Procuraduría pide a la JEP esclarecer testimonio de exFarc sobre secuestro de bebés

Gran preocupación hay en la Pocuraduría General de la Nación por cuenta de varios testimonios entregados por integrantes de las extintas Farc a la Jurisdicción Especial para la Paz a través de las diferentes audiencias de reconocimiento en las que, incluso, han comparecido integrantes del antiguo secretariado, confesando crímenes de lesa humanidad como el secuestro de civiles y agentes de la fuerza pública.

Sin embargo, un testimonio que preocupa particularmente al Ministerio Público es el de Víctor Silva Eric, conocido en la insurgencia con el alias del Chivo. En una diligencia, este confesó que tuvo bebés secuestrados para exigirles dinero a sus familiares a cambio de su libertad.

Ante estas declaraciones, el ente de control le envió un documento de observaciones a la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas de la JEP en el cual le pide mayor profundidad en el abordaje de esta versión entregada por el exguerrillero, con el fin de aclarar si efectivamente tuvo bebés secuestrados.

“(...) Si bien queda claro que el secuestro de menores fue una conducta reiterada de esta estructura, aún persisten la duda respecto a si esto involucró propiamente a bebés o menores en la primera infancia que fueron instrumentalizados para alcanzar fines financieros”, menciona el auto conocido por Blu Radio este miércoles 26 de octubre.

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De igual manera, el auto argumenta que, teniendo en cuenta las versiones de los comparecientes, quedó demostrado que en el marco de esos secuestros se cometió el delito de esclavitud; incluso, advierte que, contrario a lo que han manifestado algunos comparecientes en las audiencias, no solo hubo tres finalidades con estas retenciones ilegales (canje humanitario, política y financiera) sino que hubo casos en los que los exguerrilleros solo querían someter a sus víctimas bajo la explotación.

En ese sentido, indica que tienen conocimiento de por lo menos seis hechos de secuestro donde 21 personas fueron víctimas y que estas no tenían otra finalidad “que pueda subsumirse en un patrón diferente de secuestro con fines de explotación. Esto es, por cuanto los secuestrados de esta categoría pretendieron una utilización del retenido con un objetivo de extracción de la fuerza de trabajo” con fines de transporte y prostitución.

La Procuraduría también insiste en que el Comando Conjunto Central de las antiguas Farc hizo parte de ese patrón de aprisionamiento, involucrando a tres menores de edad. Ahora, con respecto al uso de secuestrados para trabajos forzados, señalaron el caso de una mujer que no solo recibió afectaciones por parte de dicha estructura, sino también por grupos paramilitares.

“Un caso especial gravedad es el de la señora (...) quien fue secuestrada bajo engaños para que prestara servicios médicos a varios guerrilleros heridos. Estuvo 32 horas retenida mientras fue amenazada con el reclutamiento forzado de su hijo mayor”. En consecuencia, —relata la entidad— esta mujer fue violada por agentes paraestatales a modo de represalia por, supuestamente, ser colaboradora de la guerrilla. Aparte de esto, señalan que hubo evidencia de secuestros con fines relacionados al control territorial, políticos y económicos.

Finalmente, la entidad hace énfasis en que varios de los comparecientes afirmaron en las diligencias que ingresaron a las antiguas Farc siendo niños. Por ello, le pidieron a la JEP mover esa información al macrocaso 07 —Reclutamiento y utilización de niñas y niños en el conflicto armado— pues ellos también habrían sido víctimas de reclutamiento forzado y diversas formas de explotación.

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