A través de un comunicado emitido por sus directivas el jueves 17 de noviembre de 2022, la empresa francesa Teleperformance informó que dejará de ofrecer el servicio de moderación de contenido para sus clientes empresariales en el futuro. La decisión surgió después de que el Ministerio de Trabajo de Colombia decidiera abrir una investigación contra la compañía tras una serie de denuncias de violación de normas laborales y de seguridad social.
El escándalo contra la compañía de contact center comenzó el 20 de octubre, con la publicación de un artículo del Bureau of Investigative Journalism a través de la prestigiosa revista Time. La investigación periodística denunciaba que los moderadores de contenido para la red social TikTok —tercerizados en el país por Teleperformance— enfrentan duras condiciones laborales, sumadas a presión psicológica insoportable y obstáculos para reclamar sus derechos como seres humanos y trabajadores.
Para llevarla a cabo el polémico artículo, los periodistas hablaron con un grupo de moderadores colombianos para la red social de videos cortos que ya suma más de cien millones de usuarios en América Latina.
La investigación reveló que, mientras un moderador contratado directamente por TikTok en Estados Unidos gana 2.900 dólares cada mes —unos 14 millones de pesos al cambio actual—, una persona que desempeña las mismas funciones en Colombia recibe un salario base de 1.200.000 pesos colombianos —unos 254 dólares— por una jornada de diez horas de trabajo, seis días a la semana. La cifra solo es ligeramente superior al salario mínimo mensual en el país.
Por esa modesta suma de dinero, los moderadores deben reportar todos los días videos con escenas de asesinatos, suicidios, actos de pedofilia, canibalismo, accidentes, escenas sexuales sin censura y todo tipo de vejámenes. Un buen desempeño —clasificar hasta mil videos cortos o 250 videos largos por día y cumplir sus horarios milimétricamente— les concede un minúsculo bono adicional de 300 mil pesos. Pese a las imágenes perturbadoras que ven, despegar la vista de la pantalla por mucho tiempo puede desfasar estas métricas, hacer que pierdan el bono y hasta recibir castigos.
Además. varios de los empleados que fueron entrevistados para el reportaje señalaron que la atención psicológica que recibían por parte de Teleperformance era prácticamente nula, por lo que eran remitidos a sus respectivas EPS para lidiar con las secuelas psicológicas de su trabajo. Pese a que esto es un riesgo laboral y hay reportes de que estos moderadores sufren trauma ocupacional, depresión, ansiedad, soledad, temblores y problemas para conciliar el sueño, ellos deben esperar varios meses para que el sistema de salud colombiano les asigne una cita y recibir ayuda para su problema.
Con todo esto en mente, el 9 de noviembre, el viceministro de Relaciones Laborales, Edwin Palma, pidió a través de su cuenta de Twitter que los trabajadores y organizaciones sindicales involucrados con Teleperformance hicieran llegar “las pruebas sobre presuntas violaciones a las normas laborales”. También informó que la empresa había sido notificada de la investigación en su contra.
Ocho días después, desde París, la multinacional informó que abandonaría la línea de negocio que causó el escándalo en sus sedes de todo el mundo. “Después de reflexionar sobre los comentarios recibidos en días recientes, provenientes de una amplia mayoría de accionistas e inversionistas, sobre su percepción del negocio de confianza y seguridad, Teleperformance ha decidido abandonar el escandaloso negocio”.
El comunicado afirma que, para Teleperformance, el servicio de moderación de contenido es un primer respondiente esencial para proteger a la sociedad del mundo digital y que esta es una de las pocas compañías en el mundo que puede ofrecer este servicio “profesionalmente, a escala global, con los mejores estándares en términos de seguridad y bienestar para los empleados”. También indicaron que están orgullosos de los empleados involucrados en esta línea de negocios.
Sin embargo, se retiran para respetar las opiniones de sus inversionistas y “no aceptarán ninguna oferta de este tipo en el futuro”. El mensaje cierra con una promesa de trabajar con sus clientes actuales para buscar alternativas a este negocio.
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