Jonathan José Ospino Illera quería celebrar su cumpleaños número 21 con una fiesta inolvidable. La rumba comenzó el domingo con unos 30 jóvenes alegres, grupos vallenatos, botellas de wisky que pasaban de mano en mano, comida en cantidad y fantásticos regalos, incluyendo dos carros de alta gama, y terminó el lunes con Jonathan muerto en el piso de una camioneta en la entrada a Barranquilla con seis balas en su cuerpo.
En la noche del pasado 23 de octubre y la madrugada del lunes 24, una balacera generó pánico en medio de una fiesta que se celebraba en la finca Mediterrané, ubicada en el sector de Punta Roca, jurisdicción del corregimiento de Sabanilla, en el municipio de Puerto Colombia. Mientras se esclarece lo que hay detrás de ello, los relatos de testigos que estuvieron ese día han dado pista de ello, pues han ayudado en la reconstrucción de la historia. De la celebración, que terminó en tragedia, resultó el fallecimiento violento de Jonathan José Ospino Illera, cuya vida estaba siendo honrada ese día.
Eran cerca de treinta las personas que se habían reunido en aquel lugar para el festejo. Había licor, música, y una parranda vallenata programada para ello. Ospino Illera, originario de La Guajira, recibió varios regalos, entre ellos, dos camionetas de alta gama. ”Los regalos de los muchachos, ve. El regalo de los cumplimentados”, se le oye decir a uno de los asistentes en videos que ya son material de investigación para la Fiscalía General de la Nación. Para ese momento, apenas se alistaba para tocar la agrupación vallenata, por lo que en la fiesta sonaba música electrónica desde un parlante.
Durante la fiesta, que en un principio se desarrollaba con normalidad, terminó herido al quedar en medio de una balacera, al parecer, producida luego de que una mujer denunciara haber sido víctima de acoso sexual en el lugar. Los músicos vallenatos, que ya se encontraban en el escenario, huyeron de la tarima buscando refugio al escuchar las detonaciones y ver personas armadas. Es de estacar que en uno de los videos se ve a uno de los asistentes portando un fusil.
Al verse malherido, amigos y allegados intentaron socorrerlo. Lo subieron en una camioneta Toyota 4Runner plateada con destino a un centro asistencial cercano, sin embargo, no alcanzó a llegar y falleció al interior del automotor. Paralelo a ello, la camioneta se estrelló con un taxi que pasaba por el sector, sentido contrario en una vía del corregimiento La Playa de Barranquilla, específicamente, en la calle 20C con carrera 10, segunda etapa de Adelita de Char.
“Al interior de una cabaña, en una actividad de esparcimiento, se enfrenta un grupo de personas con arma de fuego. Estas personas estaba departiendo momentos antes y por una discusión terminaron envueltos en un hecho de sangre (...) Se logra capturas dos personas, quienes portaban dos armas de fuego que hasta el momento se encuentran sin su documentación oficial. Igualmente, dos personas que al parecer participaron en estos lamentables hechos se encuentran conducidas”, dijo el comandante de la Policía de Barranquilla, coronel Jorge Urquijo.
De los hechos quedó herido Sebastián Enrique Escorcia Pérez, de 20 años. El hombre, de acuerdo con el reporte médico, recibió un balazo en la región escapular izquierda y otro en el dorsal derecho. Fue internado en la Clínica Portoazul. Jonathan Ospino, de acuerdo con el portal informativo Zona Cero, fue impactado en seis oportunidades: recibió un tiro en el antebrazo izquierdo, otro en la espalda, uno en el flanco lado derecho, otro más en la parte lumbar izquierda, uno más en el pecho y otro en la parte izquierda del abdomen.
Según informó Semana, horas más tarde las autoridades de Barranquilla confirmaron que estos presuntos implicados quedaron en libertad, ya que no se contaba con suficiente pruebas para relacionarlos con los hechos. En cuanto a los hombres detenidos por porte ilegal de armas, estos fueron puestos en libertad, puesto que evidenciaron al llegar a la Unidad de Servicios Especializados en Convivencia y Justicia (UCJ) la documentación correspondiente que certificaba la propiedad y el permiso de portación.
De acuerdo con el coronel Jorge Urquijo, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, todo sería consecuencia de una vendetta entre bandas traficantes. “Algunos de los que estaban allí pueden ser familiares o tienen relación con personas que en épocas pasadas tuvieron investigaciones o deudas pendientes con la justicia por vínculos con el narcotráfico. Esto lo tenemos nosotros en nuestro radar y es una de nuestras hipótesis”, indicó.
Jhonatan sería hermano de Álvaro Luis Ospino Illera, alias ‘El Negro Dominga’, capturado en Barranquilla, en el año 2011, por hacer parte de una organización sicarial del narcotraficante venezolano Walid Makled.
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