Reconocidos empresarios de Valle del Cauca y Palmira, figuras políticas, un hijo de Diomedes Díaz y Kike Vega, que años atrás había sido amenazado por Los rastrojos por rentas criminales de la región, asistieron a la fiesta de cumpleaños que terminó en una balacera en Puerto Colombia. En ese enfrentamiento, cuyos motivos aún son materia de investigación, murió el celebrado, identificado como Jonathan José Ospino Illera.
Precisamente, las pesquisas adelantadas por la Fiscalía General de la Nación buscan determinar las causas de la balacera a partir de los asistentes a la reunión celebrada el pasado 23 de octubre. Esa lista se convirtió en pieza fundamental para determinar si alguno de ellos hace parte de grupos narcotraficantes.
Sin embargo, apareció una nueva hipótesis sobre los hechos, y es que también habrían asistido al menos tres fiscales secciones que evidenciaron todo lo que ocurrió ese día.
Paradójicamente, los funcionarios encargados de investigar casos asociados al narcotráfico, microtráfico y homicidio, estarían reunidos, no solo con empresarios y políticos reconocidos, sino también con personas investigadas por tráfico de estupefacientes, como Álvaro Ospino, hermano de Jonathan Ospino, capturado en 2011 por integrar la red delincuencial y de sicarios encabezada por el venezolano Walid Makled, otrora narcotraficante más poderoso de ese país.
De hecho, gran parte de esa labor investigativa es, justamente, para esclarecer si hubo presencia o no de funcionarios de esa entidad. En diálogo con El Tiempo, uno de los fiscales señalados negó su asistencia a la fiesta; incluso, afirmó que no tiene vida social y que por ese escándalo que le armaron, teme por su vida pues fue amenazado por la banda Los costeños.
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Otro de los fiscales le dijo al medio citado que tampoco fue a esa fiesta y que no conoce a sus asistentes. “Es fácil comprobar que a la hora de los hechos yo ya me encontraba laborando”, enfatizó el funcionario.
Vale indicar que las investigaciones han arrojado que un segundo muerto en la balacera fue identificado como Rubén Ricardo Galea, de nacionalidad venezolana. En videos recogidos por las autoridades se ve la forma en que Ospino le dispara a Galea mientras que, este, al caer, acciona su arma de fuego contra el cumpleañero. Galea, de acuerdo con el dictamen de Medicina Legal, tenía tres heridas de bala en el tórax, dos en la región inguinal, una en el muslo y una en la zona abdominal.
Las pesquisas también han determinado que Víctor Reales Hoyos, alias Deivi Parrilla, fue quien usó la subametralladora en la balacera. Tanto él como Álvaro Ospino Illera, supuesto hermano del joven asesinado, fueron señalados en 2011 de pertenecer a la banda criminal Los Piloneros, que operaba en Valencia, capital del estado venezolano Carabobo.
La Fiscalía también maneja la hipótesis de que el enfrentamiento se dio por motivos de venganza entre estructuras criminales. Dicha versión se sustenta en otra de la entidad, en la que se señala que la confrontación se habría presentado entre bandas mafiosas que tienen presencia en Santa Marta, La Guajira y otros de una organización criminal venezolana.
Más allá de esas versiones aún no se ha confirmado el motivo real de la disputa, pues en primera instancia se había hablado de un supuesto episodio de acoso sexual a una de las asistentes.
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