Restos enterrados en Segovia (Antioquia) son del niño Maximiliano Tabares, víctima de un presunto rito para ubicar guacas

Medicina Legal confirmó que el ADN corresponde con el de la madre del menor que, se señala, fue asesinado por su propia familia en una macabra práctica para hallar oro

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Los integrantes de 'Los Carneros' fueron enviados a la cárcel por la desaparición de Maximiliano Tabares. Foto: Fiscalía General de la Nación
Los integrantes de 'Los Carneros' fueron enviados a la cárcel por la desaparición de Maximiliano Tabares. Foto: Fiscalía General de la Nación

Luego de que la semana pasada fueran hallados los restos de un menor enterrados en zona rural del municipio de Segovia (Antioquia), Medicina Legal confirmó que corresponden a los del niño de seis años de edad Maximiliano Tabares, quien habría fallecido en un macabro rito con el que supuestamente su propia familia pretendía ubicar guacas de oro.

En el informativo de televisión Noticias RCN obtuvieron el documento en el que se establece que tras la prueba de ADN, el cuerpo que ubicaron los miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación coincide con el de la progenitora del pequeño, Sandra Patricia Caro Pérez, quien está privada de la libertad al estar también implicada en el crimen.

Los investigadores llegaron el pasado jueves 27 de octubre al punto en que enterraron al niño el pasado gracias a la información que entregaron tanto la madre como Robinson Esmit Arboleda Ramírez alias Orejas, quien también está respondiendo por este caso.

Aunque los indicios de que se trataba del menor eran muy importantes y se tenían pocas dudas al respecto, por la información que proporcionó el mismo ‘Orejas’, se estaba a la espera de la confirmación de las pruebas genéticas.

“Nosotros estábamos en este trabajo de búsqueda. En la investigación con Fiscalía estaba también el CTI. Ellos lograron movilizar un guía y están en este momento en el proceso de exhumación”, informó en aquel momento en la emisora RCN Radio el coronel Daniel Mazo.

De esta manera, se tendría el principal material probatorio para demostrar que el niño fue víctima de un rito que practicó su propia familia que conformaban una secta que se denominó como Los Carneros y que a través de ritos, supuestamente, hallaban guacas de oro.

El crimen se conoció luego de que la propia madre del menor denunciara que el pasado 21 de septiembre su hijo estaba desaparecido, según ella, tras haber ido a comprar lo del desayuno en una tienda cercana a la vivienda en la que habitaban en Segovia, pero conforme fueron avanzando las indagaciones, la versión de la mujer se fue haciendo contradictoria por lo que poco a poco surgió la hipótesis de que la familia del niño sería la responsable de su desaparición.

“Afirmó que su hijo no había regresado a la casa después de salir a una tienda ubicada en el corregimiento La Cruzada en Remedios (Antioquia). Sin embargo, la evidencia indica que, el 20 de septiembre, el menor de edad era transportado en un motocarro por alias Orejas, y viajaba en compañía de la mamá y el padrastro por el sector de Loma del Hueso, en Segovia”, señaló el fiscal del caso durante la audiencia de imputación de cargos de estas personas.

Estas personas están respondiendo por los delitos de tortura y desaparición forzada agravada, y por las pruebas que lograron recolectar en la investigación del caso, el operador judicial los envió a la cárcel.

“Le impuso medida de aseguramiento privativa de libertad a seis presuntos integrantes de ‘Los Carneros’. Estarían involucrados en desaparición de un niño de seis años en Remedios”, señalaron en el ente acusador.

A ellos se sumó el relato de un hombre, que perteneció a la secta que conformaba la propia de familia del niño víctima, quien los acusó de que le perpetraron torturas en esos rituales.

“Los elementos de prueba indican que los carneros de prueba indican que ‘Los Carneros’ estarían involucrados en actos violentos y desmedidos contra otro señalado integrante del grupo a quien, presuntamente, le propinaron quemaduras, y lesiones en sus genitales y distintas partes del cuerpo”, agregaron en el ente acusador.

Esta información le permitió a los investigadores deducir que el menor desaparecido habría corrido con esa suerte y habría sido utilizado en una de esas irracionales prácticas.-

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