El martes el presidente Gustavo Petro generó una nueva polémica para la economía colombiana con una nueva propuesta. En esta ocasión aseguró que es necesario debatir en el Congreso de la República un impuesto del 40 % para gravar las importaciones de ropa.
La propuesta se socializó por medio de un decreto socializado por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña.
El mandatario defendió la propuesta. Manifestó que con este se permitirá que se dispare la industria de confecciones de Colombia y que es “mejor aún si frenamos el gran contrabando, que es la otra cara de la moneda de la exportación de cocaína ilegal”.
Carrera proteccionista
No obstante, como de costumbre, salieron voces en contra al respecto. Una de ellas, la del exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo.
El exfuncionario aseguró que con el arancel del 40 % a los textiles se comienza una carrera proteccionista que no se sabe dónde acabará.
“¿Por qué no otros sectores con este tipo de protección?”, cuestionó al recordar que además la fuerte devaluación del peso es también otro gran arancel protector de la industria nacional.
Por su parte, el economista Jorge Restrepo, director del Centro de Investigación y Estudios sobre Conflictos Armados, Violencia Armada y Desarrollo (Cerac), calificó la iniciativa como Inconveniente e inoportuna.
“Es incoveniente e inoportuna porque afecta severamente al consumidor y aumentará la inflación. Paises retaliarán contra Colombia”, aseguró.
Entre tanto, la política Clara Lucía Sandoval, criticó que Petro, a punta de impuestos, quiere imponer lo que se debe comer y lo que la gente se debe poner.
“Lo nuevo: arancel del 40 % a la ropa importada. Ahora dirán que esta ropa la usan los 4.000 más ricos”, subrayó.
Impacto al bolsillo
A su vez, el presidente de Fenalco, Jaime Cabal, manifestó que una medida como esta en medio de un escenario inflacionario y con un dólar por encima de los 5.000 pesos impactará negativamente el bolsillo de los colombianos y generará mayor desempleo e informalidad. Además, que es una situación que premiará al contrabando.
Según el dirigente gremial, el impacto en el precio final a los consumidores, teniendo en cuenta además que hay un encarecimiento en las importaciones por cuenta de la devaluación del peso frente al dólar, será en promedio de un 30 % más, lo que finalmente aumentaría la rentabilidad del contrabando, ya que se incrementaría el diferencial de un producto legalmente importado, en comparación con el ilegal.
“Bajo este panorama, el desestimulo a la compra de prendas de vestir, el cuarto rubro de la canasta familiar, traerá como consecuencia menos áreas en establecimientos comerciales dedicadas a este segmento y por consiguiente menos estímulos a la expansión y generación de nuevas plazas de trabajo en este sector”, anotó Cabal.
Este resaltó que en Colombia no hay capacidad de producción para sustituir las confecciones importadas, porque los niveles de inversión en los últimos 10 años resultó muy baja. Además, paradójicamente, si se le restan recursos al comercio, para pagar más impuestos a la Dian, se afectará y se disminuirán las compras de productos nacionales.
“Aumentar los aranceles al 40 %, máximo consolidado en la OMC (Organización Mundial del Comercio), no parece ser la estrategia adecuada para que Colombia se vuelva una potencia regional en las confecciones, por lo que sugerimos convocar a unas mesas de trabajo con los comerciantes representados por Fenalco, con el objetivo de proponer fórmulas más equitativas y trazar unas rutas diferentes a las ya ensayadas anteriormente, que han demostrado ser ineficaces”, concluyó Cabal.
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