Un caso de abuso sexual en TransMilenio estremeció a los bogotanos y despertó la furia de quienes defienden los derechos de las mujeres. El pasado 2 de noviembre se conoció la denuncia pública de una menor de edad que fue abusada en la noche del 31 de octubre, se trata de Hilary Castro de 17 años.
Ante una presunta negligencia por parte de las autoridades competentes, la joven bogotana decidió alzar la voz a través de las redes sociales, donde narró cada uno de los momentos de angustia que vivió en la estació La Castellana de TransMilenio.
De acuerdo con su relato, ella descendió de la ruta B12 en esa estación, un sujeto se bajó en el mismo sitio y corrió tras de ella amenazándola en lo que parecía un atraco. Luego de quitarle sus pertenencias, la obligó a irse atrás del vagón para someterla sexualmente.
En medio del lamemtable hecho, dos sujetos aparecieron para ayudar a la joven que quedó completamente en shock. Según el relato, los ciudadanos la acompañaron a encontrarse con sus amigas y se fueron solo hasta dejarla a salvo.
Un viacrucis ante las autoridades
Hilary Castro aseguró que tras la insisencia por parte de su mamá, el 1 de noviembre fue a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) ubicada en Puente Aranda para instaurar la denuncia; sin embago, en ese lugar se negaron a atender su solicitud asegurando que por ser menor de edad debía dirigirse a otra sede específica.
La víctima entonces fue hasta la URI ubicada en el Ricaurte, donde se tratan los casos relacionados con menores de edad, pero allí tampoco le recibieron la denuncia. Según Castro, en ese sitio le dijeron que como su agresor era mayor de edad, debía dirigirse nuevamente a la URI de Puente Aranda.
En su regreso al lugar donde se presentó en una primera instancia, le aseguraron que por ser más de las cinco de la tarde ya no podrían recibir su denuncia.
La joven bogotana también aseguró que intentó comunicarse con la línea de TransMilenio que atiende este tipo de casos pero nunca recibió una respuesta.
Las redes sociales cumplieron su papel
Ante la presunta negligencia por parte de las autoridades, Hilary Castro decidió optar por hacer una denuncia pública a través de las redes sociales el 2 de noviembre.
La joven publicó un video en su cuenta de Instagram, en el que narró todo lo que tuvo que vivir, no solo en la estación de TransMilenio la noche del 31 de octubre, sino la revictimización por parte de las autoridades.
Las plataformas cumplieron su función y el caso se viralizó. Con esto, organizaciones feministas y ciudadanos en general citaron manifestaciones para rechazar este tipo de hechos pero además para exigir a las autoridades que cumplieran su función.
La furia de las mujeres cansadas por la violencia
Efectivamente el pasado jueves 3 de noviembre cientos de mujeres salieron a las calles a alzar la voz no solo por Hilary Castro, sino por la inseguridad y todos los casos de violencia contra la mujer que se siguen presentando en la capital.
Durante la jornada de protestas, algunas manifestantes rayaron buses y quebraron vidrios de estaciones de TransMilenio, el sistema donde se registró el abuso contra la joven de 17 años.
Con el pleno conociemiento de los comentarios en contra de su forma de protestar y llamar la atención de las autoridades competentes, mujer pegaron carteles en los que cuestionaban la atención que se le da a los daños materiales comparada con la que tienen caso como el de Hilary. “Quisiera ser pared para que te indignes si me tocas sin permiso”, fue una de las premisas.
Las protestas dieron fruto
Como en otras ocasiones, luego de las intensas manifestaciones que se llevaron a cabo en Bogotá, las autoridades le metieron acelerador al caso y el 4 de novimebre anunciaron una millonaria recompensa por información que permitiera ubicar al responsable.
El general Carlos Triana, comandante de la Policía de Bogotá, aseguró que había una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que permitiera identificar, capturar y judicializar al abusador de Hilary Castro.
Luego de poner toda la atención que el caso requería desde un inicio, el 5 de noviembre las autoridades de la capital del país anunciaron la captura del presunto abusador sexual.
De acuerdo con la información que se conocía hasta ese momento, el hombre identificado como Juan Pablo González, ya había sido detenido en octubre por realizar actos obscenos en Usaquen.
El domingo 6 de noviembre, según la información que reveló la Fiscalía General de la Nación, se “logró que un juez de control de garantías de Bogotá ordenará medida de aseguramiento en centro carcelario” contra el señalado por abuso sexual.
Es de recordar que la víctima del caso se mostró molesta porque nunca fue notificada de la captura y solo se enteró porque la noticia rondaba en todos los medios de comunicación.
El presunto responsable murió en extrañas circunstancias
Juan Pablo González estaba detenido en la URI de Puente Aranda, allí fue hallado sin vida hacia las 4:40 de la tarde del pasado domingo 6 de noviembre.
Aunque inicialmente se hablaba de un supuesto suicidio, más tarde salió a la luz pública que el sujeto tenía varias contuciones en distintas partes del cuerpo, por lo que en realidad se trataría de un homicidio al interior del establecimiento.
Juan Pablo González, quien estaba siendo procesado por los delitos de acceso carnal violento, en concurso hetereogéneo con hurto calificado y agravado a título de dolo en calidad de autor, se encontraba en la sala de retenidos de la URI de Puente Aranda.
Las autoridades distritales anunciaron que ya cursa una investigación para establecer lo que ocurrió con el presunto abusador de Hilary Castro.
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