Esto es lo que se sabe de “Los Carneros”, la temida banda señalada del asesinato de Maximiliano

Aunque las autoridades han avanzado con el caso, capturando y judicializando a los integrantes, que algunos serían los familiares del menor, se han dado detalles de sus prácticas, que al parecer, hace tiempo tenían alarmada a la comunidad

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La gran mayoría de los implicados en la desaparición de Maximiliano Tabares se habrían declarado inocentes.
FOTOS: Cortesía
La gran mayoría de los implicados en la desaparición de Maximiliano Tabares se habrían declarado inocentes. FOTOS: Cortesía

Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Maximiliano Tabares Caro, el niño que duró desaparecido prácticamente un mes, y que finalmente las autoridades encontraron sus restos luego de una declaración de la madre, una de las indicadas en este crimen, las autoridades han dado a conocer más detalles de la forma en cómo opera la banda denominada los carneros, a quién se le acusa de ser los autores intelectuales y materiales del homicidio, dando cuentas y de sus supuestas prácticas satánicas que al parecer ya tenían preocupadas a varias personas de la comunidad donde residían en un municipio de Antioquia.

Poco a poco a través de registros que suben en las redes sociales, diferentes medios de comunicación y relatos de las mismas autoridades, dan muestra de las particularidades de los integrantes de esta banda, cómo el video el momento de la captura del padrastro de Maximiliano, quién tuvo que ser contenido por al menos 4 personas, mientras esté parecía poseído según los testimonios de los testigos.

Recordemos que el pasado martes 25 de octubre, la fiscalía general de la nación hizo efectiva las capturas de 6 implicados, qué pertenecerían a los carneros, dentro de los que se encuentran algunos familiares: Fabio Andrés Carmona Ramírez, alias Líder, padrastro del menor; Damaris Estela Pérez Escalante, alias Mary, abuela de Maximiliano; Fabián Alberto Monsalve, alias Meditador, Róbinson Esmit Arboleda Ramírez, alias Orejas, Susana Ceballos Zapata, alias Discípula y Sandra Patricia Caro Pérez, alias La Cacica y mamá del niño.

El misticismo empezó cuando las autoridades encontraron libros y elementos para hacer rituales, que supuestamente servían para encontrar guacas de oro, motivo por el cual habrían sacrificado al menor para que se pudiera encontrar un tesoro, qué al parecer un espíritu estaría impidiendo su hallazgo.

Las diligencias que se adelantan los municipios de Remedios y Bello en el departamento de Antioquia, entre otras pertenencias encontraron libros de brujería y magia, un supuesto muñeco vudú, armas blancas, vestimentas ceremoniales y demás. Precisamente esta familia se dedicaba encontrar esos supuestos tesoros, qué se cuentan desde tiempos de la colonia, pues esta región siempre ha vivido de la minería y las leyendas urbanas hablan sobre entierros indígenas repletos de oro, es por esto que supuestamente alias orejas se contacta va con un médium que le indicaba dónde estaban estás guacas.

Video tomado de redes sociales.

Uno de los investigadores en entrevista con el espectador, aseguro que desde el momento que se le ordenó adelantar las diligencias de inspección, a pesar de que no es muy creyente en estos temas, los testimonios y elabora que se vivía en las diligencias le hizo pedir ayuda divina, que según él le dio la calma y tranquilidad para realizar estas diligencias:

“A modo personal llamé a mi abuela materna que realiza el tema de rosarios y le pedí que hiciera una oración por mí para poder entrar a este sitio. Esto me otorgó mucha calma. Se sentía un ambiente muy frío. Un ambiente de mucha tensión. No me explicaba como una persona podía estar tan calmada tras decirle cuál era el motivo de nuestra presencia y los delitos a imputar. (…) Algo que me llamó mucho la atención es que el padrastro y la mamá del niño tenían un amuleto tipo collar. Un cordón gris con un muñequito parecido al Divino Niño, pero que ellos decían que no era el Divino Niño. Decían que un brujo se los había regalado”.
Tomado de la Fiscalía.

También se reveló que los sujetos estaban muy inmersos en sus creencias, al punto que durante la detención decían que estaban protegidos “por seres de arriba y abajo”, por lo que precisamente ese motivo este crimen bajo la premisa que el menor estaba poseído por unos demonios y espíritus malignos.

Este investigador asegura que las supuestas promesas de tesoros y riquezas les lavaron la cabeza y que un inocente terminó pagando estás consecuencias:

“El padrastro manifestaba que podría escuchar a los espíritus, que le decían que el niño supuestamente tenía unos demonios y unos espíritus malignos. La mamá del niño y el padrastro se dedicaban en la minería. Dijo, sobre ello, que si querían prosperar en ese trabajo tocaba sacar esos demonios (…) Solo puedo pensar que a veces la gente se deja llevar por ilusiones como el dinero o beneficios de la fantasía. Esto lleva a situaciones tan atroces como atentar contra los propios hijos”.

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