Los colombianos aún no salen de la consternación por el caso de Hilary Castro y lo que ocurrió con su presunto agresor Juan Pablo González, quien fue asesinado al interior de los calabozos de la URI de Puente Aranda.
Es de recordar que a inicios de este mes una joven bogotana de 17 años, identificada como Hilary Castro, usó sus redes sociales para denunciar el abuso sexual del que fue víctima en una estación de TransMilenio.
La denuncia trascendió, se hizo viral, hubo protestas en la capital a causa de la indignación que generan este tipo de hechos. Además, sirvió para que las autoridades reaccionaran y luego de ser ignorada y revictimizada, se pusiera toda la disposición para atender la denuncia.
Luego de todo revuelo que generaron las protestas de cientos de mujeres cansadas de la violencia de generó, las autoridades anunciaron la captura del presunto sospechoso, Juan Pablo González, el pasado 5 de noviembre.
Tras ser detenido por la Policía Metropolitana de Bogotá, el presunto abusador sexual fue trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda, donde permanecería mientras se ejecutaban las primeras diligencias del proceso judicial.
Sin embargo, el día siguiente a su captura, es decir, el 6 de noviembre, Juan Pablo González fue hallado muerto en la celda donde permanecía internado. La muerte del presunto abusador causó revuelo pues se dio en circunstacias extrañas que poco a poco se han ido esclareciendo.
Luego de las primeras investigaciones, se estableció que el señalado abusador fue asesinado a golpes.
El relato de un testigo del homicidio en la URI de Puente Aranda
En las últimas horas se conocieron nuevos detalles de este homicidio que ha generado tanto revuelo en Colombia y que estaría dejando sin justicia un caso de abuso sexual, que parecer haber pasado a un segundo plano pese a su gravedad.
De acuerdo con un testigo del homicidio, que habló con Revista Semana, fue una banda criminal que se gestó en los calabozos de la misma URI de Puente Aranda la que acabó con la vida del sujeto.
‘Los Plumas’, como son conocidos, son el grupo criminal que aparentemente da las órdenes en la URI en complicidad con los custodios. En ese sitio no se mueve un dedo sin que ellos lo sepan y autoricen, según el testimonio.
Al parecer la muerte de Juan Pablo González era un hecho desde que llegó al penal. Según el testigo, los uniformados en vez de internarlo en la celda 8, por donde tienen que pasar todos los privados de la libertad, lo condujeron de una vez a la celda 4, donde ocurrió el asesinato.
En esa celda están ‘Los Plumas’ con al menos 80 presos más. En ese lugar con precarias condiciones de salubridad y sobrepoblación carcelaria se castiga a los reclusos que la banda criminal establezca. Ese fue el caso de Juan Pablo González, que fue condenado a muerte por otros delincuentes y aparentemente algunos policías.
Tras llegar a ese sitio, al menos seis personas se fueron encima del señalado abusador sexual. Según el testimonio revelado por la revista mencionada anteriormente, los delincuentes lo agarraron a golpes.
El testigo reveló que de una manera totalmente fría y despiadada, uno de los sujetos saltaba sobre las costillas de González mientras otro lo hacía encima de su cabeza.
“Lo tiraron al piso y estas seis personas, al mando de alias el Tío, alias Derby y alias Junior, lo cogieron a patadas. Alias Blacho, que es el más sanguinario de todos, le saltaba en las costillas hasta partirlas, y alias Jeferson le pisaba la cabeza a Juan Pablo”, relató el testigo.
El dictamen de Medicina Legal confirmó que se trató de un homicidio. El sujeto murió por una hemorragia interna debido a los múltiples golpes en el tórax, el abdomen, el cuello, la cara y la cabeza.
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