Este 15 de noviembre se cumplen 100 días de Gustavo Petro como presidente de Colombia; 100 días desde que la izquierda dirige, por primera vez, la nación; 100 días desde que, según varias personalidades, cambió el paradigma económico y social que había marcado el desarrollo del país a lo largo de su historia republicana; estos son algunos de los logros que reclama el Gobierno nacional.
El mandato de Petro ha sido ‘vendido’ a la opinión pública como el ‘Gobierno del cambio’ y, en su agenda -bastante ambiciosa- ha traído consigo propuestas que, casi desde el 7 de agosto, han levantado polémica, algunas de las cuales, sin embargo, ha logrado sacar adelante.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, y los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro, del Pacto Histórico, dieron una visión a Infobae Colombia de lo que ha hecho el mandatario y su equipo de Gobierno entrando a su cuarto mes en el poder.
LOS GOZOSOS
La reforma tributaria
El presidente Petro no solo logró alcanzar mayorías en el Congreso de la República, sino que, a pesar de pronósticos desfavorables, alertas económicas y advertencias desde diferentes sectores, logró sacar adelante una reforma tributaria, proyecto que no consiguió el gobierno anterior. Con ella, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, espera recaudar 20 billones de pesos en impuestos para financiar varios de los programas sociales del Gobierno nacional.
La iniciativa, sostienen Petro y su ministro de Hacienda, es la más progresista de la historia y pone a tributar a los colombianos con mayores ingresos, con el fin de llevar programas sociales a los menos favorecidos; contempla mayores gravámenes para el sector de los hidrocarburos, especialmente del petróleo, criticados por las empresas privadas pero respaldados incluso por el presidente de Ecopetrol; además, pone impuestos a los alimentos ultra procesados y a las bebidas azucaradas.
Las tierras
Impensablemente, el primer mandatario colombiano logró un acuerdo -considerado como histórico- con la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para comprar tres millones de hectáreas con el fin de promover la reforma rural integral en cabeza de la ministra de Agricultura, Cecilia López.
Uno de los hitos de este suceso es que Petro logró negociar con quien fuera uno de sus mayores críticos antes de llegar al poder: José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán y esposo de una de sus hoy más férreas opositoras en el Legislativo, la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.
Para el senador Iván Cepeda, el que este acuerdo se haya logrado en este gobierno y no en el de Iván Duque, que tenía mayor afinidad ideológica con los Lafaurie Cabal, se debe a que hay un verdadero deseo de apoyar la implementación del acuerdo de paz con las extintas Farc. “Yo creo que hay un deseo auténtico de producir cambios en el mundo rural en Colombia. Creo que esos cambios son de conveniencia, no para tal o cual sector, sino para el país”, señaló el congresista a este portal.
El jefe de Estado también se ha empeñado en cumplir una de sus promesas en campaña: devolverle las tierras a las víctimas del conflicto armado utilizando predios arrebatados al narcotráfico; por lo cual, recientemente, se le vio en Montería, en la finca Támesis, propiedad del clan Castaño. Con ese predio, Petro reparó a varias familias que sufrieron el flagelo de la guerra.
El ‘chicharrón’ con Venezuela
Quizá uno de los logros por los que más ‘saca pecho’ el presidente colombiano, varios de sus ministros y la mayoría de sus más fieles escuderos en el Pacto Histórico, es haber logrado la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela.
Además, Petro envió a Armando Benedetti, a quien se considera uno de sus mayores ‘alfiles’ políticos, como embajador de Colombia en Venezuela para retomar las relaciones diplomáticas entre los países, las mismas que el expresidente Iván Duque se negó a restablecer.
Independientemente de la resistencia que produce la amistad de Petro con el dictador venezolano, Nicolás Maduro, hay consenso en que mantener cerrado el paso entre los dos países afectaba principalmente a los habitantes de la frontera y la economía del país en general, además de generar problemas de seguridad y de orden público.
Permitir que, de manera legal, los ciudadanos de ambos países empiecen a transitar de un lado a otro, la reactivación, aunque aun precaria, del comercio entre ambos países y los anuncios de las naciones de luchar en contra de la ilegalidad en la región, han sido bien recibidos, incluso por sectores de la oposición.
Por fin, Escazú
El 11 de octubre, y luego de que el Congreso lo dejó hundir en varias oportunidades en el pasado, por fin el tratado regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como Acuerdo de Escazú, se abrió paso para convertirse en ley de la República, impulsado por la bancada oficialista. El mandatario, antes de partir a su gira por Egipto, dejó firmado lo que los legislados colombianos aprobaron en un candente debate. Esta fue una promesa de campaña que cumplió el presidente.
La “dichosa” Paz Total
Se trata de una iniciativa, aún no muy bien definida, con la que el gobierno Petro buscará desarmar a los rebeldes, criminales y narcotraficantes. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) está incluida y, como bonus de los logros, se espera en las próximas semanas se retomen los diálogos con esa estructura.
