Por contexto histórico, Norte de Santander ha sido una de las regiones más afectadas por el conflicto armado; en esta zona del país se ha dado la presencia de varios grupos armados que han disputado los cultivos de coca, sobre todo en la zona de Catatumbo, en los últimos años, incluso, las investigaciones muestran que son una de las zonas más afectadas por la coca.
Por ejemplo, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC-, en el 2020, este departamento fue el más afectado por la coca en Colombia, superando en cerca de 10.000 a Nariño, que ocupó esta posición por más de diez años.
De acuerdo con El Tiempo, que tuvo acceso a uno de los informes de inteligencia, en esta zona convergen distintas estructuras que han exacerbado la problemática entre esas: el ELN, las disidencias y los ‘Pelusos’.
Una de las razones principales, es que es frontera con Venezuela, país donde los últimos años han ampliado su dominio y han creado nuevas alianzas, además, de rutas clandestinas para sacar la droga a otros países del continente, uno de esos y otro de los espacios claves, México, donde mediante los carteles se mueve la droga para otras partes del mundo.
“Estas facciones narcoterroristas tienen un gran aliado: la frontera con Venezuela, que se convirtió en un corredor para el traslado del estupefaciente que se procesa en la región del Catatumbo y que desde las pistas clandestinas, ubicadas en los estados de Zulia y Táchira, se envían a Centroamérica, a carteles mexicanos”, aseguró una fuerte del medio colombiano.
Hay que resalta que pese a que la cantidad de hombres de cada grupo no es mucha, la guerrilla del ELN, cuenta con unos 60 hombres en armas; las disidencias, que están representadas por el frente 33; liderada por alias Jhon Mechaa, tiene cerca de 190 hombres en armas, y los ‘Pelusos’, tiene al menos 50 hombres en armas; tiene un gran impacto en los pobladores que, en su mayoría, ve el cultivo de la mata de coca como parte de su cultura y una forma para poder adquirir el sustento diario.
Es importante mencionar en este sentido que, como recopiló la Fundación Paz & Reconciliación -Pares- una parte de los cultivos está concentrada en: El Astillero, Cerro León, Tienditas, Cerro Guayabo, La Angelita, San Miguel, Valderrama, Berlinas, 20 de Julio, El Mestizo, El Porvenir, Mesetas, Pedregales, San Juaquin, Chapinero, La Londra, El Tablazo, Los Mangos, Santa rosa, Aguasal, La Lucha y Casa de Zin; y en Cúcuta, las veredas de: San Francisco, Puerto Güamo, Providencias, Las Palmas, La Píldora, Cumana, El Suspiro, La Esmeralda, Buena Vista, La Esperanza, La Ceiba, Palmarito, 5 de Mayo, El 25, Verdum, Santa Rosa, El Amparo, La Punta y Campo Envidia.
Incluso, pese a las múltiples incautaciones, parece que por ahora la problemática sigue perjudicando la zona. Por ejemplo, hace algunos meses en la vereda La Colombianita del municipio de Tibú, se realizó un operativo, donde los laboratorios avaluados en más de 3 millones de dólares, fueron destruidos, aquí albergaban más de tres mil kilogramos de clorhidrato de cocaína.
“Mediante el anuncio de operaciones direccionadas a contrarrestar el narcotráfico, tropas de la Fuerza de Tarea Vulcano y el Comando contra Amenazas Transnacionales, lograron la destrucción de varios laboratorios que albergaban más de 3.000 kilogramos de clorhidrato de cocaína, según la inteligencia militar y tras varios días de seguimiento, los soldados llegaron hasta la vereda La Colombiana; donde se efectuó este conducto, dejando un resultado contra quiénes harían parte del grupo armado organizado Disidencias FARC estructura 33″, anotó la Fuerza Pública.
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