Las autoridades encontraron el cuerpo sin vida del presunto abusador sexual de una menor de 17 años en TransMilenio. De acuerdo con los informes preliminares, Juan Pablo González estaba recluido en la URI de Puente Aranda, en Bogotá, después de que un juez de control de garantías ordenara medida de aseguramiento carcelario al ser señalado de abusar de una adolescente en la estación La Castellana.
“El CTI de Fiscalía adelanta los actos urgentes e inició investigación para esclarecer la muerte del presunto abusador de una joven en TransMilenio”, dijo inicialmente el ente acusador en su cuenta de Twitter. El cuerpo del presunto victimario fue encontrado en las celdas de una de las Seccionales de Investigación Judicial y Criminal (Sijin), “en URI de Puente Aranda, donde estaba recluido”, agregó.
Aunque en ese primer momento se señaló que se trató de un suicidio, en el diario El Tiempo indicaron que esa versión se conoció luego de que en la Policía Nacional señalaran que no encontraron signos de violencia, pero posteriormente el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía reveló en ese medio que González tenía politraumatismos y que perdió el conocimiento cuando llegó a su celda tras la legalización de su captura.
Mientras que en Noticias Uno reiteraron que el hombre presentaba las mencionadas lesiones, de acuerdo con el mismo informe del organismo investigador, y que tras la diligencia judicial el personal de custodia del señalado criminal dio aviso que se había desmayado y que un enfermero le prestó los primeros auxilios, pero el hombre ya no tenía signos vitales.
Lo ocurrido sigue en investigación, ya que las mismas autoridades señalaban que era un suicidio, incluso el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, dijo en El Tiempo que el presunto abusador llegó muy alterado a la URI, por lo que tuvieron que moverlo de celda. Después, habría tomado demasiada agua hasta que entró en un aparente paro cardiaco.
“Se le dieron los primeros auxilios, pero cuando llegó la ambulancia ya no tenía signos vitales”, precisó el funcionario de la Alcaldía de Bogotá a El Tiempo.
La captura y medida de seguridad a Juan Pablo González
El pasado 5 de noviembre, González fue capturado por miembros de la Policía Nacional y de acuerdo con un vocero de la institución, ya había sido arrestado el 21 de octubre por realizar actos obscenos en la localidad de Usaquén. Eso habría sido una semana antes de que la menor de edad, Hilary Castro, contara cómo el hombre la habría obligado a hacer actos sexuales después de amenazarla.
Un día después, el 6 de noviembre, la Seccional Bogotá de la Fiscalía informó que “un juez de control de garantías de Bogotá ordenará medida de aseguramiento en centro carcelario” contra el señalado por abuso sexual; sin embargo, Castro se quejó en su cuenta de Instagram por haber conocido sobre la captura y el proceso judicial por los noticieros y no por las mismas autoridades.
“Las últimas personas en enterarse fuimos mi familia y yo”, afirmó la víctima. Ni la Policía Nacional o la Fiscalía se contactaron con la menor. “Cómo se nota que lo que quieren es un ‘boom’, una noticia, generar ese impacto de que sí están haciendo algo y limpiar el nombre de la Policía”, agregó.
El caso de Hilary Castro
Es importante señalar que el caso tuvo una respuesta rápida después de que la víctima, Hilary Castro, denunciara a través de sus redes sociales la violencia sexual que vivió en la estación La Castellana en la noche del 31 de octubre. Con la viralización de su experiencia, hubo varias manifestaciones mostrando su indignación ante la revictimización que la menor de edad también señaló.
“Iba en una ruta B12 y me bajé en estación de La Castellana. Vi que un señor se bajó en la misma estación y empezó a mirar para todos los lados; procede a sacar algo de la maleta”, relató la menor de edad. Ella empezó a caminar más rápido, pero no encontró ninguna autoridad que pudiera ayudarla. Hilary Castro le entregó todo lo que tenía después de que la amenazara con un cuchillo.
“Me llevó hasta detrás de la estación, procedió a bajarse los pantalones y me obligó” a hacerle actos sexuales.
La situación no pasó desapercibida por dos jóvenes que pasaban por la zona y que terminaron brindándole su apoyo. La víctima intentó denunciar lo sucedido, pero no recibió la atención en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la 38 y tampoco en la sede de Ricaurte. También llamó a la línea de TransMilenio, pero no estaba habilitada.
Si bien la Secretaría de la Mujer atendió a Castro, eso solo sucedió después de que ella denunciara su caso y se hiciera viral en redes sociales.
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