El bocadillo veleño es uno de los postres emblemáticos de Colombia. Tomando su nombre del municipio de Vélez, en el departamento de Santander, su fabricación mezclando guayaba con panela ha dinamizado la economía de la región, ya sea que se considere su fabricación artesanal como la de carácter industrial.
Su importancia y relevancia cultural llevó a que en 2017 se elevará una solicitud ante la Unión Europea para que el bocadillo veleño apareciera en el listado de indicaciones geográficas para productos agrícolas y alimentos, estipulado en el Acuerdo Comercial con dicha comunidad política que está en vigor desde agosto de 2013. Este jueves 17 de noviembre de 2022, tras cinco años de deliberación, este producto tan querido por los colombianos obtuvo dicha distinción.
La mención se dio en el marco de la Comisión de Comercio de dicho acuerdo realizada en Quito (Ecuador). Al respecto se manifestó Luis Felipe Quintero Suárez, viceministro de Comercio Exterior, explicando la importancia de este reconocimiento internacional para la opinión pública:
“La Unión Europea está reconociendo la reputación, las calidades y las características específicas de este producto colombiano, lo cual dará mayor valor al bocadillo y facilitará su comercio. Con el bocadillo veleño ya son 14 productos colombianos a los que el bloque europeo les reconoce la denominación de origen”
En la actualidad, la lista de 14 productos que tienen reconocimiento geográfico por parte de la Unión Europa la conforman, además del bocadillo veleño, los cafés de Colombia, del Cauca, de Nariño, del Huila y de Santander; la cholupa y el bizcocho de achira del departamento de Huila; los quesos Paipa y del Caquetá; y el clavel, la rosa, el crisantemo y el arroz de la meseta de Ibagué.
De acuerdo con lo señalado por el viceministro, actualmente se está trabajando en el reconocimiento de origen de otros tres productos ante la Unión Europea. Estos serían las variantes de café del Tolima y de la Sierra Nevada de Santa Marta, y el cangrejo negro de la isla de Providencia.
Según el sitio oficial de la Unión Europea, las denominaciones de productos pueden recibir el reconocimiento de una indicación geográfica (o IG) cuando se evidencia un vínculo específico con su lugar de elaboración. El reconocimiento de la IG brinda confianza a los consumidores, les permite distinguir los productos de calidad y a los productores les garantiza una comercialización adecuada de sus productos, tomando como referencia su lugar de origen por sí mismo como un estándar de calidad.
Las autoridades colombianas también están trabajando en el reconocimiento de indicaciones geográficas de otros productos artesanales e industriales para ser considerados por la Unión Europea, de momento sin especificar.
En la actualidad, la Unión Europea es el principal importador de productos no mineros energéticos (NME) del país, por lo que su impacto en las exportaciones agrícolas es muy importante para Colombia. Prueba de ello es que durante los primeros nueve meses del 2022 las exportaciones alcanzaron cifras de 2.254 millones de dólares, lo que representa un aumento del 22,7% frente al mismo periodo de 2021.
SEGUIR LEYENDO: