En un hecho de intolerancia en Nuquí (Chocó), en el Pacífico colombiano, resultó asesinado Armando Hanipe Cabrera, otro líder social indígena, con el que este mes se llega a seis homicidios de estas personas que representan a sus comunidades o trabajan por la defensa de los derechos humanos.
Según informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), lo hirieron mortalmente con arma blanca cuando trataba de mediar en una riña, el pasado miércoles 9 de noviembre.
En esa ONG indicaron que Hanipe Cabrera era reconocido en la mencionada población chocoana porque trabajó por el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas a través de la conservación de la música tradicional Embera. Además, formaba parte del cabildo CAMIZCOP del río Nuquí.
Sobre este nuevo hecho de violencia, se pronunciaron en la alcaldía municipal, donde enviaron sus condolencias a sus allegados.
“La pérdida de Armando hanipe Cabrera enluta a las comunidades indígenas del Municipio de Nuquí que lo recuerdan como un indígena que se caracterizaba por su liderazgo, generosidad y amabilidad; todo un ejemplo de superación, perseverancia y lucha por el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas que habitan en el territorio a través de la música tradicional embera (sic)”, expresaron en una publicación de Facebook.
En Indepaz informaron que con este nuevo homicidio se llega a 162 líderes sociales asesinados en lo corrido de este 2022, y 1.389 desde la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las Farc.
Este sería el cuarto líder indígena asesinado esta semana, luego de que se conocieran los crímenes de Francisco Sarco Pipicay, de 29 años, y Carlitos Urágama Cano, de 23 años. Ambos eran integrantes de la Asociación de Víctimas Indígenas del Chocó y de la Guardia Indígena de la comunidad Emberá Playa Bonita.
Indepaz informó que los dos líderes de las comunidades ancestrales fueron ultimados por hombres armados quienes irrumpieron en la vivienda familiar en la que se encontraban durante la noche del pasado viernes 11 de noviembre.
En el periódico regional Chocó 7 Días detallaron que el crimen ocurrió en las inmediaciones del balneario turístico de Chaparraidó donde residían los dos hombres. Indicaron que los asesinos los obligaron a tenderse en el piso de palma y les dispararon delante de sus familias. Reseñaron también que otro indígena resultó gravemente herido, tras recibir cinco balazos, y atribuyeron el crimen al Clan del Golfo.
La otra víctima, Juvencio Cerquera, era integrante de la Guardia Indígena, también fue autoridad del resguardo de Paletará y un mayor sabedor. “Hacía parte del proceso de liberación de la Madre Tierra que se adelante en el municipio”, agregaron en Indepaz.
En esa ONG informaron que este fue asesinado en medio de las tensiones que hay por la tenencia de la tierra entre la comunidad indígena y la multinacional Smurfit Kappa Cartón Colombia. Agregaron que, de acuerdo con los medios locales, más personas resultaron heridas por dicha situación en la región.
Y es que en lo que va corrido de noviembre, el macabro contador de homicidios de líderes sociales llegó a seis, sumando los crímenes de Dositeo Ojeda Mena en Taminango (Nariño) y de Edgar Ayala Pinto, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Ciudad Rodeo, en el occidente de Cúcuta (Norte de Santander).
Aunque hubo optimismo en septiembre, ya que la cifra de homicidios de estas personas llegó a ocho en ese mes, cuando se tiene un promedio de 13 crímenes mensuales, pareciera que en el país se sigue sin avances para salvaguardar la vida e integridad de estas personas, ya que en octubre hubo 15 homicidios de líderes sociales y los grupos armados ilegales en el país no dan muestras de querer cesar la violencia.
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