El ‘amor eficaz’ del cura Camilo Torres y la fracción de la Iglesia que fue perseguida por ‘comunista’ al hacer obras populares

Sus últimos días los vivió como combatiente del ELN, pero antes de su muerte ya había sembrado el germen revolucionario en algunas partes de la Iglesia. Esas fracciones sufrieron la persecución sistemática mientras el legado del cura quedó plasmado en esa guerrilla y en el movimiento estudiantil

Guardar
Para el cura Camilo Torres, las mayorías fueron las clases menos favorecidas, y aunque gran parte de su vida estuvo contra la violencia, se inclinó por la lucha armada al enlistarse en el ELN.
FOTO: Infobae (Jesús Avilés)
Para el cura Camilo Torres, las mayorías fueron las clases menos favorecidas, y aunque gran parte de su vida estuvo contra la violencia, se inclinó por la lucha armada al enlistarse en el ELN. FOTO: Infobae (Jesús Avilés)

“Yo opté por el cristianismo por considerar que en él encontraba la forma más pura de servir a mi prójimo. Fui elegido por Cristo para ser sacerdote eternamente, motivado por el deseo de entregarme de tiempo completo al amor de mis semejantes. Como sociólogo, he querido que ese amor se vuelva eficaz mediante la técnica y la ciencia. Al analizar la sociedad colombiana me he dado cuenta de la necesidad de una revolución para poder dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y realizar el bienestar de las mayorías de nuestro pueblo”, dijo el cura Camilo Torres Restrepo en una declaración a la prensa en 1965, un año antes de morir en su primer combate como integrante del ELN.

Esas mayorías de las que él hablaba fueron las comunidades vulnerables, las clases media y baja y los estudiantes de universidad pública. Su primera convicción se basó en que, desde el clero podía hacer las transformaciones sociales que demandaba el cristianismo; de hecho, fue uno de los primeros en traer la teoría de la Liberación a Colombia, siendo pionero en la inmersión de este concepto y en la unificación de las izquierdas que, para los años 40, eran reprimidas dado el contexto internacional con la Guerra Fría.

Tras su muerte, nació el movimiento Golconda para seguir su legado y hacerle sentir al campesinado y al resto de las mayorías que una parte de la Iglesia (aferrada al Estado) podía estar con ellos. Ya esta institución era temible en varios sectores, sobre todo en los liberales, pues algunos de los sacerdotes más godos daban órdenes incluso de empuñar las armas para acabar con el germen de la ‘amenaza comunista’ incrustado desde la Operación Yarborough.

La influencia de párrocos sobre las decisiones políticas en los pueblos fue de tal magnitud que, si ellos decían que había que matar a sus detractores, lo hacían. Por otra parte Camilo, cuya orden sacerdotal recibió en 1954, fue inclinando su vocación hacia los más pobres y una prueba de ello fue su trabajo hecho en el seminario. Finalmente, su inclinación la dejó ver en pleno cuando se fue a estudiar a Lovaina (Bélgica); allí obtuvo su título de sociología con la tesis ‘Una aproximación estadística a la realidad socioeconómica de Bogotá’. Cuando regresó a Colombia se juntó con la corriente más progresista de la Iglesia católica, radicalizando su postura.

“Tenía un gran encanto, subyugaba con sus palabras, ya fuera como sacerdote o luego, en los pocos meses que fue líder político tenía verdaderamente carisma, pero lo que hace que se conserve la memoria de Camilo es precisamente ese factor de sinceridad que fue el precio que pagó con su vida”, dijo el expresidente Alfonso López Michelsen en el documental Camilo, el cura guerrillero.

El legado que dejó en la insurgencia después de morir como integrante del ELN

De acuerdo con la Comisión de la Verdad, Camilo entró al ELN una vez se despojó de su sotana y le envió una carta al Obispo Coadjutor de Bogotá en junio de 1965. Para ese entonces ya era un líder político; de hecho, fundó el Frente Unido en contrapeso al Frente Nacional.

“Torres pasó de rechazar la violencia a tomar las armas, dada la persecución, estigmatización y riesgo que estaba corriendo”, describe la entidad. Su insistencia en la abstención electoral para tumbar las clases políticas tradicionales, el logro de la revolución por encima de las ideas, el deber cristiano dentro de esta misma y la expansión del Frente Unido fueron algunas apuestas que encajaban con el enfoque doctrinario del ELN.

Por otro lado, creó una fracción de la Iglesia alejada de las élites y centrada en el campesinado, los indígenas y las poblaciones marginadas que se asentaban en tugurios construidos “en los cinturones de miseria de las ciudades”. No fue el único ejemplo de curas ‘revolucionarios’ ante el clero: Ignacio Betancur Sánchez fundó Asociación Municipal de Usuarios Campesinos de Pueblorrico, en Antioquia. Ya la semilla de Camilo estaba sembrada y fue un ejemplo para las generaciones sacerdotales venideras y para el mismo Ejército de Liberación Nacional.

Sumado a eso, en las ciudades el movimiento estudiantil se convirtió en el principal aliado urbano del campesinado y en los años 60 comenzaron su radicalización política. A su vez, Camilo había sido reiterativo en que el amor cristiano debía ser ‘eficaz’ para hacer la revolución más allá de las ideas. La fracción de la Iglesia aferrada al Estado seguía alineada con el conservatismo, y por otra parte, otros grupos clericales hicieron acciones populares. Contra ellos también hubo persecución.

CONTINÚE LEYENDO EL ESPECIAL DEL INFORME FINAL:

Guardar