Una mujer decidió hacer todo lo posible por sacar a su hija de una red de trata de personas. Lo que comenzó con una fiesta y una invitación a trabajar, se le convirtió a una joven de 19 años y su mamá en un evento que marcó de forma decisiva sus vidas.
La madre de la víctima, que habló con Caracol Noticias y la cual no se dirá su nombre por protección de su identidad, aseguró que su hija salió una noche a un bar y conoció un sujeto que decidió hacerse su amigo y le sacó mucha información.
“Él la saca a bailar, la asecha con preguntas cómo que hace, de dónde viene, con quién vive, en qué trabaja el papá, la mamá, le saca información, empieza a decirle que puede hacer que ella gane mucha plata para que pueda estudiar”, contó la mujer y agregó que al comienzo le planteo que el negocio era en eventos y celebraciones.
La idea le rondó a la joven por unos días, que en ese momento se encontraba buscando trabajo y no encontraba, así que decidió llamar al sujeto y lo contacto para saber más, en ese momento el sujeto le dijo que fuera Mosquera, donde quedaban las oficinas.
“Nosotros trabajamos con chicas que trabajan acompañando a los hombres como a tomar, damas de compañía. En ese momento, mi hija no tenía como mucho conocimiento de ese tema, entonces empiezan a pintarle un panorama económico muy bueno”, puntualizó la madre de la víctima, que contó que cuando llegó los sujetos hicieron que su hija tuviera relaciones sexuales con los dos: “Ese día ellos están con mi hija, entonces ella queda como ‘¿ahora qué hago?, ¿cómo me metí en esto?, ¿qué puedo hacer?’”.
Ese día la joven llegó consternada a su casa por lo que sucedió y al día siguiente los dos hombres a punta de amenazas se la llevaron de la residencia y la secuestraron: “Ellos empiezan a reclutar a otras niñas. En ese tiempo ella me dice que hubo 8 o 10 niñas”.
La mujer perdió todo contacto con su hija, pero meses después logró infiltrarse en un chat de los criminales y así fue como hizo una fiesta para identificar a los hombres y poder salvar a la joven de la explotación sexual de la que fue víctima. La investigación determinó, que los explotadores hacían que las jóvenes estuviera hasta con 11 hombres por día.
“Ella invita esas personas a compartir en una fiesta familiar para lograr identificar a cada uno a través de videos y fotografías que ella misma hace, ganándose la confianza de esas personas, después de esto logra saber la ubicación exacta de su hija”, indicó una investigadora de la Dijín.
Finalmente, la joven fue rescatada y las autoridades pudieron desmantelar la red. Inicialmente, llegaron al apartamento donde abusaban de las jóvenes. Ahí pudieron determinar que la banda estaba compuesta por una familia, padre, madre e hijo.
“Vinculadas a una comunidad virtual donde se ofrecían servicios sexuales, les creaban un perfil y posteriormente eran trasladadas para cumplir estos encuentros íntimos en Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y otros municipios de La Sabana norte y occidente de Bogotá”, anotó Hugo Pérez, director contra las violaciones a los derechos humanos al medio colombiano.
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