Desde hace varias semanas el país se encuentra en medio de una fuerte ola invernal. Han sido varios los estragos que han generado las lluvias, entre ellas, además de daños materiales, la pérdida de vidas. En testimonios rescatados por el RCN Radio, el geólogo Jader Muñoz, profesor titular de la Universidad del Tolima, habló de las razones por las cuales, particularmente Bogotá, se inunda como consecuencia de las precipitaciones. Es de recordar que fue esta semana cuando la alcaldesa de la capital colombiana, Claudia López, declaró calamidad pública en la ciudad.
Según comentó el profesional, ante la emisora ya mencionada, “el altiplano Cundiboyacense posee suelos finos que tienden a hacer una mezcla de aguas y sedimentos. Una vez cae al suelo parte de esa agua se infiltra, hace lo que se llama la recarga de los acuíferos, pero esa capacidad de infiltración tiene unos límites determinada por el nivel de saturación de agua que en la medida en que le caiga más agua puede subir”.
A esto, a las condiciones naturales del terreno de la ciudad, se suma el mal trato que se le ha dado a la misma. De acuerdo con el climatólogo Benjamín Quesada profesor del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, quien también habló para el portal informativo, “estamos en el periodo de La Niña, desde hace más de dos años y ese fenómeno en Colombia aumenta las lluvias en el territorio y en particular en Los Andes (...) a tala de bosque indiscriminada favorece aún más el escurrimiento porque apenas cae el agua, se va directamente al punto de encuentro de la cuenca y nutre aún más la intensidad de estas inundaciones”.
En medio de la coyuntura, autoridades han entregado un cálculo en el que reportan la fecha hasta la que iría la ola invernal en Colombia. De acuerdo con el pronóstico realizado por el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, por su sigla en inglés), las precipitaciones se extenderán hasta enero del año 2023. El análisis, que se hizo con la colaboración de la Escuela de Investigación del Clima de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, hace una invitación a las autoridades y a la ciudadanía a seguir alertas.
De acuerdo con datos de entidades que se encuentran al frente de la emergencia, en el territorio nacional más de 100.000 familias se han visto afectadas, mientras que 75.000 casas han resultado con daños de diferentes magnitudes. Cifras de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) señalan que, en lo que va del año en curso, se ha reportado el fallecimiento de 205 personas como consecuencia de las lluvias en el país. A este total se suman 281 heridos, 53 desaparecidos y cerca de medio millón de personas afectadas. También 5.858 viviendas destruidas y 77.816 casas averiadas.
Lo que llama la atención de esos números es que superan, en gran cantidad, lo ocurrido durante el año pasado, cuando se contabilizaron 126 fallecidos. También supera lo registrado en el 2020, cuando se contabilizaron 96 muertes por causas relacionadas a esto. En una entrevista con el diario El País, Javier Pava, el director de la UNGRD, comentó que una situación como la del 2022 solo es comparable con la vivida entre los años 2010 y 2018, cuando, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, el país fue golpeado por una ola invernal que dejó a 300 personas muertas y afectó a un millón y medio de ciudadanos.
Las afectaciones del año 2022, sin embargo, enfatizó el experto, es más grave en términos sociales y económicos.
“Teniendo en cuenta que prevalecen las condiciones de La Niña y es probable que se mantengan durante el segundo semestre del presente año, se esperan acumulados de lluvia por encima de los valores climatológicos en algunas subregiones del territorio nacional, situación que acentuaría los volúmenes de lluvia de la segunda temporada de más lluvias que se presenta entre octubre y noviembre con transiciones entre septiembre y diciembre en la mayor parte de la región Andina y el oriente de la región Caribe”, comentó Yolanda González, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
“Por lo tanto, se recomienda no bajar la guardia en zonas inestables, seguir monitoreando las riberas de los ríos que mantienen niveles altos y tomar medidas preventivas en días que puedan presentarse lluvias extremas”, concluyó la experta.
Según el Ideam, las lluvias que se estiman para el trimestre que comprende los meses de noviembre, diciembre y enero serán superiores al 20% en comparación con los promedios históricos de departamentos como La Guajira, Magdalena, Atlántico, Cesar, Bolívar, Sucre, norte de Córdoba, norte de Chocó y gran parte de las regiones Andina y Orinoquía.
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