Gabriel Enrique González, el hombre que asesinó a su hijo en Melgar, fue condenado a 45 años de prisión

El escabroso caso del niño fue resuelto por la justicia, en parte porque el criminal se confesó, y aunque la sentencia es muy considerable, fue sujeto de una leve reducción, ya que las autoridades no encontraron antecedentes

Guardar
Gabriel Enrique González, el homicida de niño que apareció sin vida en hotel de Melgar | Vía Facebook
Gabriel Enrique González, el homicida de niño que apareció sin vida en hotel de Melgar | Vía Facebook

Hace poco más de un mes, en el municipio de Melgar, departamento del Tolima, Gabriel Enrique González, de 50 años, decidió asesinar a su hijo Gabriel Esteban, de 5 años de edad, para cobrarle una supuesta venganza a su expareja. El caso que causó mucho revuelo, y que tuvo intervención, incluso hasta por parte de la Procuraduría General de la Nación, final, este fue resuelto. Un juez lo mandó a la cárcel a pagar una condena de 45 años, por haber asfixiado hasta la muerte al menor, en el cuarto de un hotel de dicha población.

Según la información recopilada por las autoridades, que se suma al testimonio de Gabriel González, durante la mañana del sábado 1 de octubre, el sujeto recogió a su primogénito en la casa de su excompañera sentimental, quien residía en el barrio Sierra Morena de la localidad de Usme, al sur de Bogotá.

El asesino le argumentó a la mujer que tenía permiso para visitarlo y llevárselo cada 15 días, por lo que ella aceptó y el menor partió con su padre para el municipio de Melgar. Al siguiente día, domingo 2 de octubre, la madre del infante trató de comunicarse con él, pues ya eran las horas de la tarde y aún no regresaban.

Ante la negativa de las respuestas, ella procedió a enviarle un mensaje, vía WhatsApp, a lo que Gabriel González contestó que buscara una memoria USB, que el día anterior le había dejado en su lugar de residencia. En este dispositivo se encontraba un material audiovisual, donde amenazaba al niño.

Hacia la madrugada del lunes se conoció el desenlace de esta historia, así lo relató la Fiscalía General de la Nación:

“En la noche, padre e hijo llegaron a un hotel en Melgar (Tolima) y se hospedaron en una habitación en el segundo nivel. En la madrugada del lunes, el hoy procesado volvió a escribir al celular de su excompañera sentimental. Indicó que le había quitado la vida al niño y compartió una fotografía que así lo confirmaba. Con la luz del día, pasadas las 7 a.m., el señalado homicida salió del establecimiento de comercio”.

Así fue el desarrollo judicial

Mientras Gabriel González se devolvía a Bogotá, la Dirección de Tránsito y Transporte tenía un retén en inmediaciones del municipio de Nilo, Cundinamarca, por la vía que conecta a Girardot con la capital del país. Según el relato oficial, una vez se percató de los agentes, intentó darse a la fuga por una zona boscosa.

Los uniformados lograron interceptarlo y capturarlo; sin posibilidades de fugarse, González les ofreció 50 mil pesos a los policías para que lo dejaran ir. Es por esto que lo detienen y judicializan, inicialmente, por el delito de cohecho, evento que fue procesado por un juez de control de garantías, a lo que el imputado aceptó.

No obstante, esta situación permitió a las autoridades seguir avanzando con la investigación, por lo que miembros de la Fiscalía, la brigada de homicidios del Cuerpo Técnico de Investigación, entre otros forenses, encontraron el cuerpo del menor asesinado y procedieron a realizar todas las pruebas para esclarecer el móvil.

“Por esta actuación, la Fiscalía presentó a este hombre ante un juez de control de garantías y le imputó el delito de cohecho por dar y ofrecer. El cargo fue aceptado. (...) En atención a la abundante evidencia técnica y científica recopilada, un fiscal de la Seccional Tolima imputó al señalado agresor el delito de homicidio agravado”.
Gabriel González, procesado por el asesinato de su hijo. Tomado de Fiscalía
Gabriel González, procesado por el asesinato de su hijo. Tomado de Fiscalía

En diálogo con Noticias RCN, Pedro Puentes, abogado de la familia de la víctima, confirmó que un juez lo condenó casi que con la condena más alta que se le puede imputar a una persona, por lo que sienten que se hizo justicia:

“El juez dosificó no el mínimo que es 500, sino le puso 540, casi que le pone el máximo dentro del marco legal. Es decir, eso nos da los 45 años y considero que es una sentencia ajustada a derecho”.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar