La Paz Total, la reapertura de la frontera con Venezuela, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con ese país y la alarmante oscilación del precio del dólar, son algunos de los temas que han caracterizado al actual Gobierno de Colombia dirigido por el primer presidente de izquierda en el país, Gustavo Petro Urrego. ¿Cómo lo ven desde el Ejecutivo? El ministro Alfonso Prada, que dirige el Ministerio del Interior, se destapó en Infobae Colombia e hizo una lectura de los primeros 100 días. Esta es la entrevista:
— Infobae: El 15 de noviembre se cumplen los 100 primeros días del gobierno del presidente Petro. ¿Cómo evalúa usted este tiempo?
— Alfonso Prada: Lo primero que hay que decir es que 100 días para evaluar un gobierno es realmente un tiempo muy corto. La perspectiva de un gobierno del cambio, como el de Gustavo Petro, es una perspectiva que requiere una estructura legislativa, administrativa y una serie de decisiones que trascienden los 100 días. De tal manera que lo que les puedo decir, es que es el inicio de un proceso que esperamos se vaya consolidando lentamente en el tiempo y que pueda traducirse en la opinión pública.
Viendo un poco una encuesta que salió publicada hoy (viernes 11 de noviembre), el país va entendiendo cada vez mejor el mensaje del cambio y reconoce una actitud de transparencia y de seriedad de un gobierno comprometido con su programa, comprometido con los colombianos, no solamente los que votaron, sino con todos los colombianos. Un gobierno que busca un cambio profundo con en el logro de la paz total, entendiendo que la paz total se logra con justicia social y tarifaria.
— ¿Cuáles cree que han sido los principales retos que han afrontado en estos 100 días?
— En el Ministerio de la Política (el del Interior), encargado de las relaciones con el Congreso, el primer reto que hemos enfrentado fuerte es el de lograr avanzar en el trámite y aprobación de las normas jurídicas, de las leyes y las reformas constitucionales del cambio. En esa medida puedo destacar que hemos logrado la aprobación del Acuerdo de Escazú, la aprobación de la modificación de la Ley 418 de 1997, que convierte a la paz total en política de Estado; logramos también la aprobación del Acuerdo de Cooperación Económica con España, la aprobación del presupuesto bianual de regalías y del Presupuesto General de la Nación; estamos a horas, diría yo, de la aprobación de la reforma tributaria y, simultáneamente, impulsamos las reformas constitucionales de reforma política, jurisdicción agraria y el campesino como sujeto de derechos. Ya hemos presentado dos proyectos adicionales: el Código Electoral y el Ministerio de la Igualdad, que como ya estamos terminando el año, les hemos dado mensaje de urgencia a ver si logramos, de aquí a diciembre, tener aprobadas ocho iniciativas legislativas y tres reformas constitucionales.
Otro reto, todavía más importante, que hemos enfrentado y que nos puso el presidente Gustavo Petro, es la protección de la vida de los líderes y lideresas sociales y los excombatientes firmantes del acuerdo de paz en el territorio. Para ello diseñamos, junto con las plataformas de Derechos Humanos y la Comisión de Paz del Congreso, un plan de choque que comprende 49 medidas que estamos implementando en el territorio, que nos ha llevado a instalar 177 Puestos de Mando Unificado por la Vida, que en el mes de septiembre permitió reducir el asesinato de líderes sociales en un 46% y que en estos 100 primeros días nos está permitiendo dar una cifra muy importante en la reducción de asesinatos de excombatientes firmantes del acuerdo de Paz en el 58.4%.
— Infobae: Ministro, y cuando se van el Gobierno y el Congreso de los territorios donde instalan los PMU, ¿qué se hace para evitar más violencia?
— La sola instalación de los PMU en el territorio no es que no sirva para nada; al contrario, usted logra llevar Fuerzas Armadas, a la Unidad Nacional de Protección, a la Fiscalía General de la Nación, a la Defensoría del Pueblo y logra tener toda la realidad de protección de la vida, respondiendo alertas tempranas de la Defensoría, escucha a los líderes sociales y, junto con la Policía, con las Fuerzas Armadas, con los alcaldes y los líderes sociales, anunciamos las 49 medidas de choque
Con el director de la Unidad Nacional del Riesgo hacemos, en esos mismos Puestos de Mando Unificado, la atención de las personas con algún nivel de riesgo para mirar cómo acelerar medidas con trámite de urgencia o se hacen los análisis de medidas de protección colectiva con la legislación que ya hay para ese respecto; se revisan también las medidas que se han impuesto o se han ordenado que se adopten por parte del Sistema Interamericano de Justicia o la propia Corte Constitucional en algunos eventos, para que estén implementadas efectivamente en el territorio frente a las amenazas que reporta, no solamente los líderes, sino las comunidades a través de confinamiento. Es realmente un arsenal de medidas y de instituciones que, articuladas, hacen una presencia mejor en los municipios.
— Usted mencionó la reforma política como uno de los proyectos que tiene el Gobierno, ¿a qué le apuestan y cuáles son los principales puntos?
— Básicamente, la reforma política pretende profundizar la democracia y mejorar el sistema electoral y de partidos en Colombia. Hemos propuesto, como medida importante, que las elecciones a las corporaciones públicas se hagan a través de listas cerradas, con paridad de género, con alternatividad entre mujeres y hombres, que permitan democratizar y aumentar la legitimidad de la representación de los colombianos en las corporaciones públicas, tanto consejos y asambleas, como Congreso de la República.
Hemos propuesto en el Congreso de la República que la financiación de las campañas sea completamente estatal para generar igualdad de condiciones en la competencia, que se ve perturbada por los dineros de la corrupción o los dineros de la mafia, que alteran, también privilegiadamente, algunas candidaturas que logran favorecimiento a través de estos dineros. La financiación pública podría ser una medida que nos permita probar cómo controlar la corrupción en la política. Medidas de estas, que estamos proponiendo, el Congreso las está estudiando y tendrán la palabra. Apenas estamos en el segundo de cuatro debates.
I— Uno de los artículos más comentados de la reforma política es el de extender un año más el periodo del Presidente y los congresistas. ¿Qué pretende el Gobierno con alargar los períodos?
— Eso no es cierto.
— Lo dijeron los ponentes. ¿Quiere decir, entonces, que el Gobierno descarta por completo ese artículo en el proyecto?
— No, nosotros no. Puede haber algún grupo de congresistas interesados en esa propuesta. Si lo proponen lo podríamos revisar, ampliar un año los periodos y homologarlos con el periodo del presidente de la República, pero cuando se tocó el tema en la Comisión Primera del Senado, a nombre del Presidente y del Gobierno, expresamos que cualquier tipo de modificación al calendario electoral, como prórroga de un año o como homologación de períodos con el periodo presidencial, tendría que ser a partir de los próximos gobiernos y no a de este. Luego, una prórroga del actual mandato está total y absolutamente descartada.
— Perfecto. Después de estos 100 días de gobierno también ¿en qué aspectos creen que pueden mejorar?, ¿en qué la embarraron?
— Es un análisis que mejor me lo debería hacer usted. Nosotros somos humanos y cometemos errores. Damos papaya de vez en cuando y la idea en un gobierno es no dar papaya, hacer las cosas bien y todo lo que podemos hacer por mejorar siempre, estamos dispuestos a hacerlo bien.
— ¿Y en qué han dado papaya, según su concepto?
— (Risas) Todo el tiempo da uno papaya, como ser humano. A veces llegamos tarde a un evento, a veces los textos que llevamos al Congreso tenemos que mejorarlos porque son susceptibles de ser mejorados, veces un ministro da una declaración, otro da otra. Son errores humanos normales.
— Usted que es el puente entre el Ejecutivo y el Congreso ¿cómo ha sido su relación con la oposición?
(— Mi relación con la oposición solo tiene una palabra: respeto.
— ¿Cómo ha sido mediar y exponer los proyectos del Gobierno Petro ante ellos? ¿Se le ha complicado? ¿Qué actitudes ha tomado el uribismo, por ejemplo?
— Normal, en un escenario democrático como el Congreso nosotros presentamos unas propuestas, ellos contradicen esas propuestas; algunas les gustan, otras no. Cuando contradicen algunas de las propuestas nuestras, intercambiamos mansajes y la democracia opera. La mayoría define quién de los dos tiene la razón y finalmente lo que la mayoría define se convierte en norma jurídica.
— Esos partidos dicen que la oposición que le hacen al presidente Petro es “razonable”. ¿Usted cree que ha sido así en estos 100 días de gobierno?
