Tras la captura de Leidy Jhoana Bustos Urrego, de 24 años de edad, alias ‘Leidy’ junto con otros miembros de la banda criminal conocida como ‘Los Satanás’, una juez de control de garantías de Bogotá, dictó medida de aseguramiento y ordenó enviar a prisión la acusada de haber cometido múltiples crímenes como: asesinato, tortura y posteriormente arrojar personas envueltas en bolsas en diferentes lugares Bogotá. La acusada de ser miembro de la banda de microtráfico estará encerrada en la cárcel de mujeres El Buen Pastor de la capital colombiana.
“Esta mujer cometió una serie de conductas criminales que constituyen el más alto desprecio por la vida. Además, quedó en evidencia que no es una persona apta para convivir con una sociedad civilizada”, dijo la fiscal delegada en medio del juicio, donde la juez determinó que es un peligro para la sociedad.
Además, las acusaciones fueron respaldadas por el procurador delegado, que mencionó, como lo dio a conocer la FM, que existen méritos suficientes y una inferencia razonable sobre la responsabilidad en estos graves hechos de Bustos Urrego.
Recordemos que los crímenes por los que se le acusa alias ‘Leidy’ están relacionados con la guerra que se desató en la capital entre grupos criminales por el control territorial, en el caso de ‘Los Satanás’ su zona de influencia era la localidad de Kennedy al sur de Bogotá; donde eran identificados por cometer delitos relacionados con tráfico local de estupefacientes, homicidio, extorsión, desaparición forzada y hurtos.
La criminal está relacionado con los casos de asesinato de: Carlos José Vanegas Romero, Brandon Enrique Flórez Tejedor y Jonathan Smith Martínez Villalobos, que fueron encontrados en una carreta de basura, entre el 23 y 24 de agosto pasados ocurridos en una vivienda de Patio Bonito, reconocida como ‘la casa del terror’: “Ellos celebraban con música, ingiriendo bebidas alcohólicas y consumiendo alucinógenos, mientras perpetraban todas esas agresiones”, contó la fiscal del caso.
Y destacó la investigación de la Fiscalía: “Las víctimas fueron llevadas a una vivienda, torturadas con armas blancas y elementos cortopunzantes, envueltas en bolsas plásticas negras y trasladadas en una carreta al sector de El Amparo, donde fueron abandonadas en vía pública. Luego de los análisis técnicos y científicos, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses estableció que los cuerpos presentaban signos de violencia extrema, y tenían 24, 33 y 59 heridas por arma cortopunzante y elementos contundentes”.
Estos homicidios, que además incluyeron torturas perpetradas con cuchillos y cuerdas, fueron grabados por los sicarios. Aquel contenido audiovisual terminó en manos de los jefes de la organización que se encontraban privados de la libertad en las cárceles La Picota y La Modelo. “En los hechos ocurridos entre el 24 y 25 de agosto del año en curso se tiene que la mujer señalada habría torturado con puñaladas en la cabeza, en el rostro y en cuerpo a tres hombres que posteriormente fueron ultimados por otro sujeto de la organización”, se escuchó en la narración que hizo el ente acusador durante la audiencia.
De acuerdo con la investigación de las autoridades, los crímenes estaban siendo dirigidos desde dos centros penitenciarios que pudieron ser identificados de forma efectiva: “en el marco de una denominada lucha por el control territorial. En ese proceso, se habría logrado evidenciar que alias ‘Luisito’, sería el que estaría liderando las acciones delictivas”.
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