El proyecto Hidroituango sigue generando incertidumbre en el país, pues luego de anunciarse el inicio de la operación de esta hidroeléctrica, siguen generándose cuestionamientos. En las últimas horas, se conoció la posición de la UNGRD sobre el caso, en donde se instó a EPM a actualizar su Plan de Gestión de Riesgos, ante el contexto que se vive en el momento.
El director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres, Javier Pava aseguró que las Empresas Públicas de Medellín deberán realizar una actualización de su Plan de Gestión de Riesgos, teniendo en cuenta que, la situación en Hidroituango y de constante alarma, además, destacó que es responsabilidad neta de EPM atender el caso.
“En primera instancia se invita a que el Plan de Gestión de Riesgos, que es obligatorio para EPM, sea actualizado y se ha entregado la autoridad nacional, pues para que el ANLA como autoridad se lo exija, que es parte de sus responsabilidades y que están en el marco de su función”.
Cabe resaltar que, previamente, Pava destacó que le realizaría la solicitud al Servicio Geológico Colombiano para que visite la región y de manera pormenorizada evalúe lo que está sucediendo en este punto, pues la presencia de cualquier falla geológica de gravedad pondría en riesgo no solo el proyecto, sino también, a los habitantes de la zona.
La preocupación se extiende en la zona del proyecto, voces como la del ingeniero Enrique Sinisterra O’byrne llaman la atención. Pues W Radio consultó el concepto de este experto, quien ve con pesimismo el desarrollo de la obra, señalando que considera que el riesgo es continuo y lo ve como algo irreparable.
Para Sinisterra, el encendido de cada de una de las turbinas se puede asimilar como un sismo, pues destacó:
“Durante aproximadamente 2 años, entró a la montaña una inyección de agua gigantesca a presión que aumentó las fisuras y formó daños enormes, desde ese momento, podemos decir que la roca ya no es la suficientemente fuerte geológicamente hablando, para soportar una hidroeléctrica con ocho turbinas de 300 megavatios en cada turbina”.
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Contexto Hidroituango en 2018 - 2019
La zona de injerencia del proyecto destaca en medio de un centenar de fallas geológicas, por ubicarse en una de las cuencas más importantes del río Cauca y su desembocadura en el Bajo Cauca antioqueño, hacia el norte del país.
El sedimento de montañas y presión sobre la estructura de la presa provocó la obstrucción de los túneles de desviación del afluente, razón por la cual empezó a aumentar el nivel del embalse y puso en riesgo la estructura total y avizoró una posible ruptura total.
Corregimientos río abajo tuvieron que evacuar y las vías de acceso al municipio de Ituango se vieron bloqueadas. Una creciente súbita alcanzó a afectar el corregimiento de Puerto Valdivia y gran parte de la población se desplazó a otros caseríos para alejarse de la zona de riesgo y el crecimiento constante del nivel del río Cauca.
El eje central del proyecto tuvo que ser inundado para evitar el colapso y aunque las pérdidas fueron incalculables, la estructura de Hidroituango logró permanecer en pie, razón que facilitó medianamente el proceso de reconstrucción de algunos espacios.
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