El reto de Danilo Rueda y los objetivos de la paz total: “Dialogar con diversos grupos armados para traerlos al Estado de derecho”

Para el alto comisionado para la Paz, el proyecto del Gobierno de Gustavo Petro se basa en las historias y las voces de las comunidades que han padecido la violencia del conflicto armado en Colombia

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En el Nordeste antiqueño, una de las ocho subregiones que identificó la oficina del alto comisionado para la Paz como uno de los puntos con más dinámicas de violencia en el país, sus habitantes no pueden vivir tranquilos; la muerte y las amenazas los llenan de zozobra y temor.  Foto Cahucopana
En el Nordeste antiqueño, una de las ocho subregiones que identificó la oficina del alto comisionado para la Paz como uno de los puntos con más dinámicas de violencia en el país, sus habitantes no pueden vivir tranquilos; la muerte y las amenazas los llenan de zozobra y temor. Foto Cahucopana

Sobre las 12 del día llegó Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz, a la vereda El Carmen para asistir a la Acción Humanitaria por la Vida y el Diálogo Regional por la Paz Total del Nordeste Antioqueño, organizada por la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana).

Al funcionario, que cumple casi tres meses en su cargo, lo esperaba una comunidad ansiosa por respuestas del Estado colombiano. Una vereda que en menos de un tres meses ha visto caer asesinados a cuatro de sus líderes más queridos e importantes. Con la necesidad de acabar con un conflicto que perdura en el tiempo en esta región del Nordeste Antioqueño llegó Rueda a cumplir su cita con este territorio.

Mientras Rueda escuchaba las necesidades de los voceros de la Junta de Acción Comunal de la vereda, y de otras que se acercaron al espacio humanitario, un artista nacido en la vereda Carrizal al que le dicen Rasta, pintaba los rostros de los líderes caídos. Lenin Guerra, Mariana Gómez, Jeraldine Chaverra y Adan Vega quedaron inmortalizados para siempre bajo el lema: “Los líderes y lideresas son aquellos que impulsan a otros”.

“Hoy estamos aquí honrado la vida como punto básico para construir la paz total”, fueron la primeras palabras que le dirigió Danilo Rueda a una comunidad que lo oía atentamente. El concepto de la paz total que impulsa el Gobierno de Gustavo Petro, a muchos les suena como una teoría filosófica difícil de entender y mucho más, de cumplir a cabalidad.

Para Rueda, la paz total se basa en las historias y las voces de las comunidades que han padecido la violencia del conflicto armado en Colombia.

“Esas voces son la esencia de una política que plantea, a través del diálogo, salidas a las conflictividades armadas, pero al mismo tiempo, del diálogo se construye la protección de los planes de vida y las respuestas a sus derechos incumplidos sistemáticamente, por eso hablamos de la paz total”.
Con la necesidad de acabar con un conflicto que perdura en el tiempo en esta región del Nordeste Antioqueño, llegó Rueda a cumplir su cita con este territorio / (Archivo)

En el Nordeste antiqueño, una de las ocho subregiones que identificó la oficina del alto comisionado para la Paz como uno de los puntos con más dinámicas de violencia en el país, sus habitantes no pueden vivir tranquilos; la muerte y las amenazas los llenan de zozobra y temor.

No asesinar, no matar y no desaparecer son los puntos que Danilo Rueda considera esenciales para que cualquier grupo armado se pueda sentar a dialogar con el Gobierno nacional.

“Hay que dialogar con la diversa complejidad de todos los grupos armados existentes, por supuesto, cada loro en su estanca. Hay que buscar una salida a partir de esa conversación y ese diálogo. Esas salidas siempre implicarán el respeto a los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, pero en particular, van a significar transformaciones territoriales que significan inclusión social e inclusión ambiental”, le respondió a Infobae Colombia que estuvo presente en la acción humanitaria que se realizó desde el pasado 1 de noviembre.

Mientras la acción humanitaria se realizaba, muchos de los líderes presentes sentían temor de volver a un territorio que no es seguro. Una de las muchas necesidades que le plantearon al alto comisionado para la Paz es poder sentirse seguros en sus propios hogares. Para ellos, este es un lugar sagrado porque han intentado cuidar sus vidas de las violencias que los acechan.

Lenin Guerra, Mariana Gómez, Jeraldine Chaverra y Adan Vega quedaron inmortalizados para siempre bajo el lema: “Los líderes y lideresas son aquellos que impulsan a otros”.
Lenin Guerra, Mariana Gómez, Jeraldine Chaverra y Adan Vega quedaron inmortalizados para siempre bajo el lema: “Los líderes y lideresas son aquellos que impulsan a otros”.

