Halloween y niños: consejos para que el dulce no se convierta en una amarga experiencia

La felicidad que sienten los niños al vivir esta fecha debe ir acompañada de precauciones para prevenir el excesivo consumo de azúcar

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Comer todos los dulces que se recogen en la calabaza puede traer dificultades para los niños.
Comer todos los dulces que se recogen en la calabaza puede traer dificultades para los niños.

La fiesta de Halloween, celebración de este lunes 31 de octubre, es el momento del año en el que los niños más consumen dulces, por ende, es una de las fechas en las que la salud de nuestros niños es lo más importante y se deben seguir ciertas recomendaciones para que puedan disfrutar sin preocupaciones este dulce momento.

La felicidad que sienten los niños al vivir esta fecha debe ir acompañada de precauciones para prevenir que el consumo excesivo de golosinas llegue a provocar una subida brusca de azúcar. Es por esto que MedPlus compartió cinco tips para que la noche de Halloween sea de diversión y no un dolor de cabeza. Son los siguientes:

- De ser posible, organice una celebración en la propia casa, de esta forma podrá controlar la cantidad y el tipo de dulces que consumirán sus hijos.

- Consulte con un médico o nutricionista los tipos de golosinas que tienen menos cantidad de azúcar e hidratos de carbono y prefiéralos para que sus hijos los consuma esa noche. También puede alternar con pasabocas como frutas secas, nueces y chicles sin azúcar.

- Asegúrese de que el niño coma antes de la actividad de Halloween para que esté con el estómago lleno. Prefiera alimentos altos en proteína y fibra para mantener estables los niveles de azúcar.

- Negocie con los niños para que no todas las golosinas sean consumidas en la misma noche.

- Prefiera calabazas, bolsas o recipientes para recoger los dulces de tamaño pequeño.

Tomar conciencia es la clave

Mas allá de estas recomendaciones, la educación de los niños es fundamental para que ellos mismos se autorregulen y aprendan a cuidar su salud en esta fecha, pero también en su vida diaria.

El consumo excesivo de azúcar está relacionado con uno de los dos tipos de diabetes que existen, el tipo dos, el cual es prevenible si se adoptan hábitos saludables desde la infancia, así que es clave que los niños que no la padecen también interioricen la importancia de tener un estilo de vida sano.

Durante la infancia, incorporar este tipo de hábitos de forma dinámica y sencilla es posible, y mucho más efectivo, a través de herramientas didácticas como guías o revistas. Este tipo de instrumentos permiten a los padres reforzar hábitos adecuados enseñando, por ejemplo, la importancia de reducir el consumo de azúcar y grasa, pues al contar con grandes depósitos se aumenta la posibilidad de generar resistencia a la insulina y desarrollar diabetes tipo dos.

También es clave la detección oportuna, por lo que este tipo de herramientas lúdicas también enseñan a reconocer las señales de alarma de la diabetes como sed excesiva y orina constante, cansancio, visión borrosa, problemas de cicatrización, hormigueo en las extremidades y pérdida de peso, entre otras, para poder recibir atención a tiempo.

La diabetes, en cifras

Estas son algunas cifras de la diabetes:

- La diabetes es una de las enfermedades con más prevalencia a nivel mundial. De acuerdo con el Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes, puede llegar a alcanzar los 700 millones de casos para el 2045.

- De acuerdo con el Ministerio de Salud, en Colombia, 1 de cada 10 personas en Colombia tiene diabetes, pero caso la mitad de ellos no saben que están enfermos, ya que al comienzo los síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con los de otras enfermedades.

- Según el Fondo Colombiano de Enfermedades de Alto Costo, Cuenta de Alto Costo (CAC), en Colombia, durante el 2021 se reportaron 1.676.885 personas diagnosticadas con diabetes.

Prevención

En esta patología existen tres claves para reducir el riesgo de aparición y complicaciones a mediano y largo plazo: identificación temprana en pacientes con antecedentes familiares, tratamiento oportuno y prevención desde los primeros años, pues factores como la obesidad de la mano del sedentarismo, resultan trascendentales para aumentar el riesgo de padecer diabetes, especialmente de tipo dos, que generalmente aparece durante las fases de desarrollo y adolescencia.

Debido a esto, es importante incorporar tres hábitos en la rutina de crecimiento y desarrollo de los niños:

- Mantener un peso equilibrado a partir de una dieta saludable: incluir en la alimentación frutas, verduras, cereales, comidas bajas en grasa y alimentos preparados al vapor o al horno. Así mismo, limitar el consumo de azúcar hasta 16 gramos al día y reemplazar las golosinas por frutos secos.

- Sustituir el consumo de bebidas azucaradas y artificiales por agua, manteniendo un promedio de cuatro vasos diarios.

- Asegurar una rutina de ejercicio basada en actividades cardiovasculares, aeróbicas y de flexibilidad, de intensidad moderada que se acerque a los 60 minutos de duración y abarque al menos 3 días a la semana.

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