La Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social del Gobierno de Gustavo Petro, ha tenido como cualquier reforma sus detractores, sus defensores y los puntos medios en los que se ha llegado a algunas conciliaciones entre los sectores afectados, uno de los puntos dulce amargos de la discusión ha sido las bebidas azucaradas. Puesto que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicó que en el primer año se pretende recaudar 25,9 billones de pesos para financiar programas socioeconómicos y de infraestructura, y para lograr este objetivo, inicialmente se propuso un impuesto saludable que incluye a esta clase de bebidas.
En este contexto, el medio de comunicación Semana, conoció una carta de la ministra de Salud, Carolina Corcho, dirigida al senador Gustavo Bolívar, presidente de la Comisión Tercera que estudia la Reforma Tributaria, en el texto citado por el medio de comunicación, la ministra dice que:
“Se considera positiva la imposición de impuestos selectivos a bebidas endulzadas, toda vez que la evidencia sugiere que los impuestos saludables representan una opción de política con triple ganancia para los gobiernos, ya que reducen el consumo de productos no saludables, generan ingresos fiscales inmediatos adicionales, y a largo plazo tienen el potencial de reducir los costos de atención médica y aumentar la productividad laboral”, estos fueron los principales argumentos presentados por la ministra.
Corcho añadió a sus argumentos otras razones basadas en estudios médicos: “estudios a nivel nacional que han propuesto que un impuesto que sea posible indexarlo a la inflación y que se mantenga en un valor equivalente al menos del 24 % del precio de venta, disminuye tasas de obesidad en un 10 %”y agregó que: “El ministerio no puede estar ajeno a toda una evidencia que plantea una estrecha relación entre el consumo de ciertos alimentos y la condición de salud de la persona, como se expuso en su momento y se reitera ahora”, aseveró la ministra Carolina Corcho.
La ministra de Salud fortaleció su argumento desde su competencia: la salud de los colombianos: “Es la circunstancia, plenamente comprobada, de que las enfermedades crónicas no transmisibles son la principal causa de muerte en el mundo entero; más de la mitad de las muertes a nivel mundial están relacionadas con la dieta. Se estima necesario que en todo el texto se hable de azúcares libres y no añadidos”, dijo la ministra en el texto citado por Semana.
Finalmente, indicó que: “Este ministerio considera convenientes las proposiciones que se plantean, con el fin de fortalecer el proyecto. Quedamos atentos a resolver cualquier duda sobre el particular y agradecemos de nuevo, el apoyo a esta importante iniciativa”.
<b>En contexto</b>
<b>La ampliación gradual de los impuestos a las bebidas azucaradas</b>
Originalmente, estaba planteado para que toda bebida con más de 4 gramos por cada 100 mililitros pague el impuesto, pero este umbral se amplió. En dos reuniones que se llevaron a cabo en el antiguo edificio del Ministerio de Hacienda, José Antonio Ocampo, jefe de esta cartera, cedió ante las presiones hechas por algunos congresistas para subir los umbrales a partir de los cuales se empezaría a cobrar el impuesto. Así lo aseguró el portal La Silla Vacía en un informe.
Según La Silla Vacía, el impuesto estaba aplicado para que se cobrara originalmente a bebidas que tuvieran 4 miligramos de azúcar por cada 100 mililitros; pero, en la primera reunión, llevada a cabo el pasado 27 de septiembre, varios congresistas pidieron que se subiera ese umbral a 8 miligramos. Con esta medida, varias bebidas saldrían de la lista a las que se le aplicaría el impuesto.
De esta manera, quedó establecido que ninguna bebida que tenga menos de 6 gramos de azúcar por cada 100 mililitros deberá pagar el impuesto en 2023 y 2024; los que tengan entre 6 y 10 gramos deberán pagar 18 pesos, y los que tengan más de 10 gramos deberán pagar 35 pesos. No obstante, estas tarifas subirán gradualmente en los próximos tres años, según indicó La Silla Vacía.
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