El próximo 6 de noviembre arranca la COP 27 (las Conferencias de la Naciones Unidas sobre el cambio climático) y Colombia se prepara, junto con otros 190 países del mundo, para llevar un mensaje contundente a través de la creación de un bloque amazónico.
La iniciativa, que ha sido impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, no solo busca llevar un mensaje contundente de cara a la protección de la Amazonía, sino también, sentar compromisos de cara a la crisis climática que enfrenta el mundo, especialmente los países suramericanos por los efectos del calentamiento global.
Así lo reveló la ministra de Medioambiente, Susana Muhammad, en rueda de prensa. La idea es reiterar una vez más el compromiso del país por esta zona selvática que además de representar una enorme riqueza en biodiversidad, según datos de la WWF, es una reserva de carbono que es indispensable para “estabilizar y regular los patrones climáticos regionales y globales”.
En tal sentido, se busca la conformación del bloque, la unión de los países que integran la cuenca del río Amazonas, con el fin de ejercer presión y acciones contundentes que no solo ayuden a frenar el cambio climático, sino también trabajen para proteger esta parte del planeta.
“Llamaremos a todos los ministros de Ambiente y mandatarios de los países amazónicos para hacer un encuentro en el marco de la COP para formar este bloque amazónico, que tiene una repercusión global. No sólo la cooperación entre nosotros, sino que debemos unirnos como bloque amazónico para que realmente sea un trabajo del mundo salvar ese gran recurso”, dijo la ministra Muhamad.
En ese orden de ideas, también planteó la necesidad de dar cuenta ante el mundo de su compromiso con aquellas regiones más afectadas por el cambio climático, que además representan una parte importante para el equilibrio del planeta.
“Si llegamos a un punto de no retorno de la Amazonía, la crisis climática tendrá un efecto global”, advirtió y añadió que desde Colombia, se realizará un llamado para que existan aportes internacionales que generen aproximadamente US$400 millones anuales, partiendo también del hecho de que ya Colombia paga el impuesto al carbono, un tributo permanente como parte del proceso de restauración en los ecosistemas.
Las grandes apuestas
Pero si bien la inversión también puede contribuir a la conservación, en este evento mundial Colombia contará con una nutrida agenda de negociación, un equipo especializado que liderará la posición nacional en las diferentes negociaciones y un stand de país dispuesto a compartir con el mundo la visión y acciones climáticas que tienen las comunidades y el gobierno actual. Así las cosas, estos son los grandes punto a trabajar:
Cambio climático: partiendo de la ausencia de compromisos serios que den cabida a frenar el cambio climático y los objetivos del Acuerdo de París, Colombia hará un llamado para que las metas de los demás países sean más ambiciosas proponiendo adoptar un programa de trabajo estructurado con miras a limitar el aumento de la temperatura global.
Género: en este punto, Colombia buscará que el Plan de Acción de Género y Cambio Climático sea una realidad. Esto, luego de que organizaciones de mujeres campesinas, indígenas y afrocolombianas de 18 departamentos del país que agrupan a más de 20.000 mujeres, definieran, con el apoyo de MinAmbiente, la necesidad de que el país cuente con este plan.
Plataforma de Comunidades locales y pueblos indígenas: partiendo de que el Estado ha adoptado en las últimas décadas el régimen jurídico de resguardos indígenas y el decreto 6321 del 10 de abril de 2018 que permite a las áreas no municipalizadas de los departamentos del Amazonas, Guainía y Vaupés, establezcan un sistema gradual y progresivo de fortalecimiento de la autonomía de los pueblos indígenas en sus territorios, durante la COP, el país buscará exponer las experiencias de las comunidades en el logro de los objetivos del Acuerdo de París y la acción climática en los territorios.
Adaptación: bajo este eje, Colombia buscará fortalecer la agenda de acción y apoyo en adaptación para reducir la vulnerabilidad y mejorar la capacidad adaptativa del territorio.
Pérdidas y daños: bajo esta visión, se buscará apuntar al establecimiento de un fondo con recursos suficientes para prevenir, minimizar y abordar las pérdidas derivadas de los impactos del cambio climático. Igualmente, buscará dar luz verde a la operación de la Red de Santiago, para facilitar la comunicación entre los países más vulnerables ante los riesgos climáticos.
Financiamiento climático: Colombia hará un llamado a mejorar los trabajos de acreditación y simplificar los procesos de aprobación de proyectos que permitan fortalecer las acciones de reducción de emisiones de gases efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura a 1.5ºC.
Mecanismos de Mercado y de no mercado: finalmente el país promoverá la transparencia de la información, para generar reglas claras en los proyectos de mercados de carbono con el fin de que su destino final sí sea en la protección de los derechos de todas las comunidades involucradas y el medio ambiente.
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