Veedor se refirió a la muerte de Juan Pablo González en una URI: “La Policía está cumpliendo funciones que no le competen”

Armando Vergara comentó que dentro de las URI los uniformados están atentos, pero la escases de personal, la sobrepoblación penitenciaria y los mismos reclusos crean ese tipo de acciones. Además señaló que se están lavando las manos con la institución

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En el radar nacional una de las noticias que continua generando información es el caso del Juan Pablo González, el presunto abusador de una menor de edad en el sistema de transporte TransMilenio, que fue capturado por las autoridades pero murió en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda, aparentemente a causa de una brutal golpiza.

El caso ha sido polémico, tanto por la horrible presunta actuación del abusador sexual, como su destino que en primera instancia arrojaba la hipótesis de un suicidio hasta que Medicina Legal confirmó el fuerte castigo recibido. Esto generó muchos cuestionamientos hacía los uniformados de la URI de Puente Aranda en donde estaba custodiado González. Al respecto se pronunció el veedor de Salud de la Policía Armando Vergara, quién señaló una serie de aspectos referentes al homicidio.

Uno de los aspectos puntualizados por el veedor de la Policía en RCN RADIO, fue las carencias en estos lugares que generan que pese a la buena atención de los uniformados ocurran situaciones infortunadas por la falta de personal entre otros elementos.

La Policía estaba cumpliendo funciones que no les compete cuando ocurren desgracias como es el caso del señor González. Todos se lavan las manos y además a esto se suma la situación crítica que viven las URI”.

De igual manera indicó el veedor de Salud de la Policía Armando Vergara, que los internos suelen hacer barreras humanas para evitar que los uniformados observen lo que está ocurriendo al interior de las celdas.

Cuando se presenta una pelea hay tres paredes humanas que están haciendo los mismos capturados, para que los custodios no puedan ver situaciones como golpizas a otros privados de la libertad. Los policías pueden estar muy atentos, pero es imposible controlar esos hechos”, mencionó Vergara al medio de comunicación radial.

Fue reiterativo en mencionar que efectivamente hay ausencias y carencias en las Unidades de Reacción Inmediata, y esos factores suelen ser aprovechados por los detenidos, causando disturbios, peleas, agresiones e incluso fugas.

La Policía está cumpliendo funciones que no le competen y en este momento la institución no tiene suficiente personal para cuidar a las personas privadas de la libertad, en un sitio donde hay bastantes personas. Más de la cantidad admitida, no pueden estar dos o tres policías resguardando a todos los internos”.

Cuando se conoció la muerte de Juan Pablo González, acusado de abusar de Hilary Castro en una estación de TransMilenio al norte de Bogotá, la Policía dio a conocer, como primera hipótesis, que se pudo tratar de un suicidio. Sin embargo, tampoco se descartó que se hubiera tratado de un asesinato, y justamente esa fue la conclusión a la que llegó Medicina Legal este martes 8 de noviembre: que al capturado el pasado 5 de noviembre lo mataron dentro de la URI de Puente Aranda.

De acuerdo con la necropsia realizada por la entidad, González fue asesinado dentro de la Unidad de Reacción Inmediata ubicada al occidente de la ciudad. Asimismo, el dictamen señala que en su cuerpo fueron hallados múltiples golpes y su cabeza, sin cabello.

El domingo 6 a las 4:40 de la tarde, las autoridades hallaron el cuerpo del capturado sin vida en una de las celdas de la Sijín ubicadas dentro de la URI, en la cual había 80 detenidos más, según dio a conocer el general Carlos Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá en diálogo con Blu Radio. La primera versión entregada fue que se pudo tratar de un suicidio. Sin embargo, la Fiscalía afirmó lo contrario.

El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía señaló en El Tiempo que González tenía politraumatismos al momento de su muerte y que perdió el conocimiento cuando llegó a su celda tras la legalización de su captura. A su vez, se detalló que luego de la diligencia judicial, las personas que estaban a cargo de su custodia avisaron que este se había desmayado y a pesar que un enfermero le prestó los primeros auxilios minutos después, ya había muerto.

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