El panorama de seguridad continua preocupando en el país, pese a que hubo un cambio de Gobierno entre el saliente Iván Duque, derechista del Centro Democrático y el actual jefe de Estado Gustavo Petro, izquierdista del Pacto Histórico, los líderes sociales o integrantes de las comunidades indígenas, afros y campesinos de las diferentes zonas, en su mayor parte rural, siguen siendo objeto de ataques armados de organizaciones terroristas y criminales.
Una muestra de ello es la más reciente muerte reportada de una mujer de una comunidad indígena en el Pacifico Colombiano, se trata del homicidio de una mujer de la tercera edad en extrañas condiciones que ha consternado a las personas de la zona, especialmente a los integrantes de los embera chamí.
Se trata de María Rosalba Nasequia, de 65 años de edad, quién es integrante de la comunidad embera y salió huyendo de Chocó debido a las consecuencias del conflicto armado, que dejaron su zona como una de las más infestadas con minas antipersona por lo que decidió salir y levantar un asentamiento en el Valle del Cauca municipio de Andalucía.
Pero el hecho terminó trágicamente ya que María Rosalba no pudo volver a su asentamiento ubicado en ‘Camino del Monte’ debido a qué fue hallada sin vida con impactos de bala en una vía cercana a la vereda Tamboral. Un crimen que ha generado gran consternación debido a la frialdad del homicidio. Las autoridades indicaron que adelantan la investigación que les permita establecer el móvil y los responsables del asesinato.
La seguridad para los pueblos indígenas termina siendo un asunto complicado para el anterior y este Gobierno, una muestra de ello fue el ataque que sufrió la senadora de la República por la Circunscripción Especial Indígena - MAIS Aida Quilcué, quien denunció la semana pasada mediante su cuenta oficial de Twitter que en la camioneta del esquema de seguridad que se movilizaba fue impactada aproximadamente 6 veces con arma de fuego.
Capturan y judicializan a los señalados homicidas de dos líderes sociales en Cesar y Huila
La Fiscalía General de la Nación informó que lograron la captura de dos hombres que son señalados de asesinar a dos líderes sociales en los departamentos de Cesar y en Huila.
En el primer caso, el procesado fue identificado por las autoridades como Ramon David Arévalo Pérez, alias Moncho Arévalo, quien sería integrante de la estructura criminal ‘Los Pachenca’, grupo armado descendiente de las extintas Auc que delinque en el Caribe colombiano.
En la investigación del ente acusador hallaron que el capturado sería el responsable del homicidio de Wilson Chaustre Parada, a quien le arrebataron la vida el 25 de septiembre de 2018.
Sobre este crimen, informaron en su momento en el periódico regional El Heraldo, se estableció que ocurrió en el municipio de Pueblo Bello (Cesar) en la finca Los Mangos. Debido a que la víctima no regresaba a su vivienda, tras recoger unas cabezas de ganado, los familiares fueron a buscarlo en el predio mencionado, sin embargo, lo hallaron sin vida con un disparo de arma de fuego.
El fallecido, reseñaron también en el periódico barranquillero, era presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda Casa de Zinc, cargo que había desempeñado tras llevar a cabo un proceso de reinserción, ya que era un desmovilizado de las Auc.
En la Fiscalía señalaron que a ‘Moncho Arévalo’ le imputaron los delitos de homicidio agravado; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, o municiones agravado; y concierto para delinquir agravado.
El otro capturado fue identificado por el organismo investigador como Gerardo Olaya Yasno, quien formaría parte de la columna móvil Dagoberto Ramos, una de las disidencias de las extintas Farc que delinque en el centro del país.
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