Reventa de boletas en el partido Bucaramanga vs. Pereira dejó hinchas heridos y sin poder entrar

Con capacidad para albergar 28.000 espectadores, el estadio departamental Alfonso López Pumarejo tuvo lleno total en la tarde del domingo 30 de octubre cuando se llevó a cabo la fecha 20 del torneo finalización colombiano de primera división con el juego entre Atlético Bucaramanga y Deportivo Pereira, juego que finalizó con resultado de 1-3 favorable al plantel Matecaña.

Sin embargo, fuera de lo deportivo, las autoridades y fanáticos Leopardos registraron actos de violencia antes de ingresar al estadio de la capital santandereana, por cuenta del negocio de revendedores de entradas que acapararon los tiquetes para soñar con una hipotética clasificación del equipo auriverde a los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay II 2022.

Mientras 16 clubes definían seis cupos para las finales, hubo hinchas del club bumangués que tuvieron que retrasar su ingreso al estadio Alfonso López y hubo otros que, a pesar de haber comprado su tiquete y de llegar con tiempo, definitivamente no pudieron ingresar al recinto deportivo.

Más de mil personas resultaron perjudicadas por los desórdenes logísticos del ingreso a cargo de la fuerza pública y la tiquetera Quick Ticket. Precios sin servicio que oscilaban entre los 24.000 y 55.000 pesos (sin servicio) terminaron afectando el ingreso de simpatizantes locales al estadio.

El malestar de los aficionados se hizo más que evidente y en video quedaron registrados algunos fanáticos intentando ingresar al estadio a la fuerza con la presencia de la Policía. Según le reportó al diario Semana el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, algún sector de barristas intentó entrar a la fuerza, lo que derivó en un cierre de puertas para preservar la seguridad de los asistentes.

Filas largas que rodeaban el perímetro de la Glorieta Inder en el estadio fueron la imagen de la tarde antes de que se diera el pitazo inicial del partido sobre las 4:00 p. m.

Carabineros y barristas se enfrentaron en los filtros de seguridad y así se vio el impase en imágenes:

Hinchas de Atlético Bucaramanga reportaron la anomalía en cuestión de minutos y así se lo explicaron a la prensa al momento de interponer su denuncia:

Al final del día, el balance entregado por las autoridades fue de 600 personas perjudicadas por los desmanes, así como de tres lesionados de gravedad.

La Comisión Local de Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol dispuso una serie de medidas especiales, tanto al interior como a los alrededores del estadio, con el propósito de evitar alteraciones de orden público.

Luis Ernesto Ortega, secretario de la comisión, expuso así el operativo con el que trabajaron para atender a la barra visitante:

Previo al encuentro deportivo, la Policía hizo un registro de antecedentes en el que solo pudieran ingresar quienes no tuvieran un prontuario delictivo en su historial. Adicional a esto, se dispuso de tres anillos de seguridad con más de 600 uniformados de la Policía, 81 Gestores de Convivencia y personal logístico del equipo.

Entre otras medidas tomadas para este partido cabe mencionar que la apertura de puertas fue a las 12:30 p. m.; hubo presencia de hinchas visitantes en la tribuna norte baja con acompañamiento policial y de los gestores de convivencia; además de que los niños caminantes hasta los 10 años pudieron ingresar gratis a la tribuna occidental alta en compañía de un adulto responsable.

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