— Yo respeto su propia definición. Yo no soy quién para determinar el grado de razonabilidad con el que ellos se autodefinen. Yo solo tengo respeto para la oposición.
— Ministro, al interior de la banca del Pacto Histórico, que es la coalición de Gobierno, se han presentado múltiples señalamientos y choques entre los congresistas. ¿Cómo ha sido lidiar con eso desde el Ejecutivo?
— La bancada del Pacto Histórico está definida como la bancada más disciplinada, más solidaria y coherente con las iniciativas del Gobierno. No tengo sino admiración por ellos y mucha gratitud.
— Hablando un poco de la reforma tributaria, ¿es cierto que hubo lobby de las iglesias para que se hundiera el artículo que las ponía a tributar más?
— Hay lobby de las iglesias, de los gremios, de los empresarios, de las organizaciones sociales. El lobby es una actividad que yo creo que estamos en mora de reglamentar mejor en Colombia, porque se da siempre y para todos los proyectos. Eso uno lo siente ya en el Congreso y es una actividad libre, digamos, en Colombia. Creo que en el futuro deberíamos reglamentarl el lobby, siempre hay gente que se afecta, para bien o para mal y siempre busca ser escuchada.
— ¿O sea que ese lobby sí incidió en que se hundieran los impuestos adicionales a las iglesias?
— No creo. Yo creo que los congresistas desde el momento en que votaron tenían claro si les gustaba o no les gustaba el tema. La verdad, se armó un debate mediático fuerte y creo que todo el mundo tenía bastante claridad de su posición frente a ese tema.
— Al inicio de la entrevista usted mencionaba que el presidente Petro tiene una imagen positiva en las encuestas que recientemente se publicaron, pero vimos que los ministros no tienen esa misma acogida. ¿Por qué cree que se presenta ese escenario?
— Básicamente por el nivel de reconocimiento. El presidente fue por quien votaron los colombianos, es el gran líder del Gobierno, el hombre que más y mejor comunica las decisiones del Gobierno a la opinión pública. Todo el país está, de una u otra manera, pendiente del presidente, más que de cada ministro. Los ministros somos 18, más de 100 funcionarios de primer nivel de la administración y ahí se va diluyendo un poco más el reconocimiento de cada uno. Yo creo que quien tiene la gran vocería, el reconocimiento y la gran responsabilidad frente a los colombianos es el propio presidente. Así que yo me enorgullezco de pertenecer a un gobierno con un presidente que hoy es valorado tan positivamente.
— En la encuesta de Invamer se evidenció que los colombianos no apoyan varias de las iniciativas del Gobierno y aún hay resistencia a la Paz Total. ¿Cree que cuando se retomen los diálogos con el ELN, esa percepción en la ciudadanía cambie?
— Las encuestas siempre van cambiando, de tal manera que siempre tenemos que hacer un esfuerzo por mostrar con mucha más claridad los avances del Gobierno, sus decisiones, para ser mejor comprendidos por los colombianos. Reconocemos también que falta pedagogía y explicación, en actitud de rendir cuentas a los colombianos para lograr mantener una imagen positiva o por lo menos el cariño y el aprecio de las personas. .
Yo estoy seguro que no hay un colombiano en el territorio que no comparta con nosotros la necesidad de desmovilizar y desarmar las organizaciones criminales o los grupos guerrilleros que están actuando en el territorio y que están generando inseguridad y sangre en los municipios colombianos o frente a los colombianos. Por eso creo que puede ser más falta de tiempo y falta de conocimiento y falta de explicación de los contenidos de algo que estoy seguro va a ser mayoritariamente apoyado por los colombianos en el corto tiempo.
— Vimos al presidente Petro en Francia, reunido con la oposición venezolana y los representantes del régimen de Nicolás Maduro, ¿creen que él pueda incidir en que en Venezuela se celebren elecciones democráticas?
— El presidente Gustavo Petro es un demócrata, yo estoy seguro de que apoyará aquí y en cualquier parte del mundo la democracia.
— ¿Cree que prospere la moción de censura contra la ministra de Minas, Irene Vélez?
— Esperamos que no. Yo creo que Irene, como ministra de Minas, ha hecho una gran tarea. No ha dicho una sola mentira jamás. Yo creo que hay más falta de comprensión y el Gobierno la rodea. El Gobierno la apoya y estoy casi seguro de que vamos a lograr ser apoyados por el Congreso de la República.
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