nuevo paradigma del consumo de moda en Colombia. FOTO: El Bien Social

En una sociedad cada vez más preocupada por la conservación del planeta, lo relacionado con el uso y optimización de los recursos naturales se convierte en uno de los temas más relevantes en todas las industrias. Incluso, en el sector de la moda los consumidores exigen cada vez más prendas sostenibles.

Según datos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, el 70 % del total de las emisiones de dióxido de carbono de la industria de la moda proviene de la producción textil debido en gran parte al uso de fibras sintéticas procedentes del petróleo, como el poliéster, y al gran consumo de agua que presentan cultivos como, por ejemplo, el algodón, razón por la cual en todo el mundo se originan constantes innovaciones en cuanto a las materias primas.

De acuerdo con la country manager de GoTrendier en Colombia, Ana Jiménez, entre los textiles que surgen para dar respuesta a estos asuntos y que presentan especial crecimiento y aceptación entre los consumidores, se encuentran los de origen animal, como la lana de oveja, la seda extraída de los gusanos de seda, y vegetal como el algodón, el lino o el tencel, una celulosa extraída de las cortezas de los árboles, como el eucalipto, así como textiles orgánicos de nueva generación fabricados a partir de cortezas de piña o imitaciones de cuero a base de fermentación del té de kombucha, entre muchos otros.

“Es importante destacar que los textiles amigables con el medio ambiente o ecofriendly se diferencian de los tradicionales no solo por su materia prima, sino también, en los procesos de producción, ya que tienen un enfoque sostenible, de eficiencia energética y uso de recursos no lesivos contra el medio ambiente (pesticidas, tintes, químicos) y contribuye también a la salud de las personas”, resalta Jiménez.

Y es que los retos en sostenibilidad para la industria de la moda son sólo equiparables con los del sector de los combustibles fósiles, toda vez que carga con el peso de ser la segunda industria más contaminante del mundo de acuerdo con la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).

Modelo de producción circular

Para enfrentar esta problemática la Fundación Ellen MacArthur, en su reporte A New Textiles Economy, respaldado por Green Peace, propuso implementar un modelo de producción circular, basado en cuatro ejes fundamentales:

- Dejar de usar sustancias peligrosas en la producción y reducir los materiales que despidan microfibras.

- Aumentar la durabilidad de la ropa para reducir la pronta obsolescencia y sustitución acelerada de las prendas.

- Mejorar de forma radical el reciclaje, algo que puede lograrse desde el diseño de modas o el incentivo de uso de materiales tanto reciclables como reciclados.

- Volver más efectivo el uso de los recursos y transitar hacia energías y materiales renovables en la producción de ropa.

Se espera que de cara al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) se utilicen cada vez más textiles y telas que generen una menor huella de carbono y se le de la espalda a prendas y ropa fabricada con materiales provenientes de petróleo, poliéster, nailon, acrílico o que generan alto consumo de agua y una amplia expansión de pesticidas.

“En el caso de Colombia y Latinoamérica se tiene una gran expectativa frente al crecimiento de textiles de cáñamo, ya que resultan ser un excedente de los cultivos de cannabis medicinal, y porque entre otras, el cáñamo necesita mucho menos agua y menos pesticidas para su producción comparado por ejemplo con materiales como el algodón”, precisó la country manager de GoTrendier.

De acuerdo con el más reciente informe de Technavio, se espera que para 2026 el mercado mundial de la fibra de cáñamo alcance los 4.280 millones de dólares, un mercado en el que Colombia apenas inició.

Finalmente, Jiménez resaltó la importancia de una mayor implementación de textiles ecológicos para la fabricación de ropa.

“Las acciones que desde la industria de la moda se hacen en busca de la sostenibilidad son motivo de celebración, porque la solución al problema ambiental de la moda vendrá de la suma de los esfuerzos de todos: fabricantes, diseñadores, distribuidores y consumidores”, subrayó.

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