Aunque aun hay muchos vacíos sobre cómo, cuándo y con quienes se implementarán estos procesos y las críticas llegan de todos los sectores (incluso, de algunos que apoyan al Gobierno y no ven con buenos ojos la inclusión de delincuentes comunes y desertores del anterior proceso de paz en estas conversaciones), el Gobierno puede anotarse una medalla por haber logrado la aprobación en las dos cámaras del Congreso de la República la prórroga de la llamada ley de Orden Público, que le da piso legal al proyecto de Paz Total, y la convierte en política de Estado.
Sin embargo, ¿es posible que en cuatro años se alcance esa ambiciosa iniciativa? Esto dijo Iván Cepeda: “Yo creo que sí es posible y creo que se adelantará la tarea en un porcentaje significativo. Ahora, que pueda terminar todos esos diálogos en acuerdos o en procesos exitosos de sometimiento a la justicia, lo veremos. Pero aquí lo fundamental es que este camino es irreversible. Es decir, que está planteada una hoja de ruta y vamos a ir a desarrollarla en todos sus aspectos con total decisión”.
Los PMU
Con la implementación de los Puestos de Mando Unificados por la Vida, instalados en varios de los municipios y sectores más violentos de Colombia, el Gobierno nacional busca escuchar a las comunidades y detener los asesinatos de civiles; han contado con la presencia de varios ministros y del mismo Petro, como el de Ituango, Antioquia y, aunque aún continúan los asesinatos de líderes sociales y se han agudizado los conflictos por la tenencia de la tierra y las invasiones, estos encuentros han permitido que el Gobierno refuerce su apoyo popular en las regiones.
“Diseñamos, junto con las plataformas de Derechos Humanos y la Comisión de Paz del Congreso, un plan de choque que comprende 49 medidas que estamos implementando en el territorio, que nos ha llevado a instalar 177 Puestos de Mando Unificado por la Vida, que en el mes de septiembre permitió reducir el asesinato de líderes sociales en un 46% y que en estos 100 primeros días nos está permitiendo dar una cifra muy importante en la reducción de asesinatos de excombatientes firmantes del acuerdo de Paz en el 58.4%” , resaltó el ministro del Interior Alfonso Prada.
Presupuesto general
De acuerdo con varios congresistas alternativos, en el Presupuesto General de la Nación, que recientemente aprobó el Legislativo colombiano, el jefe de Estado y su comitiva ministerial giraron “históricos” porcentajes para temas de interés general como: de 12 a 14 billones para la implementación del acuerdo de paz e incrementos de 1.25 billones para educación y 2 billones para el agro.
Otros
Petro también ha anunciado como logros la eliminación del servicio militar obligatorio y la transformación del cuestionado Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), aunque estos, como otros planes aún tiene aspectos por definir.
LOS DOLOROSOS
Sin embargo, no todo han sido anuncios rimbombantes. La llegada de Petro al poder ha implicado cambios sustanciales que tendrían en aprietos las finanzas del país. Quizá lo que más se le cuestiona al primer mandatario es su ya muy común ligereza para hablar de ciertos temas mediante su cuenta de Twitter. Por ello, según han dicho varios expertos, las redes le han jugado una mala pasada al país.
El dólar
Como nunca antes, sin perder de foco que es una situación mundial impulsada también por la guerra entre Rusia y Ucrania y la difícil situación económica que atraviesa gran parte del planeta, el peso colombiano ha presentado devaluaciones nunca vistas. Incluso, aunque la semana anterior a la redacción de este artículo, el dólar en la nación del café se cotizaba por encima de los 5 mil pesos, gradualmente comenzó a descender. Esa devaluación, según varios sectores de oposición, también está relacionada con las afirmaciones de varios ministros y del mismo presidente Petro.
Para la congresista María José Pizarro, esto no es así: “Nosotros estamos viviendo las consecuencias de una guerra en Europa que va a tener consecuencias en América Latina. Es decir, nosotros no podemos asociar que el alza del dólar está estrechamente relacionada con el hecho de que el presidente Gustavo Petro llegara al poder”, agregó la dirigente, que fue quien le colocó la banda presidencial a Petro el día de su posesión.
La inflación
De acuerdo con los más recientes datos del Dane la inflación colombiana en octubre llegó al 12,2% anual, la más alta de los últimos 23 años, y es posible que termine el año alrededor del 13%; aunque, como sucede con el dólar, casi la totalidad de los analistas reconocen que las cifras están impulsadas por un aumento de la demanda mundial, también es indudable que fenómenos internos como el alza en los combustibles, la misma inestabilidad del dólar y la expectativas por la creación de nuevos impuestos influyen en el aumento del Índice de Precios al Consumidor, que afecta los bolsillos de todos los colombianos, especialmente de los menos favorecidos, que deben reducir, aún más, el consumo de elementos básicos, como los alimentos, debido a las alzas. Tratar de frenar la inflación, sin afectar el crecimiento económico es uno de los más importantes retos del Gobierno nacional.
