‘Tirofijo’, el fundador de las Farc que nació en Génova, Quindío, y vivió huyendo

A Pedro Antonio Marín Marín muchas personas lo recuerdan por el alias de ‘Manuel Marulanda Vélez’ o ‘Tirofijo’, y se le ha conocido como el fundador y máximo responsable de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla que por cerca de 60 años causó dolor y víctimas en todo el territorio nacional.

De la vida del ‘guerrillero más viejo de la historia’, que transcurrió en gran parte huyendo de las autoridades en medio de la selva, se saben pocos detalles, pero a lo largo de los años se ha podido establecer qué motivó a Marín, un campesino quindiano, para alzarse en armas con una idea revolucionaria.

Para tener una idea de lo poco que se sabe sobre ‘Manuel Marulanda’ solo hay que empezar por su fecha de nacimiento, de la cual él solo sabía que había sido en mayo de 1930. Sin embargo, dependiendo de la fuente en la que se consulte, la fecha puede moverse del 12 de mayo de 1928 al 12 de mayo de 1932, la última podría ser la más confiable, pues fue la que dio en su momento el padre del guerrillero, Pedro Pablo Marín Quinceno.

Más allá de la fecha, lo cierto es que Marín nació en una familia humilde en el municipio de Génova, Quindío, lugar en el que desde muy pequeño desempeñó labores del campo y se buscaba el sustento siendo menor de edad vendiendo carne, dulces, atendiendo tiendas y como constructor. A pesar de haber sido un buen estudiante, abandonó la escuela en quinto de primaria, a los 13 años, por motivos económicos.

Desde muy temprana edad Manuel Marulanda conoció lo que era la violencia al pertenecer a una familia oriunda de Ceilán, en el Valle del Cauca, que huyó de las amenazas que personas de diferentes opiniones políticas ejercían sobre ellos. La familia de Marín se había inclinado por la ideología del Partido Liberal en una época en la que liberales y conservadores se asesinaban entre sí.

A través de su abuelo, Ángel Marín, ‘Manuel Marulanda’ no solo había aprendido las consignas liberales y heredado un rechazo profundo hacia los conservadores, sino que también aprendió artes de guerra.

De hecho, vivió en ese lugar el revuelo por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán y que desencadenó el Bogotazo en abril de 1948. Allí fue testigo de los enfrentamientos entre liberales y conservadores que dejaron como víctimas de asesinatos a varios de sus familiares. Según encontró la CEV, “el 27 de octubre de 1949 los Pájaros de El Cóndor, en venganza por la muerte de algunos conservadores durante El Bogotazo en la zona de Ceilán, incursionaron en ese corregimiento y mataron a 150 personas”.

Desde entonces, personas liberales y de la izquierda colombiana empezaron a formar grupos armados para ‘defenderse’ y esa fue la entrada de Marín a la lucha revolucionaria. Huyendo de esa situación en el Valle, el entonces joven de 20 años regresó a su natal Génova, Quindío, después de estar seis días internado en la selva del Eje Cafetero. Pero al regresar a su pueblo natal, notó que las acciones violentas de Los Pájaros también habían llegado hasta allí.

Entonces Marín decidió formar su propio grupo en el Quindío, así lo retrató en sus notas autobiográficas citadas por la Comisión de la Verdad:

“En Génova me reuní con cerca de diez primos, con Modesto Ávila y sus hijos y con los González de San Juan. Entonces decidimos organizar un grupo armado para comenzar a hacerle frente a esa violencia. Muy pronto corrió el rumor de en qué estábamos nosotros y comenzaron a llegar muchachos dispuestos a la pelea. Fue en poco tiempo que pudimos conformar un núcleo de cincuenta hombres, pero hombres desarmados. Y ese era el próximo paso, conseguirnos las armas”.

A través de su alzamiento en armas Marín se acercó a las organizaciones agrarias que resistían contra los conservadores y terratenientes del país. Mientras tanto empezaba a ser reconocido entre la izquierda y los comunistas como ‘Tirofijo’, alias que se había ganado en medio del entrenamiento militar que recibió por parte del Partido Comunista de Colombia por su buena puntería. Allí mismo adoptó el alias de ‘Manuel Marulanda’ queriendo hacer un homenaje a un activista comunista asesinado tiempo atrás.

A lo largo de sus años como líder de la resistencia armada a ‘Tirofijo’ las autoridades colombianas lo siguieron por cielo, ríos y tierra, y hasta lo reportaron con dado de baja en varias ocasiones. Una de las primeras veces que se habló de la supuesta muerte de Marulanda fue en 1964, cuando se dieron unos fuertes bombardeos al campamento Marquetalia en el Tolima. Así, por varios años, tras algunos combates se rumoraba la posible muerte del guerrillero.

‘Tirofijo’ también demostró un pequeño interés por la paz; sin embargo, en ambas ocasiones desistió en tiempos tempranos a los procesos. En el 82 pactó con Belisario Betancur un cese de hostilidades y la creación del partido Unión Patriótica, pero el inicio del asesinato de los militantes del movimiento político de las Farc provocó e rechazo a continuar las negociaciones.

Luego en 1998 ‘Manuel Marulanda’ inició un proceso de paz con Andrés Pastrana, creando una zona de distensión para arrancar las conversaciones. Pero allí se dio el famoso evento de la ‘silla vacía’, cuando Marín dejó plantado a Pastrana en el lugar.

A pesar de los intentos de varios gobiernos por llegar a un acuerdo de paz con la guerrilla o, en su defecto, capturar a su máximo líder ‘Tirofijo’, la verdadera historia del fundador de las Farc señala que murió en la selva, no bajo un ataque, sino de viejo. En el año 2008, nuevamente los rumores sobre la muerte del guerrillero aparecieron en la prensa; sin embargo, como en anteriores ocasiones había dudas sobre si era una realidad.

Finalmente, con un comunicado oficial de las Farc se dio a conocer que, efectivamente, Manuel Marulanda había fallecido en un campamento de la guerrilla el 26 de marzo, pero a diferencia de lo que muchos pensaban, el hombre no murió en medio de un combate o dado de baja por las Fuerzas Armadas del país. Tirofijo murió por complicaciones de salud que lo llevaron a tener problemas cardíacos.

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