Arrancó el debate de lo que sería la segunda gran batalla en el legislativo para el gobierno nacional, la reforma pensional fue presentada, al menos un borrador, en el marco de la instalación de una subcomisión, a cargo del Ministerio del Trabajo, liderada por el viceministro encargado de empleo y pensiones, Juan Carlos Hernández. La normativa va en el sentido de las propuestas de campaña presentadas por el presidente Gustavo Petro. Según se conoció mediante el documento publicado por el Ministerio del Trabajo, la política tendrá tres pilares fundamentales que buscan seguir buscando la llamada justicia social.
El proyecto se presentaría formalmente el próximo año, y por ahora, se dividiría en tres ejes, el primero lo denomina como pilar solidario, significa que se daría una renta básica correspondiente a medio salario mínimo legal vigente y será otorgado a aquellas personas que no alcanzaron a cotizar todas sus semanas, pero que igual le aportaron al sistema.
El segundo es lo referente a lo contributivo, va dirigido para aquellos que ganan más de 4 salarios mínimos, y que hacen sus aportes obligatorios al régimen de prima media, que en este casi es prestado por Colpensiones, que recordemos, son aquellas jubilaciones por vejez, invalidez, para sobrevivientes, indemnizaciones, entre otras y que están a cargo del Instituto de Seguros Sociales.
El tercero, aunque no tiene nombre, podríamos llamarlo complementario, pretende cobijar a las personas que también se ganan más de 4 salarios mínimos, que hacen aportes adicionales al régimen de ahorro individual de las administradoras de fondos de pensiones y de cesantías, conocidas como AFP.
En palabras de la ministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez, la reforma buscará generar una mayor cobertura, principalmente para los adultos mayores:
“Es una reforma estructural, no es una reforma paramétrica, lo que estamos buscando es cómo generar mayor cobertura, para que todos los adultos mayores que hoy están por fuera de la posibilidad de tener una vejez digna, tengan unos elementos que les permitan a través del apoyo del Estado liberar sus recursos y así potenciar una vejez con dignidad y que no vivan de la caridad de sus familias”.
A esto se suma el denominado pilar cero, enfocado al adulto mayor, la población mayormente beneficiada, y que más notoriamente cambiaría la lógica del afiliado al sistema. Esto quiere decir que el Estado solo asumirá un componente básico, y dejaría de responsabilizarse por subsidios, además que todo dependería del ingreso del trabajador.
Hace unos días, un análisis presentado por el Grupo Bancolombia, asegura que estos cambios impactarían severamente a las AFP, principalmente por que los aportes no serían suficientes para cubrir el pago de las mesadas actuales, es por esto que tendrían que liquidar parte de su portafolio de inversiones, con el fin de sanear el detrimento.
Este mismo informe, soportado con las cifras entregadas por la Superintendencia Financiera, señala que este planteamiento generaría pérdidas por 15,7 billones de pesos para estas compañías, en caso de mantenerse la idea tal cual se está presentando.
A esta postura, el gobierno había explicado:
La propuesta no afecta los saldos acumulados por los actuales afiliados a las AFP. Se refiere a los nuevos flujos anuales, y no a los stocks de ahorro. Ningún cambio para los pensionados actuales ni para los que les falten diez años o menos para pensionarse, excepto los impuestos para pensiones altas. Los trabajadores a los que les faltan más de 10 años y menos de 20 años para pensionarse deben escoger de manera definitiva entre mantenerse en el esquema actual de RAIS, el esquema actual de Colpensiones o el esquema de pilares. Los trabajadores a los que les falten mas de 20 años para edad de pensión entrarían al sistema de pilares.
El viceministro encargado de empleo y pensiones, Juan Carlos Hernández, aseguró que la reforma está pensada precisamente en esa justicia social:
“La reforma está pensada en la solidaridad y como enfoque en los derechos, no en la rentabilidad económica en donde la dignidad del adulto mayor debe ser protegida por el sistema dándole un ingreso solidario y universal a la población”.
La intención con estos cambios sería liberarle unos 13 billones de pesos al presupuesto que se le destinan a las pensiones, puntualmente a Colpensiones, esto le daría una mayor estabilidad al fondo para estos recursos, además que con la ponencia definitiva de la reforma tributaria, tampoco se gravarían las mesadas altas, no obstante, estos apartados tan específicos aún no se han redactado, o al menos revelado.
Tras la reunión, se acordó comenzar a generar mesas de diálogo y concertación entre sectores gremiales, sindicatos, el gobierno general y demás actores sociales, y al igual que el texto presentado por José Antonio Ocampo, que estos estén de acuerdo y aporten para lo que sería la ponencia definitiva.
“No debemos destinar un solo peso adicional a un sistema que ha venido absorbiendo la cuarta parte del ingreso tributario por más de 15 años. El mismo sistema debe reestructurarse para que financie la expansión de cobertura.(...) Un sistema pensional debe cumplir de manera eficiente cada función. Para lograrlo, la lógica Multipilar asigna funciones diferenciadas y complementarias a cada componente del sistema”, había explicado previamente el gobierno nacional, en un análisis realizado con Fedesarrollo.
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