Sobre las 12 de la noche, con un Senado en pleno, como en muchas ocasiones no se ve, en medio de un debate de casi 15 horas, entre pujas y distenciones, se aprobó la reforma tributaria, presentada por el gobierno de Gustavo Petro, liderados por el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo. No obstante, varios de los artículos propuestos se cayeron, aparte de los que inicialmente se habían eliminado en mesas de diálogo y negociaciones con diferentes sectores, algunos más polémicos que otros, pero que finalmente, hacen que las pretensiones del recaudo cada vez sean menores, recordemos que de 25 billones que inicialmente se buscaban, ahora se esperan lograr 20 billones de pesos.
Podría decirse, que para los movimientos de gobierno, fue una victoria, así lo dejó ver el presidente de esa corporación, que a su vez lidera el Congreso, hablamos de Roy Barreras, declarando que esta primera aprobación fue una muestra de cumplimiento con el país:
“El Senado hoy le cumplió al país y aprobó una reforma para la equidad que cierra la brecha social. Aquí está la coalición del gobierno del presidente Petro, garantizando el cambio, porque el cambio son las reformas (...) Después de 15 horas hemos aprobado la gran Reforma Tributaria. Seguimos construyendo un mejor país sin brechas sociales para todos. El cambio son las reformas”.
A pesar de esa victoria, varios puntos se cayeron, empecemos hablando del impuesto a las iglesias, artículo incluido, principalmente, por la iniciativa de la presidente de la Comisión Tercera de la Cámara, Katherine Miranda, que buscaba que estas, al igual que muchos otros sectores, pagaran impuestos.
Con 58 votos a favor y 26 en contra, el senado decidió tumbar la iniciativa, bajo el argumento de la libertad religiosa, asegurando que estos lugares trabajan socialmente sin apoyo ni ayuda del estado, y que estos fondos que se recaudan son precisamente para seguir manteniendo sus culturas y tradiciones.
“Aquí nos están diciendo que se gravan impuestos a las iglesias cuando hacen actividades que no son del culto. No es cierto que las iglesias hagan actividades que no son de culto porque es que el culto no es solamente ir a la iglesia a orar, el culto también implica todas las actividades que generan la difusión del mensaje religioso”, señaló la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia.
Este partido político junto con cambio radical, fueron los movimientos que estuvieron en contra, en general, de la reforma, pero, que con este punto se aumentó seriamente el debate, al punto de llamarse herejes y fariseos entre sus colegas.
“Colombia es un país laico, pero no aconfesional y es un derecho humano tener la posibilidad de apelar a la espiritualidad. Como ya lo ha dicho Paloma y Alirio (Barrera), creo profundamente que las iglesias representan una estructura de apoyo social que llegan donde el Estado no existe”, destacó Miguel Uribe.
Para tener en cuenta, este era el artículo 15 de la reforma, que agrupaba a las iglesias y entidades religiosas reconocidas por el ministerio del interior, o la ley, junto con los sindicatos, asociaciones gremiales, fondos mutuos de inversión, entre otros, los cuales debían tributar, independiente de su actividad o finalidad.
Otro de los polémicos artículos caídos, fue el de los impuestos saludables, aunque no sé tumbó del todo, se sacaron de la lista alimentos como: el pan, la miel, la leche con sus derivados, bocadillos y algunos embutidos.
No obstante, en este punto se mantienen los parámetros y estándares para hacer el cobro del impuesto, qué el próximo año será hasta el 10 %, en 2024 del 15 % y en el 2025 del 20 %.
Frente a esto, el senador del Partido Conservador Nicolás Echeverry Alvarán, aseguró que estos cobros van en contravía a lo que buscaba el gobierno sobre no afectar a las comunidades más vulnerables:
“Su partido no acompañó la reforma tributaria en materia de cobrar impuestos a la canasta familiar, ya que el Congreso debe acompañar una política de alimentación saludable vía educación y no por precio”.
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