El precio del dólar cerró la jornada de este miércoles en un promedio de 5.016,07 pesos, tras ganar 40,49 pesos frente a la tasa representativa del mercado (TRM), que hoy se ubicó 4.975,58 pesos. La divisa tuvo un precio de apertura de 5,020 pesos. De igual forma, el máximo llegó a los 5,038.50 pesos, mientras que el registro mínimo se ubicó en 4,989.01 pesos.
De acuerdo con la plataforma Set-FX, en esta jornada se negociaron más de 982 millones de dólares en 1,723 transacciones.
En cuanto al precio del petróleo, el Brent, de referencia para Colombia, se ubicó en 95,88 dólares en las últimas horas tras una subida de 1,3 %. A su vez, el West Texas Intermediate (WTI) llegaba a los 89,73 dólares tras ganar 1,54 %.
La volatilidad del dólar seguirá debido factores nacionales e internacionales entre los que están el alza en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el impacto en el precio del combustible provocado por la salida del mercado de millones de barriles de petróleo por la entrada en vigencia de las sanciones económicas contra Rusia, la advertencia hecha por el Banco Mundial de recesión económica y el anuncio de desaceleración económica.
A su vez, en los últimos días se conoció un informe de JP Morgan en el que se advierte que los comentarios en redes sociales del presidente de Colombia, Gustavo Petro, generaron una significativa volatilidad en el mercado nacional, principalmente por los anuncios de suspender las nuevas exploraciones de petróleo, gas y carbón, lo que genera la huida de los inversionistas de minas y energías fósiles.
Sin embargo, Petro se pronunció sobre dichas exploraciones y aseguró que los contratos de explotación petrolera, carbonera y gasífera continúan normalmente al igual que los contratos de exploración vigentes y que no hay ninguna prohibición.
Señales de tranquilidad
Sobre el nuevo impulso tomado por el precio del dólar y tras superar la barrera de los 5.000 pesos y con la cercanía que puede tener ahora a los 6.000 pesos, Infobae Colombia consultó al profesor Álvaro Chaves Castro, asociado al programa de Economía de la Escuela Colombiana de Ingenieros Julio Garavito.
Chaves Castro afirmó que la barrera sicológica para la divisa colombiana hasta hace unas dos semanas era de 5.000 pesos por dólar, cuando la cotización más alta se registró el pasado 25 de octubre al alcanzar los 4.968 pesos por dólar, 31 pesos cerca de la barrera de los 5.000 pesos. No obstante, se observó una tendencia a la baja la semana pasada debido en parte a la tranquilidad con la que recibieron los mercados la noticia de continuar con los contratos de exploración petrolera, lo que podría calmar el aumento de la cotización de la divisa para que no tenga más aumentos exagerados y llegue a los 6.000 pesos.
Según él, se debe reconocer que las señales de tranquilidad enviadas por las autoridades económicas son positivas para atenuar el nivel de incertidumbre que rondan la economía colombiana. Sin embargo, esto no es suficiente, toda vez que debe ante todo debe existir una coordinación y mejorar los canales de comunicación entre las autoridades económicas (el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo) y lo que manifiesta el presidente públicamente.
“El apoyo del presidente Petro a las medidas de índole fiscal son determinantes para alcanzar credibilidad de los mercados internacionales en el cumplimiento de las metas de ajuste macroeconómico que está acometiendo el país”, dijo.
También se refirió al hecho de que el peso colombiano sea una de las monedas más devaluadas del mundo ante el dólar.
Precisó que en la coyuntura actual, si bien el fenómeno de la depreciación de la moneda es generalizado para la mayoría de economías del mundo, no se debe desconocer que la mayor incertidumbre imperante en la economía colombiana la ha ubicado como la segunda moneda más devaluada después de la divisa de Ghana al alcanzar una devaluación promedio diario de 0,12% entre agosto y octubre del presente año.
Indicó que desde que se posesionó Petro la devaluación acumulada del peso con respecto al dólar ha sido 10.5 %.
Difícil situación
A su vez, anotó que ante el precio del dólar y la alta inflación a Colombia le espera una difícil situación a final del 2022 y lo que viene en el 2023, pues es un fenómeno global que experimentarán las economías desarrolladas y las emergentes si se reconoce el efecto nefasto de una alta inflación más una tendencia a la depreciación de las monedas del mundo.
“Para el caso particular de Colombia, la mayor devaluación impacta directamente los costos de producción, como por ejemplo, los insumos importados, lo que se reflejará en una mayor inflación en el precio de alimentos y, adicionalmente, está pendiente la negociación del salario mínimo para el año entrante, que podría generar una espiral inflacionaria entre salarios y precios, es decir los mayores salarios podrían manifestarse en una subida adicional de precios en la economía colombiana. Es como si se estuviera apagando el fuego con gasolina”, anotó Chaves Castro.
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