El 7 de agosto a las 4:30 de la tarde las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) enviaron una solicitud para sumarse a la paz total del recién posesionado Gobierno nacional. Doce días después, el 19 de agosto, incumplieron su palabra al matar a Lenin Guerra.

“Eso generó una fuerte respuesta del Gobierno. Nuestra oficina les hizo un llamamiento inmediato y perentorio y de exigencia a la estructura de mando de las AGC para que respondieran por ese asesinato, para que pararan la violencia o no había posibilidad de seguir en una fase de acercamiento”.

Al estar en este territorio se puede evidenciar la ausencia total del Estado para suplir con las necesidades básicas de la población, por ejemplo, no hay centros de salud ni educativos. Las oficinas institucionales quedan a más de cinco horas de trayecto y los funcionarios no hacen presencia en el lugar.

En su visita a la vereda El Carmengg Rueda fue testigo de estas ausencias y le envío un mensaje a la comunidad de que el proceso de paz será largo y en el camino se presentarán muchos inconvenientes.

“La paz total implica una intervención integral del Estado. Tendrán que estar funcionarios de los diversos ministerios para dar respuesta a los derechos de la población, pero no va a ser un enfoque con una mirada asistencial, sino el desarrollo de una política estratégica para que las comunidades potencien todas sus capacidades, todos sus conocimientos, y en este caso, todo lo que tenga que ver con asuntos de derechos humanos que han sido ignorados”.

Uno de los hitos más importantes del Gobierno de Gustavo Petro, en sus primeros 100 días de mandato, será el inició de las conversaciones de paz con el ELN que como se sabe iniciarán en noviembre de 2022. “Es cuestión de días, horas o semanas. Desde las dos partes hay total disposición para avanzar en el proceso”.

Danilo Rueda también reconoció que la paz total se construye desde y con las comunidades más violentadas. “La relación que debemos tener con ustedes es que podamos lograr avances importantes para proteger la vida y los escenarios de libertades, para que ustedes puedan pensar y diseñar la región que se merecen y proyecten sus planes y proyectos de vida”.

Aunque el alto funcionario recalcó que se está en una etapa de acercamientos con los diferentes grupos armados para lograr una negociación de paz, fue claro en decir que una de las tareas de su oficina es el fortalecimiento y la extensión de las iniciativas que han liderado por más de 15 años, como es el caso de Cahucopana.

“Vamos a proteger a los líderes y lideresas de esta organización para que no les pase nada. Tendrán presencia en el territorio, de por lo menos, 12 personas de la oficina de paz para fortalecer sus propuestas e iniciativas a las salidas de los conflictos armados para lograr la paz total”.
Mientras la acción humanitaria se realizaba, muchos de los líderes presentes sentían el temor de volver a un territorio que no es seguro para sus vidas.
Mientras la acción humanitaria se realizaba, muchos de los líderes presentes sentían el temor de volver a un territorio que no es seguro para sus vidas.

Los cuatro años del gobierno de Iván Duque serán recordados como esos en los que no se implementó el Acuerdo Final de Paz entre el Estado colombiano y las extintas guerrillas de las Farc. Así lo recordó Danilo Rueda.

“Los planes de desarrollo con enfoque territorial han sido una quimera. La unidad de desmonte de estructuras criminales se dedicó a esclarecer los asesinatos de unos líderes, lideresas y excombatientes capturando al gatillero, pero nunca yendo a la estructura criminal en sus altas definiciones de planes para la acumulación de riqueza o para el control territorial conforme a unos intereses económicos”.

De acuerdo con cifras entregadas por Danilo Rueda, hoy las AGC están compuestas por más de 9.000 hombres, en el ELN son más de 5.600 hombres armados y el Estado Mayor de las Farc son más de 2.500 integrantes.

En esta zona del Nordeste antiqueño se palpa la ilusión de que las cosas cambien. De su visita al territorio Rueda se va con los temores de la población, pero con la esperanza de sus iniciativas para evitar el desplazamiento, el despojo de la identidad, de la espiritualidad, la forma de uso y goce de las tierras.

Cómo se trabaja con esa ilusión de la gente, le preguntó Infobae Colombia a lo que respondió: “con la responsabilidad que compromete el hecho de que se pueda dialogar con diversos grupos armados para traerlos al Estado de derecho”.

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