Le contamos las últimas horas de vida de Juan Pablo González, el abusador sexual de Hilary Castro en una estación de TransMilenio

El hombre de 42 años, quien apareció muerto en la URI de Puente Aranda en extrañas circunstancias, fue señalado de abusar de una menor de edad tras amenazarla con un cuchillo y robarle sus pertenencias

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Juan Pablo González Gómez
Juan Pablo González Gómez

Los múltiples obstáculos burocráticos que impidieron el acceso de la adolescente Hilary Castro al sistema judicial para denunciar la violación de la que había sido víctima en la estación La Castellana del sistema TransMilenio, parecían empezar a subsanarse luego de que la presión ciudadana llevara a la captura del posible responsable, quien fue identificado como Juan Pablo González Gómez. Pero un obstáculo se interpuso nuevamente a la justicia, porque el señalado violador fue encontrado muerto en su celda pocas horas después.

La víctima no tuvo fuerzas sino hasta el día siguiente para interponer la denuncia, pero ninguna autoridad la quiso atender. Decidió hacer su caso público, lo que despertó indignación, reclamos ciudadanos y una manifestación para exigir respuestas las autoridades.

Así la Policía dio prioridad al caso e inició la investigación el 2 de noviembre y según el director de la institución, al día siguiente ya tenían identificado al presunto agresor. Un sujeto que había sido capturado casi dos semanas antes, el 21 de octubre, por conductas obscenas en vía pública en Usaquén.

Se dirigieron a la casa de González Gómez para tener la ubicación, aparentemente, como ya habría realizado otros abusos, no intentó huir, pero tampoco habría salido de su vivienda. Por eso los uniformados de la Policía esperaron a la orden de captura que emitió un juez de control de garantías gracias al testimonio de la víctima, los videos de las cámaras de seguridad y otras colaboraciones; para ingresar a la casa del agresor y capturarlo.

La captura se produjo sobre las 7:15 de la noche del pasado sábado 5 de noviembre en Usaquén. Este domingo fue presentado ante un juez de control de garantías con todas las pruebas que reunió la Fiscalía y se le ordenó detención en centro carcelario. El ente acusador le imputó los delitos de acceso carnal violento en concurso con hurto agravado y calificado, pero González Gómez no aceptó los cargos.

Tras la audiencia, en horas de la tarde, el señalado violador fue trasladado a la sala de retenidos de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda, mientras se definía a qué prisión llegaría para cumplir la medida de aseguramiento. Pero a las 4:40 los encargados de su reclusión lo hallaron sin signos vitales al interior de su celda.

El Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía inició una investigación penal de la muerte del sujeto, mientras se espera el reporte del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para determinar con exactitud la causa, mecanismo y manera de muerte, según expuso la Policía Metropolitana.

Inicialmente se dijo que el cuerpo de González Gómez no tenía signos de violencia, pero luego un reporte preliminar de los investigadores señaló que presentaba politraumatismos, aunque se desconoce si estaban relacionados con la causa de su muerte posterior y las circunstancias en que se habrían producido.

La Policía Nacional, por su parte, dio apertura a una investigación interna con carácter de prioridad sobre los responsables de custodiar al recluso, para conocer las circunstancias que rodearon su muerte. Hasta el momento no se descarta un posible homicidio, aunque inicialmente se había planteado como un suicidio.

El secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, dijo al diario El Tiempo que González Gómez había llegado alterado a la URI de Puente Aranda, por lo que se decidió recluirlo en una celda con menos detenidos. Luego de esto habría consumido abundante agua y posteriormente presentó síntomas de un paro o convulsión. Los uniformados le habrían brindado los primeros auxilios, pero al llegar la ambulancia para atenderlo, al parecer, ya había muerto.

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