Culminó una reunión entre los ponentes de la reforma tributaria y el presidente Gustavo Petro, con esta se pretenden ultimar los detalles de lo que sería la nueva reforma tributaria, esto pensando en el último debate que tendrá en el Congreso, último para definir su aprobación. Además de hacer el anuncio sobre la eliminación de los impuestos a las pensiones altas, cómo se tenía previsto, artículo muy defendido sobre todo por el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, el presidente Gustavo Petro hizo un anuncio sobre los gravámenes para el sector de hidrocarburos.
“La reforma tributaria como tal, su filosofía central, consiste en dos aspectos: uno, aumentar la capacidad de pago del país, su capacidad para pagar sus compromisos internacionales, que crecieron lamentablemente de una manera muy alta en los últimos años. Dos, para aumentar la justicia social en Colombia; por eso los impuestos que aquí se han modificado tienen que ver con las capas de mayores ingresos de la sociedad colombiana y no afecta a la mayoría de los colombianos”, declaró Petro.
Con esta apertura, el mandatario hizo hincapié en que estos dos objetivos son centrales y fundamentales para el momento económico que está viviendo el país, es por esto que en consenso con los partidos de gobierno, se acordó la modificación de la tributación del sector de hidrocarburos que trabaja con bienes públicos, a los que se refirió como el petróleo y el carbón, acelerando que estos ya son propiedad del estado por lo tanto las regalías qué se pagan por su explotación no serán deducibles del impuesto de renta.
“Se mantiene el que las regalías en todo el sector minero que pagar regalías No sean deducibles del impuesto de renta, por un criterio básico y fundamental. Los bienes del subsuelo de la nación, desde la Constitución de 1886 son propiedad de la nación, son propiedad pública, son propiedad del pueblo colombiano, en esa medida la nación cuando procede a su explotación económica por un particular tiene el derecho a unas regalías y por tanto estas no son parte de la contabilidad de las empresas privadas que tienen esa concesión y no son entonces deducibles del impuesto de renta”, explicó el mandatario.
Así las cosas, se cambió la sobretasa al impuesto de renta, en el sentido qué el sector petrolero y el sector carbonero dependerán del precio internacional del petróleo y del carbono:
“Entre más bajo sea el precio internacional no habrá sobretasa (...) La reforma tiene una sobretasa a los hidrocarburos, que depende del comportamiento de los precios internacionales de esos productos. Son sectores que han tenido altas utilidades y pueden contribuir al financiamiento de los programas sociales”.
Según explicó Gustavo Petro en la ponencia, bajo una fórmula matemática se trazan unos percentiles, los cuales fijan el tope para no cobrar la sobretasa, y ya dependiendo si es petróleo o carbón, se determina si se fija en el 5 %, pero si está tiene un precio internacional mayor será del 10 % y finalmente sí este supera el precio de los últimos 20 años tendrá una sobretasa del 15 %.
El caso del carbón hay una tasa diferencial, esto por la diferenciación de los costos de producción, la cual está supeditada la misma fórmula anteriormente señalada, y que tendrá como una sobretasa máxima del 10% de renta:
“Alrededor de 20 billones de pesos es el valor de la reforma tributaria para el año entrante, está cifra podrás subir para cercar 23 billones en el 2023, la mayor parte de este recaudo tiene que ver con que el Estado captura una mayor renta, y si los precios internacionales son elevados de sus propios bienes, (...) estos bienes públicos qué son el petróleo y el carbón”.
La otra semana se presentaría el texto definitivo de la reforma tributaria, que pasaría a la plenaria y tendrá la última votación para su aprobación, o no.
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