La Policía Metropolitana de Bogotá informó que por medio de la Seccional de Investigación Criminal Bogotá adelantó, en las localidades de Bosa y Kennedy, operativos de control a establecimientos en los que se comercializan medicamentos.
En este operativo los investigadores encontraron medicamentos de uso institucional alterados en su leyenda de ‘prohibida su venta’, además de algunos vencidos, los cuales estarían a punto de ser distribuidos a la comunidad.
De acuerdo con la declaración entregada por las autoridades: “Este resultado se logró luego de una información entregada por peritos de empresas que agremian a laboratorios y farmacias de cadena en Colombia, por lo cual recolectaron elementos de prueba para ingresar a tres establecimientos en los que con expertos comprobaron las irregularidades descritas por los afectados”.
Los agentes de policía informaron que en los allanamientos se encontraron que 3.892 medicamentos, avaluados en $30 millones de pesos, los cuales presentaban irregularidades lo que desencadenó los cierres temporales de los establecimientos y la imposición de tres comparendos de $950.000.
La Policía Nacional agrego que: “Aunque no se registraron capturas, es importante destacar que las investigaciones prosiguen por los delitos de usurpación de derechos de propiedad industrial y corrupción de alimentos, medicamentos y material profiláctico”.
La Policía de Bogotá finalmente hizo un llamado a la comunidad para denunciar cualquier irregularidad que encuentren al respecto, al tiempo que adquieran sus medicinas y demás en establecimientos de confianza y reconocidos.
Por otra parte, en la Costa Caribe y el Centro del País cayó una red que falsificaba medicamentos para el cáncer. Las autoridades desmantelaron una red delictiva que se dedicaba a falsificar y comercializar medicamentos de alto costo, la mayoría de uso para personas diagnosticadas con cáncer.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, tras las labores investigativas se estableció que los miembros de este grupo criminal adulteraban medicamentos que son de uso exclusivo del sistema de salud, para posteriormente venderlos directamente al público.
Se estableció que los delincuentes al parecer obtenían los medicamentos de manera irregular a través de algunas Entidades Prestadoras de Salud (EPS). En muchas ocasiones las sustancias ya estaban vencidas por lo que además alteraban las fechas de vencimiento y lotes de fabricación.
Así mismo, la red delictiva cubría las leyendas en las que se establecía que esos medicamentos eran de uso exclusivo del sistema de salud y además aprovechaban para venderlos a un costo superior al que realmente tenían.
Los lotes de medicamentos para el cáncer y otras enfermedades eran comercializados en la costa caribe y el centro del país, específicamente en Barranquilla, Santa Marta, Montería y Medellín.
Las investigaciones establecieron que para poder comercializar los medicamentos alterados, la estructura criminal se valía de una asociación dedicada a la atención de personas diagnosticadas con cáncer. Pero además, también se distribuían en farmacias de las ciudades mencionadas.
Además de vender ilegalmente los tratamientos para el cáncer y otras enfermedades, esta red al parecer comercializaba medicamentos que generan adicción o dependencia y que, por lo tanto, solo deben ser recetados por profesionales de la salud.
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