La aplanadora del presidente Gustavo Petro en el Congreso de la República le ha servido para aprobar varios de sus ambiciosos proyectos, como la Paz Total y la reforma tributaria, en menos de cuatro meses desde que llegó como mandatario a la Casa de Nariño. El éxito de sus iniciativas en el legislativo se debe al respaldo de sus más fieles escuderos; uno de ellos, el experimentado senador progresista Iván Cepeda Castro, quien se sinceró sobre lo ocurrido en la nación cafetera desde que la izquierda la dirige. Este es su diálogo exclusivo con Infobae Colombia:
— Infobae: Senador, usted es de las figuras más representativas del Pacto Histórico, la bancada de Gobierno, ¿cómo analiza esos primeros 100 días de Petro en el poder?
— Iván Cepeda: Yo creo que de manera satisfactoria, porque hemos cumplido un primer nivel de lo que son nuestros objetivos tácticos y estratégicos, por decirlo de alguna manera. Es un gobierno que tiene características que permiten emprender la tarea ambiciosa que tiene nuestro programa. Un gobierno conformado de manera pluralista en todos los sentidos, que cuenta con destacadas figuras del movimiento social y popular, representantes del Pacto Histórico y de los partidos que lo integran, pero, al mismo tiempo, con figuras políticas que provienen de, digamos, una tradición liberal, que estuvieron ligados a los gobiernos del presidente Juan Manuel Santos, pero también que vienen del conservatismo y de otras tradiciones políticas; así que es un gobierno amplio, incluso yo diría de coalición. Tenemos un gobierno que tiene la capacidad tanto profesional como política para realizar el trabajo que se ha encomendado.
En segundo lugar, es una bancada amplia, también mayoritaria, que está integrada en primer lugar por los congresistas del Pacto Histórico en ambas cámaras, que son una cifra importante de congresistas, más de 50, pero también por una amplia coalición con la que hemos podido trabajar, obviamente con vicisitudes, que son propias de la vida política.
— ¿Cuáles vicisitudes?
— Hay temas en los cuales no tenemos acuerdos o aspectos de temas con los cuales no hemos logrado tener acuerdos, pero en términos generales, las bancadas mayoritarias se han comportado de una manera coherente. Hasta ahora, han aprobado las grandes reformas que hemos querido que se tramiten y se aprueben y han producido los cambios que queremos en el Legislativo.
El presidente ha hablado con el jefe de la oposición, por decirlo de alguna manera, que es el expresidente Álvaro Uribe, y en algunos momentos ha incorporado críticas o sugerencias o propuestas de la oposición a las políticas de gobierno y a las leyes que estamos tramitando
La oposición ha ejercido una crítica permanente contra el Gobierno, diaria, yo diría que casi que cada hora; de eso se trata la democracia. Han salido a las calles, han protestado, hablan todos los días en los medios de comunicación, en el Congreso y respetamos esa voz.
— ¿Entonces no han rendido frutos los diálogos de Petro con Uribe? Vemos, como usted lo dice, a la oposición todos los días criticando al Gobierno.
— A pesar de que ha habido esa confrontación que, repito, es normal y necesaria en una democracia, quiero resaltar que hay otros temas en los que hemos logrado consenso, ha habido apoyos a determinado tipo de propósitos. En la Ley de Paz hemos encontrado coincidencias, también en algunos aspectos de la reforma tributaria, hemos presentado conjuntamente leyes como la reforma al Congreso de la República; en fin, no todo ha sido confrontación y polémica.
— ¿Cómo analiza el acuerdo del gobierno Petro con Fedegán?
— Es un acuerdo que no tiene precedente en el país y que pone en una misma orilla y en una misma dirección de trabajo a un sector que tradicionalmente había estado opuesto al acuerdo de paz de La Habana y a un gobierno cuyas figuras habíamos hecho una muy severa crítica a personas de ese gremio; nos pone a trabajar en una misma dirección, que es la de garantizar que haya una Reforma Rural Integral.
— El presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, después de hacerle tantas críticas al presidente Petro, ahora se sienta a negociar con él para venderle tierras a la Nación. ¿Por qué ese acuerdo se hizo en el gobierno Petro y no en el de Iván Duque, con el que tenía una mayor afinidad política?
