En Jamundí encuentran cadáver calcinado y no han podido identificarlo

Un cuerpo sin vida y cubierto de quemaduras fue hallado en zona rural de Jamundí (Valle del Cauca) el viernes 18 de noviembre. Debido a la intensidad de las heridas, las autoridades no han podido identificar quién era la persona fallecida o quiénes y en qué circunstancias lo calcinaron con sevicia.

En el sector que conduce al corregimiento de Villa Paz, en zona rural del municipio vecino de Cali, los trabajadores de una hacienda encontraron a una persona rígida sobre el césped. Pese a estar boca arriba, los brazos del cadáver estaban doblados y levantados a la altura de los codos. Su torso aparece contorsionado y sus piernas estaban flexionadas. El cuerpo quedó sin cabello y las facciones de su rostro no se distinguen por las quemaduras.

El cadáver ya fue levantado del sitio donde fue hallado, ya que tampoco se sabe si fue incinerado en el mismo lugar. Ya iniciaron las investigaciones para aclarar la identidad de la persona, las causas y responsables de su muerte.

En el barrio Alfonso Bonilla Aragón, en Cali, un hombre de 27 años acabó con la vida de su madre el 12 de noviembre pasado, mientras él estaba bajo el efecto de estupefacientes. La víctima identificada como Ingrid Coromoto Gómez Izquiel, de 50 años de edad y nacionalidad venezolana, fue atacada por su hijo con arma blanca.

En diálogos con la revista Semana, el esposa de la mujer contó que, “después de almorzar ella se acostó a hacer una siesta al lado de nuestro hijo. Luego de un rato él apareció con las manos llenas de sangre y no podíamos creer lo que había pasado”. Después de los hechos, el joven se entregó la Fiscalía General de la Nación en el centro de Cali. Asimismo, uniformados de la Policía Metropolitana capturaron al agresor, quien decía no recordar lo que hizo y pedía ver a su mamá.

De acuerdo a información, se conoció que la víctima y su esposo trabajaban vendiendo empanadas en el sector y desde hace más de 3 años vivían juntos en la capital del Valle.

“Teníamos tres hijos. Uno de ellos murió por covid-19 hace dos años en Perú, tenía 30 años de edad. Nuestra hija mayor tiene 32 años, vive también en Cali, en el barrio Mojica; por parte de ella tengo dos nietas preciosas que las amo. Y mi hijo de 27 años. Le apasionaba cocinar, ella trabajaba conmigo haciendo empanadas venezolanas. Acá en el barrio la querían bastante con la forma de ella laborar y por su forma de ser, una mujer que no era ni grosera, ni gritona, ni peleona. Todo el mundo está aquí indignado por lo acontecido”, detalló el esposo de Ingrid.

Adicional a esto, no cuentan con los recursos para trasladar el cuerpo de la mujer a su país de origen, por lo que están pidiendo ayuda a la comunidad. “Nosotros vivíamos en Maracaibo, pero ella era de Valle de la Pascua. Si Dios lo permite y nos ayudan, queremos trasladar su cuerpo hasta ese lugar”, concluyó el familiar para Semana.

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