Un importante cambio en los impuestos que pagarían las iglesias en Colombia trae la ponencia del proyecto de reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro, el cual será discutido este miércoles 2 de noviembre en segundo debate.
En dicho proyecto de ley, con el cual se busca recaudar 20 billones de pesos en 2023, se mantiene el nuevo tributo a las iglesias, en particular para los ingresos de estas entidades que no estén relacionados con su fe.
De acuerdo con Valora Analitik, en su lugar, solo se les cobraría renta por actividades comerciales que tienen en inmobiliarias, empresas de limpieza, hospitales con internación y temas jurídicos.
El portal precisó que, según datos de la Dian, las iglesias y cultos tienen barberías o peluquerías, cafeterías, centros vacacionales, hoteles, comercios, parqueaderos, librerías y estaciones de radio y canales de televisión.
Así las cosas, por estos comercios pagarían renta con el proyecto de reforma tributaria, aunque no en todos los casos. Entonces, el impuesto de renta solo aplicaría “cuando los excedentes originados en tales actividades no se reinviertan en el objeto social de la entidad”.
De esta manera, si las iglesias o cultos reciben recursos por los negocios comerciales y estos los destinan a su objeto social, quedarían por fuera de la tributación.
Un ejemplo de esto sería que los ingresos que tengan por hoteles o tiendas sean reinvertidos en temas educativos, con lo cual no pagarían renta.
En todo caso, según Valora Analitik, si los dineros recibidos no se destinan a su objeto social, como lo señala la reforma tributaria, quedarían gravados con una tarifa de 20 %.
“El gobierno Petro mantuvo las exenciones a ingresos por donaciones, tanto para quienes las reciben como para quienes las dan. Y también se mantuvo que los ingresos de las iglesias y cultos que provengan directamente de sus actividades religiosas no pagarán impuestos en Colombia”, resaltó el portal.
Este también indicó, que según datos de la Dian, dichas entidades registraron ingresos brutos en 2019 y 2020 por 4,7 billones de pesos y 4,1 billones de pesos, respectivamente.
Así mismo, informaron que su patrimonio bruto en esos años llegó a 13,5 billones de pesos y 12,5 billones de pesos, respectivamente. En tanto, el patrimonio líquido llegó a a 12,3 billones de pesos y 11,4 billones de pesos, respectivamente.
Katherine Miranda contra John Milton Rodríguez
En medio de la información que va y viene en torno al tema, la representante a la Cámara Katherine Miranda, autora del considerado polémico proyecto, afirmó a Infobae Colombia que hará hasta lo imposible porque su idea salga a flote.
Miranda, presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes (la que se encarga de los temas de plata en esa corporación), explicó que ella y su equipo “se blindaron” de los diferentes argumentos que saldrían en contra de su idea.
“Fuimos absolutamente cuidadosos en la redacción de ese artículo donde estuvieron metidos constitucionalistas, personas expertas en derecho canónico. También estuvieron los ministerios del Interior y Hacienda para ser muy rigurosos en el tema”, anotó.
Precisó que en el artículo claramente no se viola en ningún momento el Concordato por causa de actividades económicas, completamente ajenas a lo que significa el culto, la beneficencia y la educación.
“Estamos hablando de cómo se pueden gravar esas actividades económicas que actualmente algunas iglesias desarrollan, pero bajo el manto o bajo la sombrilla de culto, pues no pagan impuestos”, aseguró.
Por otra parte, el exsenador, pastor cristiano y codirector del partido político Colombia Justa Libres, John Milton Rodríguez, que se declaró férreo opositor a que las iglesias tributen de esa manera, aseveró que es injusto que además de que templos como los que él dirige paguen el Iva y los parafiscales deban asumir costos adicionales por tener cafeterías, librerías y alquilar salones.
De hecho, le dijo a Infobae Colombia que está convencido de que, si llega a aprobarse esa idea, la Corte Constitucional la tumbará por tener, lo que llamó, “vicios de inconstitucionalidad”.
Es más, considera que en el impuesto del 20 % que les empezarían a cobrar a quienes se lucren con actividades ajenas al culto fue una “equivocación total de los legisladores”.
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