— Porque no se habían dado determinadas condiciones. El hecho de que el Gobierno haya triunfado en unas elecciones, que tenga una política que no sea impugnada, por lo menos en ese aspecto de la Reforma Rural, sino, por el contrario, compartida, ha permitido llegar a un acuerdo que yo celebro y en el cual he trabajado intensamente y que espero se materialice muy pronto en hechos económicos, y en cambios, que es lo que queremos ver en el país.
— Pero esa disposición de Fedegan ¿sí está enfocada a implementar el acuerdo de paz o es motivada por la plata que le va a dar el Estado por las tierras que les van a comprar?
— Yo creo que hay un deseo auténtico de producir cambios en el mundo rural en Colombia. Creo que esos cambios son de conveniencia, no para tal o cual sector, sino para el país. Colombia no puede seguir teniendo una realidad en las zonas rurales como la que tiene. La mejor forma de contrarrestar los cultivos de coca es con una reforma rural y por lo tanto es la mejor forma de contrarrestar el narcotráfico. En un mundo que tiene una crisis alimentaria como la que hay, Colombia tiene todas las posibilidades de convertirse en una gran potencia exportadora de alimentos. Todo eso creo que está en la base de ese acuerdo.
— Pasando a otro tema. Usted que preside la Comisión de Paz del Senado, ¿en qué van los diálogos con ELN?
— Lo que tenemos entendido es que ya hay una delegación que está anunciada por el presidente de la República, cuyos nombres conoceremos próximamente. Ya estamos en el momento en el cual se ha cumplido un cronograma. El ELN ha cumplido con el compromiso que hizo de nombrar una delegación, realizar unas consultas y está la disposición para que el Gobierno haga lo propio. Estamos ya, ante la inminente reanudación de esos diálogos.
— En cuanto a la Paz Total, que pretende desarmar a todas las bandas criminales, ¿cree que en estos cuatro años va a ser posible negociar con narcos, paramilitares y todos los actores armados?
— Yo creo que sí es posible y creo que se adelantará la tarea en un porcentaje significativo. Ahora, que puedan terminar todos esos diálogos en acuerdos o en procesos exitosos de sometimiento a la justicia, lo veremos, pero aquí lo fundamental es que este camino es irreversible, está planteada una hoja de ruta y vamos a ir a desarrollarla en todos sus aspectos con total decisión.
— En estos 100 primeros días del presidente y de sus ministros, ¿qué cree que ha faltado para que tengan una mayor acogida?
— Creo que la crítica de que ha faltado más comunicación y explicación es una crítica correcta. La política del Gobierno es compleja, y digo compleja en términos de que tiene muchos ingredientes, muchos elementos. Es una política novedosa en muchas áreas que plantea cambios que son profundos y, por lo tanto, las explicaciones nunca serán suficientes. Es necesario ahondar en la pedagogía de las propuestas del Gobierno y eso tiene que hacerse de manera paciente, insistente, persuasoria.
— Senador, ya el dólar empezó a bajar después de casi tres semanas que tuvo a todos los colombianos con los pelos de punta. ¿Usted cree que, como dicen desde la oposición, las declaraciones de los ministros y del mismo Presidente incidieron en que el dólar subiera tanto en un mes?
— No, yo creo que ahí hay una mala acción de parte de ciertos sectores de oposición. Yo creo que hay que tener mucha responsabilidad en un momento de crisis económica como el que vive el país y el mundo y no generar pánico económico. La acusación de que el pánico económico lo está generando el presidente, pues además de ser falsa, es irresponsable, porque se sabe muy bien cuál es la realidad de los mercados hoy en el mundo. La inflación en los Estados Unidos, las necesidades que tiene el gobierno estadounidense de producir resultados, el alza del dólar obedece a esas políticas, en primer lugar, y ha tenido impactos, no en Colombia, sino en el mundo. Las principales monedas fuertes han tenido efectos significativos por el alza del dólar. Entonces me parece que no es transparente ese tipo de acusaciones que se le hacen al presidente. Se puede estar en desacuerdo con sus posiciones, con las posiciones de algunas ministras o con la posición de la ministra de Minas y Energía, pero eso no me parece que se deba ni validar ni excusar esa clase de campaña.
