Durante las últimas semanas se han conocido casos de extorsiones en Risaralda, en las que se estableció que en su mayoría de las llamadas provienen de la cárcel de La Dorada Caldas. Por esto, las autoridades del departamento solicitaron la intervención a este centro penitenciario.
Se identificó que, este delito de extorsión creció un 20% este año en el departameno y según el Gaula son 38 casos registrados, el 67% fueron llamadas son realizadas desde la cárcel de alta y mediana seguridad de La Dorada Caldas.
De acuerdo con el secretario de Gobierno encargado de Risaralda, Samir Palacio, estas intervenciones aumentaron por la llegada del fin de año.
Además, desde el Gaula Componente Policía en Risaralda, informaron que en lo que va del año se han registrado 7 casos más de extorsión en el departamento comparado con la vigencia 2021.
Con esto, los organismos de seguridad de ambos departamentos realizarán operativos en la cárcel con el fin de contrarrestar este delito que vienen afectando principalmente a los comerciantes del departamento de Risaralda.
Cabe resaltar que, las víctimas de estas extorsiones son generalmente contactadas para realizar labores en zona rural de la región, y al llegar al lugar reciben una llamada en la que les indican que están secuestradas, al parecer, por presuntos grupos armados ilegales.
Por su lado, sus familiares también reciben una llamada en la que les piden dinero para la liberación o rescate, y ante la angustia han realizado los pagos.
Desde el Gaula han desarrollado una campaña denominada ‘yo no pago, yo denuncio’ con la que invitan a los ciudadanos a denunciar estos casos por medio de la línea 165 y no entregar dinero ni información personal al recibir dichas llamadas.
Según información del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo (Siedco) de la Policía Nacional de Colombia, extraída y analizada por miembros del centro de pensamiento Futuros Urbanos, las denuncias por el delito de extorsión en Colombia están presentando un aumento en varias ciudades del país, especialmente en las intermedias. Además, se identificó que la extorsión telefónica ha sido la modalidad más frecuente de este delito en los últimos cinco años.
La extorsión es pasar por encima de la voluntad de otra persona para obligarla a hacer (o no hacer) algo o tolerar determinada situación, so pena de hacerle daño a su integridad, a sus cosas o a sus seres queridos. A través de cartas directas, llamadas telefónicas, redes sociales y hasta visitas en la puerta de la casa o establecimiento comercial, los delincuentes intimidan a sus víctimas con amenazas, secuestros, daños a sus propiedades o a su integridad y hasta sicariato.
Detrás de este tipo de delitos hay bandas criminales dedicadas a actividades como los préstamos informales —gota a gota o pagadiarios— y el microtráfico en los barrios de estas ciudades. Además, estas bandas estarían diversificándose: según lo que dijo al diario El Espectador el director de Futuros Urbanos, Ómar Oróstegui, “la extorsión ha evolucionado a otros delitos a través de medios digitales y otros elementos. La sextorsión es algo que poco conocemos, por ejemplo. El delito está creciendo y no como se está enfrentando el fenómeno”.
Según el artículo 244 del Código Penal Colombiano, quienes sean culpables de extorsión pueden ir a la cárcel por un periodo entre ocho y diez años. A pesar de que existen dos unidades de la Policía Nacional dedicadas a combatir este flagelo —el Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula) y la Dirección de Antisecuestro y Antiextorsión (Diase)—, es posible que exista un gran subregistro porque las víctimas tienen miedo a las consecuencias de denunciar. Con todo, en el último año se dispararon las cifras.
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