El asesinato de padre e hija en Cartagena no deja de ser un hecho que genera indignación y rechazo pero también temor. Este caso no ha salido de la mira de la opinión pública y las autoridades han tenido que moverse rápidamente para mostrar resultados.
En los últimos datos que se conocieron se supo que se aumentó la recompensa por información que permita ubicar a los asesinos de Jaime Antonio Llorente y su hija Alejandra Llorente, de solo 10 años de edad.
Hasta 100 millones de pesos entregarán las autoridades de Cartagena a quienes aporten información valiosa que permita ubicar, capturar y judicializar a los responsables del doble homicidio que ocurrió el pasado jueves 3 de noviembre.
Además del anuncio de que aumentan la recompensa, las autoridades también informaron en las últimas horas que ya se logró identificar a los criminales que perpetraron el asesinato de padre e hija, hecho que no solo enluta a una familia sino en general a la sociedad cartagenera.
“Desde la Alcaldía Distrital se coordina con la Policía Metropolitana de Cartagena para dar con la captura de los autores materiales e intelectuales de este crimen y se ofrece una recompensa de 100 millones de pesos para aquellas personas que den información que permita la captura”, informó el alcalde William Dau el pasado viernes.
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, Nicolás Zapata, aseguró que han avanzado significativamente en la investigación y ya tienen en sus manos información clave para determinar las causas del doble homicidio.
Así mismo, indicó que hay “algunas hipótesis de que la víctima no tenía amenazas, no hacía parte de un grupo de crimen organizado y no recibía extorsión. Gracias al trabajo articulado con la comunidad y al seguimiento a las cámaras del sector hemos identificado a los homicidas como alias El Menor y alias Jhoncito”.
El asesinato de padre e hija en Cartagena a plena luz del día
Los hechos ocurrieron luego de que el comerciante Jaime Antonio Llorente Arcia fuera por sus tres hijas de 9, 10 y 11 años de edad al colegio Biffi culminada la jornada escolar.
De acuerdo con las primeras versiones, la mañana del pasado jueves 2 de noviembre transcurrió con normalidad. Como era común, el padre de familia fue por sus hijas hacia las 2:30 de la tarde para llevarlas a su hogar. Alejandra Llorente, la menor de 10 años decidió sentarse en la silla del copiloto para el recorrido desde la institución hasta su casa.
Cuando Jaime Antonio Llorente paró en el semáforo ubicado antes del camino que lleva a la Bomba del Gallo o al barrio Ternera, sicarios que se movilizaban en una motocicleta lo interceptaron y sin mediar palabra empezaron a disparar, pese a que en el interior de la camioneta había tres menores de edad.
El comerciante recibió dos disparos que le cegaron la vida. Por su parte, las menores de 9 y 10 años también fueron víctimas de los impactos de bala.
Al notar el ataque sicarial y tras la huída de los asesinos, la comunidad se acercó al vehículo para auxiliar a sus ocupantes. El padre de familia ya había fallecido pero las menores de edad continuaban con vida pese a las heridas.
Las niñas fueron trasladadas a un centro asistencial con el objetivo de salvarles la vida. La menor de edad que presentaba mayores complicaciones en su salud era alejandra, de 10 años, quien tuvo que ser intervenida quirúrgicamente apenas llegó a la clínica.
Pese a los esfuerzos de los profesionales de la salud, la niña que iba de copiloto no corrió con la misma suerte de sus hermanas y falleció hacía las cinco de la tarde en el centro asistencial.
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