—Ya que menciona a la ministra Irene, ¿considera que la moción de censura en su contra en el Congreso prospere?
— No, no lo creo. Primero, porque no tiene ningún argumento sólido; en segundo lugar, porque creo que no tiene el respaldo de los sectores mayoritarios del Congreso. La ministra ha mostrado resultados y ha planteado posiciones y debates que creo que son válidos y no es a través de la moción de censura, sino del debate argumentado que se debiera intentar controvertir.
— Vemos que ya está a punto de ser ley la reforma tributaria y uno de los artículos que más se cuestionó fue el de los impuestos adicionales las iglesias. ¿Cuál es su posición
— Creo que ese artículo tiene sentido. Obviamente, en esto no hay que perder los estribos en la discusión. Es una discusión válida y creo que es muy respetable la posición de los sectores políticos a los que no les gusta, pero también del Pacto Histórico y del sector de la Alianza Verde que han planteado este asunto.
— ¿Y usted cree que hubo lobby por parte de las iglesias para que se cayera ese artículo?
— Es muy posible, pero más que un lobby yo creo que las iglesias tienen una presencia (en el Congreso) y es válido que hagan sentir también sus posiciones. Tienen partidos políticos y congresistas que tienen una vocación y una confesión religiosa.
— Una de las polémicas de estos 100 días del gobierno Petro fueron los ostentosos gastos del Dapre para amoblar la Casa de Nariño. ¿Y la austeridad?
— Yo creo que ahí hay mucho de farándula y de ruido. La realidad es que el Gobierno, y el doctor Lizcano (director del Dapre) ha hecho un ahorro de 4 billones de pesos de los gastos de la Presidencia de la República, así que lo otro es, simplemente, a mi modo de ver, una reacción que intenta de alguna manera minimizar este importante aporte en materia de austeridad que ha hecho el Gobierno. El Gobierno ha sido austero y ha recortado severamente los gastos de la Presidencia de la República.
— Desde diferentes sectores se ha cuestionado al presidente Petro por sus encuentros con Nicolás Maduro y por su presunto silencio frente a las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y en Nicaragua. ¿Cómo analiza usted eso?
— No creo que el presidente haya guardado silencio, lo que ha mantenido es una posición constructiva para resolver un problema que dejó el otro gobierno, como tantos otros, en una circunstancia bastante delicada como es la interrupción, la ruptura de relaciones entre ambas naciones, que tuvo un costo significativo para Colombia y que el presidente Petro y el canciller (Álvaro) Leyva han ido enmendando. Ese restablecimiento de relaciones es altamente benéfico, como lo ha reconocido en muchos sectores del país. Es benéfico para Colombia, benéfico para quienes viven en la frontera, para la situación del comercio, para la recuperación del país en términos económicos, pero también una estabilidad política que permite que Colombia ayude a que haya un diálogo como lo ha hecho el Presidente.
— Desde varios sectores se asegura que el presidente, desde que llegó al poder, no le para bolas a los congresistas del Pacto Histórico. ¿Eso es cierto?
— No, yo creo que el presidente tiene un diálogo permanente con todos los sectores políticos y, obviamente, en primer lugar, con su bancada. Ahora, no es una persona que viva en reuniones con los sectores políticos, sino que utiliza medios de comunicación y de entendimiento, pero siempre está al tanto, pendiente de los asuntos que tienen que ver con la bancada y de los asuntos del Congreso. Así lo ha mostrado permanentemente y creo que eso se ha visto en la eficacia del trabajo en el Congreso.
— Los expertos aseguran que el mundo entero se enfrentará a una posible recesión económica el otro año. ¿Cómo cree que le irá Colombia lidiando una situación así con un gobierno de izquierda?
— El presidente y el ministro (de Hacienda, José Antonio) Ocampo han planteado una estrategia muy clara para evitar los peores efectos de esa recesión. Lo primero es la aprobación de la reforma tributaria, que dota al Gobierno de recursos necesarios para afrontar las necesidades que tiene la mayoría de la población: el hambre, la pobreza, que son parte de las políticas sociales; pero también yo creo que este Gobierno tiene las herramientas, la capacidad y el talento necesarios para desarrollar una política económica que tenga todas las condiciones para evitar los peores efectos de esa crisis mundial de la economía.
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