Irene Vélez
La ministra de Minas y Energías se convirtió en una de las figuras más conocidas del Ejecutivo, pero no por su labor al frente de una de las carteras más importantes del Gobierno, sino, principalmente, por sus reiteradas salidas en falso, como le dicen a sus equivocaciones en las redes sociales y en la prensa. Sus dichos, aseguran algunos analistas, incluso, han causado que el dólar suba de precio y que baje el valor de las acciones de Ecopetrol, entre otros efectos.
La funcionaria enfrentará una moción de censura en su contra que podría alejarla del Ejecutivo. Sin embargo, ni el ministro Prada, ni los senadores entrevistados, consideran que ese proceso prospere en su contra. “Yo creo que Irene, como ministra de Minas, ha hecho una gran tarea. No ha dicho una sola mentira jamás”, señaló el ministro del Interior. Por su parte, el senador Iván Cepeda, está seguro de que, dado que el gobierno tiene a casi todos los partidos en su coalición, es poco probable que voten para sacar a Vélez de la cartera.
“La ministra ha mostrado resultados y ha planteado posiciones y debates que creo que son válidos y no es a través de la moción de censura, sino del debate argumentado que se debiera intentar controvertir”, aseveró el senador Cepeda.
La impuntualidad
Desde su llegada como inquilino de la Casa de Nariño el mandatario ha dejado plantadas a todo tipo de personas: militares, taxistas, alcaldes y gobernadores e, incluso, a sus mismos ministros y hasta el presidente de Francia y los líderes que asistieron a la COP 27. Esto ha sido objeto de múltiples cuestionamientos no solo de parte de la oposición a su gobierno, sino incluso de varios de sus aliados y coequiperos políticos
Los gastos de la Casa de Nariño
Este ha sido de los temas que más han dado de qué hablar desde que el líder del progresismo en Colombia asumió las riendas del país. De acuerdo con diferentes versiones, el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) usó 170 millones de pesos en gastos que indignaron a los colombianos: televisores de casi 30 millones, plumones de ganso de más de 8 millones, entre otros electrodomésticos. Por su parte, la fiesta de posesión de la vicepresidenta Francia Márquez costó 52 millones, que incluyó la contratación de un chef que cobró más de 20 millones.
¿Y la austeridad? Esto respondió Iván Cepeda.
“Yo creo que ahí hay mucho de farándula y de ruido. La realidad es que el Gobierno, y el doctor Lizcano (director del Dapre) ha hecho un ahorro de 4 billones de pesos de los gastos de la Presidencia de la República. Así que lo otro es, simplemente, a mi modo de ver, una reacción que intenta de alguna manera minimizar este importante aporte en materia de austeridad que ha hecho el Gobierno. El Gobierno ha sido austero y ha recortado severamente los gastos de la Presidencia de la República”, señaló el congresista.
Nicolás Maduro: amores y odios
El encuentro entre Petro y el dictador venezolano, aunque era casi un hecho que se daría luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas, causó la reacción desmedida de varios figuras políticas, especialmente de la oposición nacional, como Enrique Gómez, quemado en las urnas en las elecciones presidenciales, y la congresista María Fernanda Cabal. Así como de también de personajes internacionales de diferentes tendencias ideológicas, incluyendo a la hoy directora de Human Right Watchs para las Américas, la exrepresentante del Partido Alianza Verde Juanita Goebertus, quien le pidió al mandatario colombiano exigirle al líder del régimen venezolano compromisos concretos para la democracia en su país.
Para el ministro Alfonso Prada, quien calificó al presidente Petro como un “demócrata”, el mandatario colombiano respaldará cualquier proceso donde se priorice la democracia. “El presidente Gustavo Petro es un demócrata, yo estoy seguro que apoyará aquí y en cualquier parte del mundo la democracia”, dijo a este portal.
Relaciones con Nicaragua
Una dura polémica se le armó al presidente luego de que nadie de su gobierno estuvo presente en una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde juzgarían a Nicaragua por violación de derechos humanos. El embajador encargado, Luis Ernesto Vargas, dijo que era porque no se había posesionado. Desde todos los frentes políticos se le hicieron durísimos cuestionamientos.
Aunque recientemente el presidente Petro acusó al dictador nicaragüense Daniel Ortega de querer quitarle el mar a Colombia, lo cierto es que la posición oficial del gobierno colombiano sobre las reiteradas violaciones a los derechos humanos en el país centroamericano aún sigue sin ser muy clara.
Ahora, faltará ver cómo enfrenta el gobierno Petro la recesión que, muy probablemente, vivirá el mundo. Además, las expectativas recaerán en el recaudo de la reforma tributaria. Sobre Petro recaerá el peso de la izquierda y de próximos presidentes de esa ideología, a la que tanto celo le habían tenido los colombianos.
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