La Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social, una ponencia que se lleva discutiendo poco más de un mes, no solo en el Congreso, sino en el ámbito nacional, está a pocos días de ser una realidad. Su aprobación, luego de extenuantes jornadas en el Senado y la Cámara de Representantes era uno de los objetivos principales del gobierno nacional. José Antonio Ocampo, ministro de hacienda, estuvo presente en ambas corporaciones, y a pesar de que no se aprobó la totalidad del articulado, manifestó su satisfacción por la labor realizada, además. les agradeció a los congresistas por la aprobación, asegurando que es el primer paso para las transformaciones del país.
En palabras del ministro, esta labor, y su aprobación, dan cumplimiento a una promesa, destacándolo como una labor ética, ya que fue lo que se anunció durante las campañas electorales:
“El Congreso aprobó una ley histórica cuyo propósito es contribuir a reducir una enorme deuda social. Es una herramienta que ayudará a erradicar el hambre, reducir la pobreza y la desigualdad, al igual que los privilegios de unos pocos y avanzar frente a la inequidad, una promesa fundamental del gobierno del presidente Petro”.
Finalmente las pretensiones se bajaron, de los 25 billones que se pretendían recaudar, en el primer año, y durante el tiempo que esté vigente, recogerá 20 billones anuales; se reforzó la idea que se priorizarán los programas sociales, que atienden las necesidades y urgencias manifiestas de la sociedad, por ejemplo, el hambre, la educación, la pobreza, la salud, entre otros, sin perder de vista la sostenibilidad financiera hacia el futuro, pues recordemos que Colombia se encuentra con una deuda externa muy considerable, además de dinamizar el desarrollo y la economía en general.
Precisamente con esto último, que aunque parezca retórico, o repetitivo, fue destacado por José Antonio Ocampo:
“Los recursos adicionales se destinarán a programas sociales y de desarrollo productivo, necesarios para mejorar la calidad de vida de los colombianos y avanzar en la transformación productiva. Gracias a la aprobación de la reforma, la pobreza monetaria se reduciría en cuatro puntos porcentuales, que equivalen a dos millones de personas (...) más que una cifra estamos hablando de cientos de miles de hogares a lo largo y ancho de nuestra geografía que van a tener una vida mejor”.
La decisión fue muy celebrada, porque por así decirlo, eta es la primera gran victoria del actual gobierno nacional, y aunque se cayeron algunos bastiones, o artículos polémicos, depende desde el ideal que se tenga, se pueden recuperar, o al menos renegociar, pues recordemos que el próximo martes se oficiará la mesa de conciliación, donde el Senado y la Cámara de Representantes se sentará a discutir esos puntos que si se aprobaron en una corporación y no en la otra.
A pesar de esto el jefe de la cartera económica, señaló que su aprobación era urgente, pues era necesario consolidar una política pública contundente, cuya finalidad es darles una estabilidad a las finanzas públicas, consolidar y proyectar una responsabilidad fiscal, la cual seguirá siendo un principio prioritario para el gobierno.
En este mismo sentido, Ocampo agradeció al Congreso por el respaldo, asegurando que en los próximos días el presidente, Gustavo Petro, sancionará la reforma para que se convierta en ley:
“Agradezco a los congresistas sus aportes y respaldo, al igual que al equipo de trabajo del Ministerio. Pero sobre todo al presidente Gustavo Petro por su capacidad de convertir en hechos una visión de una Colombia más justa y próspera para todos (...) que exista una correspondencia estructural entre los ingresos y gastos nos permitirá no solo respetar la regla fiscal, sino cumplir adecuadamente con nuestras obligaciones, como ha sido la tradición de Colombia”.
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